El azabache de ojos oscuros frotaba sus dientes con aquel aparato que hacía fricción sobre los mismos, la rutina de Kim era simple; alistarse, comer y escaparse de la universidad, pero su plan fué interrumpido cuando chocó con alguien el cual no logró divisar por completo.
─── :: “Hey, ve con más cuidado.” – Dijo con enojo notario el más mayor, mirando a aquel chiquillo con el que había chocado con el ceño fruncido.
─── :: “Perdón, perdón, lo lamento mucho.” – Respondió acomodando sus gafas antes de mirar cara a cara al mismísimo Kim Taehyung.
Ambos se miraron por un momento, el castañito de ojos claros y rostro angelical le pareció sumamente tierno a Taehyung, el cual pacía de un leve sonrojo en sus mejillas.
Por otro lado, el menor solo recogió sus cosas y corrió hacia la entrada de la universidad, ¿Qué acababa de pasar? Se preguntaba Kim, acomodando sus prendas antes de volver a su camino, siendo parado nuevamente por su propia voluntad. Algo pareció dar un golpe de valentía en su cabeza.
Kim caminó a paso apresurado al gran edificio donde había entrado aquel chico de tez blanquecina, quizás la clase de hoy no sería tan aburrida, nunca había visto a ese chiquillo antes, y el se conocía demasiado bien cada una de las personas que se encontraban en el lugar.
˖ . ─── 𝘀ᯯ𝗼.𝘂ᯩ𝗹 ───
La clase comenzó tal y como siempre solía comenzar un jueves por la mañana, Taehyung bufó arrepintiendose y empezó a tomar apuntes, en su mente solo pasaba el rostro angelical del niño que había visto hace menos de una hora, esos ojos profundos y cachetes rositas acompañados de esos lindos labios abultados los cuales solo podían disculparse. Ser así debería ser un delito. Pensó Kim.
Sus pensamientos nuevamente fueron interrumpidos por la puerta del mismo aula, la misma había sido golpeada levemente por alguien el cual preguntaba si esa era la aula 205, efectivamente, era la aula 205.
La atención de Taehyung se fijó únicamente en aquella voz la cual no le costó reconocer. Esa voz dulce... Pensó y se ofreció en abrir la puerta, pero el tutor decidió hacerlo el mismo, dándole paso al pequeño castañito que Taehyung había encontrado anteriormente.
─── :: “Hola... Soy Jeongguk, Jeon Jeongguk, vengo de Busan con mi familia y me gustaría saber si esta es mi aula.”
El profesor sonrió mirando con dulzura a su nuevo alumno, Jungkook destacaba un montón por su educación y su dulcecita voz angelical, hasta perfectamente se le podía considerar uno.
─── :: “Claro, sientate delante del alumno Kim.”
Habló ahora el tutor, señalando la única mesa vacía que había, por lo que a paso pesado, por las miradas que estaba recibiendo, se sentó poco a poco en su asiento correspondiente, dándole una vista al azabache que hizo que su amiguito doliera.
La espalda del castaño parecía definida por los mismos angeles, bajando hasta sus curvas las cuales destacaban debido a la camisa escolar apretada que llevaba aquel chico, sin quitar aquellos redonditos muslos los cuales de tan solo verlos tienes la sensación de querer tocarlos.
Kim gruñó y puso una pierna encima de la otra, esperando a que la clase pase rápido y su calentura disminuyera. Pero eso no pasó. Taehyung miraba atentamente al castaño en todo momento, estaba completamente perdido en el. Si tan solo no fuera tan perfecto... Se dijo a si mismo, parecía que se iba a comer a Jeon con la mirada.
Al fin, la maldita campana sonó, todos salieron del aula como normalmente harían, pero Kim esperó a que el joven recogiera sus cosas y saliera también para poder hacerlo el, no sabía en que momento se había vuelto tan adicto a Jeon, pero no le interesaba saberlo, solo quería seguir sus pasos.
Jungkook notó una presencia más a su lado, su ceño se frunció antes de fijarse bien, era el azabache quien lo seguía por los pasillos, ahora una risita de seguridad se formó en sus labios.
─── :: “Jeongguk, ¿Y tú eres?”
Preguntó el castañito extendiendo su mano al avergonzado Taehyung, el cual aclaró su voz correspondiendo al apretón de manos.
─── :: “Soy Taehyung, Kim Taehyung.”
Jungkook sonrió e hizo el apretón más fuerte, para llevar al confundido Kim a la siguiente clase, así pareciendo que se estaban dando la mano, solo era uno guiando al otro y el otro guiando a uno. Jungkook había encontrado al humano que se le había pedido cuidar.
ESTÁS LEYENDO
The Demon - Thkk
FanfictionBorrador - No pensaba subir esta historia, pero para que se me elimine cuando me quite Wattpad la subo y un problema menos. Jungkook amaba todo lo oscuro a su corta edad de 15 años, tanto relatos, invocaciones y pactos siempre llamaron su atención...