4

93 7 0
                                    

(Narra Mei) Ajam~ No sé por qué supuse que este imbécil de igual manera mataría a ese hechicero. De cualquier modo, creo que es hora de recuperar mi cuerpo •

— ¡Oye! ¡Tiempo fuera! Te dije que no quería quedar como una asesina, ¿no es así? —reafirmé enojada— ¡Más por encima, no te atrevas a callarme mientras ocupar MÍ cuerpo, idiota!

— Aah, que molesta que eres, mocosa... —refunfuñó aburrido de mí— Pero no te preocupes, me intriga un poco este hechicero —sonrió confiado—

• Se empezó a acercar a "Tomioka", posando su mano por arriba de su cabeza y curando sus heridas al igual como lo había echo hace unos momentos; no sabía qué era, pero le interesó...un poco.

Sukuna agarró al tipo de la ropa y lo levantó a su altura, obligándolo a mantenerse de pie •

— Se nota que no eres de papel. Tu resistencia es increíble —lo alagó, creo, de forma sincera— Sin embargo, creo que ya te he dicho que no quiero matarte. Al menos a qué realmente lo quieras.

— ¿Por qué no me matas? —preguntaba manteniendo su postura calmada— ...

— Si mato a alguien o a algo es porque me estoy divirtiendo, y tú no me haz divertido casi que para nada —comentaba de la forma más sínica posible— Pero tú restricción celestial me interesa más de lo que creí realmente. Quiero tener mi revancha algún día contigo, chico —decía sereno— Y para que eso pase, no tengo que matarte, claramente; no puedo pelear con los muertos...creo.

— ¿Restricción...? Eso de lo que hablaste —serio— ¿Superar mis límites humanos entrando? Y, ¿qué es eso de energía maldita? Si no estás realmente loco...me gustaría que me respondieras —solicitó amablemente, pero claro que aún en guardia por si las dudas. Completamente aceptable—

— ¿Cómo te lo explico...? La energía maldita es como la magia, la puedes usar para potenciar tus ataques, realizar técnicas, curarte, etcétera. Y la restricción es la intervención entre esta energía y tú —explicó muy brevemente— ¿Quieres que te explique con peras y manzanas o qué? Fácil de entender...puedes recibir alguna mejora o debilidad física a cambio de minimizar, desaparecer por completo o aumentar tu energía maldita en demasía. Listo, ¿confías en mí ahora? —fruncía el seño—

— (Algo como esa "energía maldita"...no he escuchado de eso nunca en la vida. Quizás pueda ser lo que los demonios ocupan originalmente para sus artes de sangre, sin embargo, no puedo creerle del todo así como así) —dirigió su mirada hacia su pecho— (Aunque me haya salvado la vida dos veces, son las mismas veces que me la ha intentado arrebatar. Solo está jugando conmigo) —sopesó con gran duda en su interior—

— Sukuna, creo que debería rendirte con este tipo, no dejará de pelear —musité segura de lo que decía— Si pones un poco de atención, no ha dejado de sujetar con fuerza el mango de su katana. Dudo que querías darle caramelos con esa hoja...

— Lo sé, mocosa, ¿por quién me tomas? —preguntó ofendido mientras golpeaba ligeramente su cabeza—

— (Sigue hablando solo) —miraba a su contrario con confusión—

— ¡Escucha, Tomioka Giyuu! Te lo preguntaré solo una vez, y quiero que piensen muy bien qué vas a responder, ¿entiendes? —hubo un silencio largo...— ¿Quieres seguir peleando?

— ...(Yo)...

• Segundos después de las amenazantes palabras de Sukuna, él dejó de sujetar con tanta fuerza su espada. No me sorprendía que aún se mantuviera en guardia, o siquiera alerta de lo que él hiciera, pero en mí surgió la duda cuando ví que ponía pose de pelea.

Kny y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora