13.

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Evan
Cam estaba en la sala de espera con Bruno, estaban abrazados, Bruno tapaba la cara de Cam, Bruno le acariciaba su mejilla y le decía unas palabras tranquilo.
-¿Esta todo bien?- les pregunte, Bruno negó con la mirada, al acercarme un poco más me percaté que cam estaba llorando, me sorprendí moví los labios con el afán de que Bruno me explicara, me dijo que lo esperara, cuando voltee Fer estaba en la misma situación que Cam, pero ella sin que nadie la abrazara, me acerqué a ella la abrace recargue su cabeza en mi pecho.
-¿Qué pasa?-
-No puedo más, es demasiado para mí, ella es una persona muy importante siento que la estoy perdiendo, cómo es posible que creciera con ella y no me percatara de todo esto- sollozaba, no podía dejar de hacerlo me partía el corazón, si Emma estuviera aquí para calmarla.
-Evan-paró un momento
-¿Qué pasa, qué pasa?- le mostré tranquilidad besaba su cabeza tratando de darle consuelo
-Irá a rehabilitación- cerré los ojos, tome aire, lo saque lento, sentía como cada parte de mi cuerpo se rompía, abrace con más fuerza a Fer.
-Es que ella no haría algo así sin darle motivos, ¡No es su culpa! necesita ayuda pero...- tomaba aire con esfuerzos y rabia, seguía sollozando, respiro y se dio por vencida, empezó a llorar con fuerza, la pegué a mi con fuerza, cerré los ojos y las lágrimas caían despacio, tenía miedo, miedo de perderla, de perder a lo que más amaba en la vida, tenía miedo de que ella no estuviera bien, me preocupaba, quería llegar hasta el fondo de esto, me sentí culpable, yo no habría querido abandonarla, ella era y sigue siendo mi mundo, por la razón que puedo y sigo sonriendo cada día, no podía.
Emma
Me eh quedado sola, no me importa cuanta gente no pudiera recordar y estuviera conmigo me hacían un favor al no presentarse, llegué aquí por alguna razón y mientras trataba de quitarme la vida nadie de esas personas estuvieron conmigo para ayudarme. Tal vez Emma solo me hizo un favor al traerme aquí. Estaba dispuesta a olvidarme de mi pasado de una u otra manera ya no valía nada recuperar mi vida, mi mamá tenía razón necesitaba ayuda y por mi parte rehacer mi vida.
Evan
-Hola, ¿Oiga cree que pueda hablar con usted?- me tomo del hombro, con su mano recorrió todo mi cuello hasta mi mejilla y la acaricio.

Nunca me sueltes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora