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• Habiéndo pasado unas dos o tres semanas, yo y Sukuna por fin pudimos entendernos mejor de alguna u otra manera.

No peleabamos...a veces me insultaba, y yo lo hacía de vuelta. Algo normal...

Acabado un tardía día de viaje por donde el hechicero pudiera reconocer alguna calle, decía que nos dirigíamos hacia Tokyo; gran ciudad de Japón. Sin embargo, llevamos caminando bastante •

— (Después del ataque de ese tipo...Sukuna se ha puesto más agresivo con los enemigos) —pensé para mis adentros— (Puedo controlar el infinito, pero azul y rojo...aún me cuestan un poco. Quizás pueda controlar la salida máxima de azúl en unos días) —me levanté el animo yo solita—

— Puedo escuchar todo, mocosa...

— A-Aah~...cierto —apenada— Realmente no va ka caso, así que mejor concentremos nuestra atención en el camino —desviaba el tema—

— Ajá. Tokyo queda a dos kilómetros de este lugar. Reconozco este estanque —viendo a través de mis ojos confesaba—

• Un estanque al medio de un pequeño pueblo de los alrededores yacía obviamente inmóvil delante mía. Pero me sorprendió que incluso no siendo "su" era Taicho, aún habían cosas de la misma.

¡Que emocionante! Eso significa que algo de mi anterior mundo debe de haber aquí •

— ¡Mhm, mhm! —tarareaba sonriente a pequeños saltitos—

— (¿Y ahora qué le pasa...? ¿Tiene mierda en la cabeza?) —alzó la mirada analizando lo que dijo— (¡Je...que idiota!) —cómico—

— ¡Oye, Sukuna! ¿Qué pasaría si abro los seis ojos? —pregunté curiosamente— ¿Tendría algún efecto contrario contigo? O de lo contrario...

— Sinceramente en sí no me pasaría nada. No es como que los seis ojos y yo seamos tan antagónicos...aunque conozco a alguien así —comentó haciéndome surgir duda—

— Hnh, no voy a preguntar quién es...me da mala espina —dije sintiendo un corto escalofrío— (El solo echo de pensar que hay alguien que quiere específicamente luchar contra los seis ojos me da...como repelús) Algo así como lo que me causas tú a mí, Sukuna —bromeé de forma divertida—

— Hm...

• Caminamos hasta quedar en Tokyo a los pocos minutos, yo mirando a todos lados sorprendida por la tecnología de ese entonces. No era comparable a la de los 2000, pero es sorprendente ver en carne propia lo que era la Era Taicho en Japón...

Veía para todos lados, desconcertada por todo •

— ¿Qué pasa, mocosa? No es la gran cosa. En la era moderna tienen edificios más grandes.

— Sí...pero aún así me sorprende —ajustando un poco mis lentes de sol— (Además hay personas que se me quedan viendo raro, ¿es tan rara mi ropa?)

— Es la ropa de la escuela de hechicería, supongo que será por eso —dijo de forma estoica, dejándome sorprendida— Aparte tu pelo es blanco, es raro ver eso en esta Era...bueno, en todas las eras. Es poco común.

— (¿Escuela de hechicería...? Wow)

(Narrador) A lo lejos de allí, ya de noche, un grupo de personas corría por los techos, siguiendo a un albino hombre de traje diferente •

— ¿Y bien? ¿Qué harás? —preguntó Sukuna— Tienes que tener algún objetivo...

— (Nop, para nada. Simplemente volverme más fuerte) —decía de forma tranquila— (Este mundo es demaciado extraño como para quedarme a vivir como si nada...aunque me gustaría)

Kny y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora