Nunca me sueltes...

2.

Emma
Me despertó un pequeño inocente.
-Emma- dijo un pequeño que a lo mucho tenía 7 años de edad.
-Hola ... ¿Cómo te llamas? - lo observe, me parecía familiar.
-Ay bobas soy Adrián- se quedo un poco dudoso y a la vez se asusto
-¿Qué no te acuerdas?- moví la cabeza con delicadeza diciendo no. Se altero un poco, comenzó a llorar.
-Emma soy tu hermanito-
-eh... ¿Hermano? ¿Qué? Yo no tengo hermanos- comenzó a llorar más, acaso había dicho algo mal, se acercó a una chica que no había notado llegar lo abrazo consolándolo; la chica se me parecía muy bonita, estatura pequeña, cabello café oscuro, ojos café y tenía un tono de piel muy bonito.
Salieron de la sala, me sentía culpable y confundida. A los pocos minutos entro un chico muy guapo alto, pelo café oscuro tirándole a negro, unos ojos entre café claro y oscuro, una nariz Dios mío unos los labios gruesos y rositasy el era de piel clara. No podía evitar acosarlo con la vista, era muy guapo y cuando logro notar mi mirada acosadora de "Me encantas" río un poco, su sonrisa era hermosa tenía cierta vibra que te sorprendía.

-Me encanta esa mirada tuya- me dijo con las manos en sus bolsillos de sus Jeans. Vestía tan sexy.
-Ah enserio- me acomode el cabello algo nerviosa.
-Si- se sentó en la silla de visitas de mi lado izquierdo, me tomo de la mano, me sentía sonrojada. -Te extrañe- beso mi mano. Dios mío moría.
-Sabes sonara raro pero no se quien eres- el parpadeo lento bajando la mirada, se veía frustrado.
No recordaba ni quien era yo, ni quien era el pequeño de hace un momento, ni el, ni mi familia me sentía desesperada por dentro pero no lo mostraba no quería alarmar a quien fuera.
-Emma Dugés, tal vez no me recuerdes pero quiero que sepas que te amo-
-¡Qué! A ver espera nos acabamos de conocer-
-No Emma, no- beso mi mejilla -Descansa tal vez eso te ayude- salió