Nunca me sueltes...

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Evan
-¿Cómo sigue?- tomo sus m&m's y se metió una por una, a la boca.
-Esta bien, pudo reconocerme pero ese no es el problema- dije mirando fijamente sus m&m's
-Ya se que soy un maleducado, se ve que te quieres atragantar mis m&m's toma- las acepte pero no por que fuera cierto, no era como de esas veces que se te hace agua la boca, no para nada, solo que necesitaba tener mi boca ocupada, me estaba haciendo un favor.
-Oye voy por una Fanta-
-Si esta bien-
Emma
-Enserio, no sabia eso bueno creo que si lo sabia pero como no recuerdo mucho así que tu digas recuerdo toda mi vida, pues como que no- ella río un poco como si en verdad tuviera que dar risa mi situación y pues me hizo sentir algo molesta.
-¿Qué da risa?- me miro delicadamente, como si sus ojos pudieran acariciar mi mejilla, sonrío.
-Me alegra saber que a pesar de que no recuerdes nada de tu vida, recuerdas quien eres en verdad, y tengas las mismas manías de hablar- Ahora  podía entender mejor de que reía. -Emma gracias por no olvidar eso y seguir siendo tú- eso me entro un sentimiento muy bonito pero dentro de ello nostálgica y duda por no saber quien era.

-A que te refieres en ser tan yo- ella suspiro volteo la mirada hacia arriba como si estuviera recordando algo.
-Porque siempre que hablo contigo me sacas una sonrisa- y eh ahí la frase que me dejó claro que ella era una persona especial

Evan
-Llegué, ¿gustas?- me arrimo una lata de Fanta
-Solo un poco para pasar el chocolate, gracias- tome un sorbo muy ligero, no me quería atragantar también con su fanta.
-Como es posible que en menos de un día pasen tantas cosas, esto es peor que mala suerte, un par de días hablas con alguien y esta todo normal y al día siguiente no se acuerda de ti, por qué  carajos esta pasando esto-

Pues supongo que tendré que tratar de solucionar todo y hacer que recuerde todo lo posible.

-Se llama vida hermano, así es de difícil-