Capitulo 5: Entrevista.

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-Hija, apura que vamos a llegar tarde a mi entrevista.- oí decir a mi madre apurándome.

-¡Ya voy mami!- dije alzando un poco la voz, mientras me colocaba mi chaqueta de mezclilla.

Salimos de casa y tomamos un taxi que justo había pasado cerca de casa.

Vi a mi madre un poco nerviosa, ya que iba a tener una de sus últimas entrevistas de trabajo por lo que me había contado, además me dijo que deberás necesitaba aquel trabajo, ya que necesitaba dinero para poder mantenernos en el hogar.

El transcurso de ida al futuro trabajo de mi madre, iba escuchando la música que salía de radio del taxi, me llamo la atención, nunca había escuchado semejante canción, parece que se llamaba "Burn" de Ellie Goulding, al terminar la canción me di cuenta que habíamos llegado al lugar esperado. Nos bajamos del taxi, mi madre pago por el viaje, y se apresuro llevándome de la mano hacia un gran edificio de color gris, de ventanas gigantes y con unas letras gigantes que decían "P. P. s. a", al cual tuvimos que entrar. Mi madre se dirigió a un mesón de información y le pregunto unas cosas a la señora que se encontraba ahí, dijo "gracias" y fuimos hacia un ascensor, donde entramos y mi madre presiono el botón que decía el número "32", seguramente era el piso donde tendría que dar su entrevista. Las puertas del ascensor se cerraron y mi madre y yo íbamos de la mano, hasta que yo me puse a jugar con los espejos que tenía aquel ascensor, hacia caras muy raras las cuales me daban risa, y a mi madre igual, era muy divertido, hasta que el ascensor se detuvo, mi madre me acomodo a su lado por cualquier cosa. Entró al ascensor un hombre vestido muy formal, con carpetas, me quedo mirando un buen rato, también miraba fijamente a mi madre y así pude notar su rostro, tenía unos ojos verdes esmeralda muy hermosos para mi gusto, además de unas pestañas muy largas, iba bien afeitado, se nota que le importa su trabajo. Seguía mirando a mi madre, parece que le quedo gustando, no me quejo, mi madre es muy hermosa para que un hombre no la mire tanto.

-Que linda hija tiene- dijo aquel hombre mirándome y sonriendo, con una voz muy masculina.

-Muchas gracias- respondió mi madre mirándolo y acariciando mi cabello. El ascensor de detuvo en el piso 32, por fin nos iríamos de ese ascensor. Salimos del ascensor y el hombre ese igual salió en el mismo piso que nosotras, se despidió con la mano y se dirigió al lado contrario al que nos dirigíamos con mi madre.

Antes de caminar con mi madre hacia la oficina de su entrevista, observe el lugar detalladamente, era completamente de color gris, las paredes, los muebles, el piso, las decoraciones, las pinturas en blanco y negro, todo absolutamente en tonos de gris. Caminamos con mi madre hacia el fondo de un pasillo ancho hasta llegar al final, nos sentamos en unas sillas color gris, que quedaban al frente de una puerta con el número "333", supuse que esa sería la oficina de la entrevista.

Estaba bastante aburrida, jugaba con mis dedos ya que no tenía nada más que hacer, hasta que junto con mi madre miramos al mismo tiempo como una señorita salía rápidamente de la oficina de entrevistas, salió llorando y al mismo tiempo enojada, se notaba por como cerró la puerta de un golpe, vimos como se alejaba rápidamente por el pasillo. Con mi madre nos miramos al mismo tiempo, ambas confundidas, yo me encogí de hombros sin entender que sucedía.

"JANETH ALEJANDRA WILLIAMS", grito una mujer un tanto joven desde la puerta de las entrevistas, mi madre se paro rápidamente, me dijo "espérame aquí" y se dirigió a la entrevista, cerraron la puerta y yo me quede ahí sola.

No le alcance a decir que tuviera mucha buena suerte, se nota que son estrictos en este lugar, aun que no sepa de qué trata el trabajo, quería que mi madre lo tenga para que pueda comprar lo que quiera y mantenernos a ambas.

Me aburría demasiado, me dedicaba a mirar como las manijas de un reloj avanzaban lentamente, con ese típico sonidito "tic- tac, tic- tac", también veía como algunas personas que se encontraban en sus oficinas, creo yo, se iban retirando una por una, el piso en el que estábamos estaba quedando vacio, además estaba atardeciendo, por lo que veía por la ventana, se veía bastante hermoso, el cielo se estaba tornando entre colores anaranjados y rosados bien en el fondo, también habían unas cuantas nubes esparcidas, cerca de esos colores en el cielo volaban unos pocos pájaros y palomas de diversos colores, que hacían un bello contraste con los colores del cielo, estaba completamente perdida con esa vista tan hermosa que se presentaba ante mí, era tan perfecto, hasta que alguien, no sé quien, interrumpió mi momento de felicidad, alguien me toco el hombro derecho y yo gire rápidamente a ver quién era, y era aquel hombre que estuvo con mi madre y yo en el ascensor, me miraba con una mirada oscura, como si deseara hacerme algo:

- Hola- dijo amablemente- ¿Qué haces por aquí pequeña?- se sentó al lado mío.

