Sentía el silencio reinar en aquella oficina, donde el tic-tac del reloj era lo único que sonaba y su mirada solo se centraría en sus manos que descansaban en su regazo, sentía el peso de la mirada de aquel mayordomo de orbes carmesí, cabello corto con un flequillo que tapaba un tercio del rostro; con aquel esmoquin de color negro; camisa blanca y zapatos negros; con su respectiva corbata y guantes a la par, este mismo se situaba al lado de aquel niño no mas de 12 año;, ojos azules; solo que su ojo derecho tenia un parche y cabellos azabache la cual se indignaba a mirarle ya que la atención la tenia con aquellos papeles de suma importancia.
-entonces ¿Qué hago en este lugar?-
Preguntaría por lo bajo, se sentía intimidada por aquella aura demoníaca proveniente del mayordomo quien parecía no querer borrar aquella sonrisa que empezaba a detestar, por otro lado sintió al joven resoplar bajando aquellos papeles mirándola de una manera que logro hacerla sentir incomoda
-Sebastian enséñale una de las habitación para huéspedes-
Aquel niño había pasado por alto su pregunta algo que le molestaba pero eso no quitaba el hecho de que se sentía totalmente confundida y curiosa, por un momento estaba en una funeraria con un sujeto demasiado extraño y al otro estaba en una oficina de un conde que le negaba a responderle su pregunta, las cuales habían sido tres veces que se le había preguntado y este solo daba ordenes aquel sujeto
-Si Bocchan- Contesto el mayordomo y para su gracia la jovencita le había imitado en aquella frase que ya empezaba a fastidiarle -acompáñame señorita le guiare a la habitación.-
Iba a negarse rotundamente pero la actitud del conde era peor que andar soportando la esencia de aquel mayor, movimientos elegantes ejecutaría para levantarse aquella silla y acercarse hacia la puerta la cual le esperaría y de ahí alejarse de ese lugar viendo por ultima vez al joven antes de que se cerraran las puertas.
Aquellos pasillos se hacían interminables con aquel silencio incomodo, donde Jade iba detrás de aquel mayordomo observando a su alrededor, en cierta forma aquel ser le hacia recordar en Ash, donde en su mente se dibujaría el rostro de este sintiendo como sus mejillas se volvían sonrosadas, una acción tan tonta pero que tan adorable la hacia ver y para aquel mayordomo no paso por alto donde dejo de caminar quedando al frente de una puerta de roble oscuro este mismo la abrió y se hizo a un costado para que pudiera entrar y así fue Jade entro en la habitación quedando en el centro de esta misma observando hasta el mas pequeño rincón.
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El precio de la libertad. (Kuroshitsuji)
Fanfic-Tu eres la pieza mas importante pequeña- susurro mientras se situaba detrás de la joven peli rubia de ojos grises -no pierdas el tiempo- coloco sus manos blancas en los hombros de la joven que miraba a través de la ventana de aquel castillo pertene...