Y pues entonces esa misteriosa persona con la cual nos sorprendimos bastante, era el mismo señor con el que nos "encontramos" en el nuevo trabajo de mamá, más bien dicho, el señor que nos seguía en el nuevo trabajo de mamá.
Bueno, como decía, con mi madre seguíamos sorprendidas y algo asustadas sobre la venida de ese señor que ni si quiera sabemos su nombre.
- Hola, ¿Janeth no cierto?- dijo ese señor amablemente a mi madre, mientras yo seguía sorprendida.
- Sí, soy yo, ¿por qué?- respondió mi madre cruzándose de brazos y apoyándose en la puerta para que el señor no piense en entrar.
- Se le olvido esto en el trabajo- contesto el señor sacando de su espalda una carpeta azul con muchos papeles o documentos adentro, vi la reacción de mi madre y me reí de sus movimientos alterados.
- ¡Sí!, esa es mi carpeta- dijo ella tomando la carpeta que le traía aquel señor.- Muchas gracias señor...?- dijo como preguntándole su nombre indirectamente.
- Señor Rodrigo para usted- contesto él besando la mano de mi madre muy educadamente.- Rodrigo Scott.- Se alejo de mi madre y me miro a mi como por 3 segundos y volvió a mirar a mi madre con esos ojos hipnotizantes que tiene.
Luego de que el señor Rodrigo hablara bastante tiempo con mi madre en la entrada de la casa, mi madre se digno a dejarlo entrar invitándole un cafecito, mientras yo dibujaba en la mesa donde ellos comerían.
El señor Rodrigo se sentó en la mesa mientras yo aun seguía dibujando.
- ¿Qué dibujas linda?- dijo él admirando mi hermoso dibujo.
- Es un paisaje que vi hoy, y me gusto mucho.- conteste. Me refería al cielo que logre ver cuando acompañe a mi madre a su entrevista.
- Pues que lindo esta.- respondió Rodrigo, y me dedico una sonrisa.
- Muchas gracias.- dije yo, con una sonrisa en la cara por el alago a mi dibujo.
- Aquí viene la comida.- dijo mamá viniendo de la cocina con una fuente grande donde traía toda la comida. Le entrego su café al señor Scott, a mí una leche de chocolate, dejo unos pequeños platos color crema con ricas galletas dentro de los platitos, coloco pan en la panera y otras cosas más.
Cenamos entre los tres, conversando diversos temas, entre eso salió un tema sobre la escuela, según mi madre no podía ir por problemas de dinero, pero yo ni si quiera sé que es eso...
Pasaron varias y largas semanas, donde siempre ocurría lo mismo, me refiero a: venia el señor Scott, cenaba con mi madre y yo, luego se quedaban conversando y se iba, o si no mi madre salía con él a comer o quizás a que otra cosa y yo me iba a la casa de Luz Fernanda, mi única amiga por el momento. Era bastante aburrido que pase lo mismo todas las semanas, lo único que me gustaba era ir a la casa de Luz a jugar y por aquello nos unimos mas, aprendí varias cosas de ella y su familia y ella de mí y mi madre, que es toda la familia que tengo, que yo sepa. Por otro lado, hace poco mamá me llevo a un colegio donde también estaba Luz, fue muy lindo llegar, me recibieron súper bien y lo paso muy bien, solo que no me alejo de Luz por miedo a que le pase algo o a mi.
Hoy día fue igual que los otros, excepto hasta ahora, donde yo me encuentro en mi pieza jugando con mis peluches de animales muy peludos, cuando tocan la puerta:
-¡Pase!- digo yo, mientras sigo jugando con mis muñecas.
-Permiso hija.- dice mamá justo en la entrada de mi pieza.- ¿Podemos hablar de algo?- pregunta ella con una expresión en su rostro muy preocupada.
-Claro mamí.- la tomo de la mano y la hago pasar para que se siente en mi cama, lo cual yo igual hago.- ¿Qué pasa mamita?
-Bueno.- da un gran suspiro y mira sus pies.- Lo que pasa es el Señor Rodrigo y yo...
-¿Se van a casar?- comento yo un tanto sorprendida.
-No cariño, por ahora no.- dice ella un poco alterada.- Lo que pasa es que con él, estamos saliendo, como pareja, espero no te disguste.-Quedé muy asombrada, no sabía que decir, no sé si era bueno o malo para mi, ese hombre no me deja estar con mi madre, ni tampoco tengo una buena amistad con él. Mi madre espera una respuesta de mi, pero sigo sin saber que decirle.- Hija, ¿Qué opinas de esto?
-Nada.- dije pensando en que decirle, creo que mejor le mentiré para no herirla.- Me parece estupendo.- trate de sonreír, no sé si lo logre bien.
-¡Qué bueno mi niña hermosa!- me abrazo muy fuerte.- espero se lleven bien tú y él.
-Eso espero.- dije mientras aun me abrazaba, por suerte no noto la expresión de mi rostro.
-Bueno, cariño voy a preparar la cena porque Rodrigo viene en camino.- dijo mi madre con una sonrisa grabada en el rostro.
-Yo ordenaré mi pieza mami.- le aviso a mi madre.
Empecé a ordenar mis cuadernos, mi ropa, en fin, todo lo que estaba desordenado. Y entre eso encontré una hoja de papel y mis lápices de colores, así que comencé a dibujar. Se me ocurrió dibujar a mi madre y a Rodrigo juntos y yo a un lado, aún no sabía por qué, sólo se me vino a la mente.
Terminé de colorear mi dibujo y partí donde se encontraba mi madre para ver que opinaba sobre mi dibujo. Y ahí lo vi a él, a Rodrigo. Traté de ignorarlo y le mostré el dibujo a mi madre.
-Mira mami, estaba aburrida y dibujé esto.- le dije a mi madre con un toque de ternura.
-¿Saludaste a Rodrigo hija?- me preguntó ella con un tono un poco molesto.
-No.- le dije inocentemente a mi madre.
-Pues anda a saludarlo, yo te eduqué bien.- me dijo molesta.
No tuve más remedio que hacerle caso, así que partí a saludarlo.
-Hola.- le dije mirando hacia abajo.
-Hola pequeña.- me dijo saludándome con un beso en la mejilla.- ¿cómo estás linda? - me preguntó haciéndose el simpático.
-Bien.- dije por lo bajo, tratando de fingir que mi respuesta era sincera.
-Que bueno.- me dijo.
Ahora le volví a insistir a mi madre para que viera mi dibujo pero ella no hizo más que asentir y enviarme a mi habitación de vuelta, pero antes de irme deje el dibujo sobre la mesa por si a mi mamá se le ocurre verlo. Me dirigí a mi pieza, cerré mi puerta pensando en que mi madre actúa rara desde que llego ese hombre, como que me deja de lado, no le interesa mucho lo que hago para ella, sentí algo extraño en mi garganta que nunca antes había sentido, no podía tragar bien, de repente empecé a ver un poco borroso y sentí que algo caía por mis mejillas. Me asuste y busque algún espejo, pero no encontré nada, por lo cual decidí ver por la ventana a ver si podía ver algo. Al ver por la ventana note mi reflejo en ella, lo que caía por mis mejillas y me hacía ver así, eran lagrimas. Cuando de repente mire más a lo lejos y note a alguien que había en otra ventana, en su casa, me fije bien y era Luz que estaba tratando de llamar mi atención con muchos peluches, lo cual me animo un poco...
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Dear Danger.
Fiksi RemajaSinopsis: Hola me llamo Athenea, tengo 18 años. Mi vida es un agujero negro del que nunca voy a poder salir, osea es una mierda.