- Espero a mi madre que está en una entrevista, allá.- apunte hacia la puerta por donde había entrado mi mamá, mientras miraba los ojos de aquel señor, parecían hipnotizar a quien los veía.

- ¿Y por qué tu no fuiste con ella?- pregunto cambiando la mirada hacia la puerta que apuntaba yo.

- Porque mi mamá dijo que la espere aquí.- dije mirando el hermoso paisaje que observaba anteriormente, seguía estando igual de maravilloso que antes, solo que más oscuro.

- Pues, fue mala idea que ella te haya dicho eso.- contesto el señor cerca de mi oído, lo cual me dio escalofríos, no pude mirarlo.

- ¿Por qué?- pregunte algo asustada, mientras el señor seguía cerca de mi oído, sentía su respiración.

- Porque- suspiró mientras colocaba su mano en mi hombro, esto ya me estaba asustando completamente, me trae un mal presentimiento- se está poniendo oscuro y la mayoría de los trabajadores ya se están retirando, como yo- se alejo de mi, se levanto del asiento, se arreglo la ropa y me dijo- le mandas saludos a tu...

- ¡Mami!- grite al ver salir a mi madre de la sala de entrevistas.

- Gracias, muchas gracias- decía mi mamá a la señora que la había llamado antes.- ¡Hija!- grito al verme y corrió a abrazarme- no vas a creer lo que sucedió- decía muy alegre.

- Emmm, disculpe- dijo el señor que aun no se había ido.

- Oh, señor, no lo vi, discúlpeme a mi- dijo mi madre algo avergonzada.

- Tranquila- contesto el señor mirando a mi madre directo a los ojos como lo hizo conmigo, y mi madre igual quedo hipnotizada, como yo.

- Bueno, si nos disculpa ya nos tenemos que ir con mi hija.- mi madre me tomo de la mano y comenzamos a caminar alejándonos de aquel hombre.

- ¡Espere!- dijo el señor corriendo tras nosotras y paro frente a mi madre. Le entrego una pequeña tarjeta- por si se quiere comunicar conmigo- le guiño el ojo a mi madre, ambos se quedaron mirando.

- Emmm, gracias... - respondió mi madre algo confundida, mientras nos íbamos al ascensor.

- Mami, mami, ¿qué sucedió?- dije muy entusiasmada por lo que me diría.

- Oh, se me había olvidado, te contare en el transcurso a casa.- dijo mientras nos subíamos al ascensor.

Ya salimos del edificio y nos subimos a un taxi que nos llevaría a casa. Mientras mi madre me contaba lo que había pasado en su entrevista:

- Ya, lo primero que hicieron fue preguntarme a que me dedicaba, que había estudiado, etcétera- dijo moviendo sus manos y con una cara de felicidad.- Luego me conversaron sobre el tema del trabajo de aquel lugar, que consiste en vender y organizar edificios, hoteles, a nivel mundial, lo cual obviamente me contaron más detallados.- seguía moviendo sus manos, mientras yo la miraba muy seria.- al final acepte el trabajo y me hicieron firmar unos papeles, y en la semana me llamaran para avisarme si definitivamente puedo trabajar en eso.- comentaba mas feliz que antes, pareciera que la sonrisa se le iba a salir de la cara.- y lo mejor del trabajo es que puedo trabajar desde la casa y de vez en cuando ir al edificio a hablar con personas importantes.- dijo haciendo muecas.- Nos deja por aquí.- le dijo al conductor del taxi, pasándole el dinero por el viaje.

Dimos las gracias al taxista, nos bajamos y caminamos lo que restaba para llegar a casa. Al llegar, corrí al refrigerador, me moría de hambre, mientras mamá ordenaba los papeles que le habían pasado. En eso, suena la puerta de la casa, mi madre y yo nos quedamos mirando pensando quien podría venir a nuestra casa, así que ella dejo sus cosas en la mesa donde yo comía como una chancha, ella se dirigió a abrir la puerta, y cuando la abrió se quedo impactada, no se movía, y no decía nada, así que fui a ver quién era él o la sospechosa persona tras esa puerta, y al llegar a ver quién era, quede igual que mi madre...

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Holuuus *-*/ Tanto tiempo:'c bueno aqui les dejamos este cap por ahora y no se preocupen que los demas vienen muy pronto. Ojala les guste, comenten por favor :c Cuidense XOXO :*

Dear Danger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora