Wonwoo había visto algunas parejas disparejas antes, pero nada siquiera cerca de la aventura entre su mejor amigo y el profesor Hong.
Excepto que ya no era incluso una aventura: Jeonghan en realidad se había mudado con Hong, lo que fue mentalmente alucinante en tantos niveles que Wonwoo todavía tenía problemas para creerlo.
– Jeon – Hong lo saludó, abriendo la puerta.
– Profesor – dijo Wonwoo incómodo y entró en la casa. El hombre podría ser el amante de su mejor amigo, pero no había modo en el infierno de que él pudiera llamar a Hong por su primer nombre.
– Jeonghan está allí – Hong hizo un gesto a la puerta de su izquierda antes de darle a Wonwoo una mirada dura. – Estoy trabajando, así que no me molesten. Mantengan la voz baja.
– Sí, señor – dijo Wonwoo. ¿Qué había en este hombre que le hacía sentir como si fuera una hormiga?
La puerta se abrió y la cabeza de Jeonghan asomó. – ¿Estás acosando a Wonwoo de nuevo? – dijo rodando los ojos.
Hong levantó una ceja. – ¿Yo? ¿Acosando?
Dándole una larga sufriente mirada, Jeonghan se acercó a Hong y lo besó. – Ve a trabajar en tu libro mientras puedas. No olvides que les prometiste a Minji y a Hanni llevarlas de compras. Están súper emocionadas ellas han querido un cachorro desde siempre.
– Sí, negro y esponjoso – dijo Hong con una apretada expresión en el rostro.
Jeonghan sonrió. – ¡Y con una estrella blanca en la frente! Eso es muy importante para Hanni.
Hong le dio una mirada. – ¿Qué pasa si no hay tal cachorro?
– Estoy seguro de que puedes intimidar a la gente para que te consigan uno, – dijo Jeonghan. – Ve a trabajar antes de que se despierten.
Negando con la cabeza y viéndose moderadamente irritado, Hong besó a Jeonghan en los labios y encaró hacia arriba, presumiblemente para su oficina.
– Esto seriamente me está asustando, hombre – dijo Wonwoo, parpadeando.
Jeonghan resopló y lo llevó a la habitación. – A veces todavía me resulta extraño también a mí.
Él se dejó caer sobre el sofá y sonrió ampliamente.
– Pero nunca he sido tan feliz.
Wonwoo miró alrededor de la elegante habitación. – Apuesto a que no hace daño que esté cargado, ¿eh?
Jeonghan sólo se rió. –Entonces, – dijo, apagando el televisor. – ¿Qué pasa
contigo últimamente? – Miró a Wonwoo intensamente, sus ojos café oscuro serios. Esos eran unos ojos hermosos, pero eran color café claro, no en absoluto como…Wonwoo se encogió. Esto se estaba volviendo ridículo.
– Quiero decir, he sido un amigo de mierda últimamente – dijo Jeonhan con una mirada tímida. – Las cosas han estado locas, y Joshua prácticamente tomó mi vida. Sé que es una mala excusa, pero…
–No te preocupes – dijo Wonwoo, hundiéndose en un aparentemente cómodo sofá.
– Entonces, ¿qué pasa? – Preguntó Jeonghan. – Has estado un poco raro por un tiempo.
Wonwoo frotó la esquina de su ojo izquierdo.
– ¿Recuerdas el trío que tuve con Lisa y su novio?
Jeonghan asintió, pero él tenía el ceño fruncido. – ¿No fue hace un mes?
– Sí, – dijo Wonwoo. – La cosa es que no fue la única vez que ocurrió. Básicamente, ha estado pasando durante un mes… bueno, hasta Navidad.
Los ojos de Jeonghan se abrieron un poco. – ¿Tanto tiempo? Pero por lo general tú no…
– No, yo usualmente no lo hago, – dijo Wonwoo suavemente.
Hubo un largo silencio, durante el cual Wonwoo encontró tres tornillos en el techo y una pequeña mancha en la pared que podría haber sido un bicho alguna vez, aunque no podía imaginar a Hong aplastando un bicho.
– ¿Estás en una relación con ellos?, – dijo Jeonhan, su voz lenta y confusa.
La risa que salió de la garganta de Wonwoo era un poco tensa. – No. Ellos son una pareja, y yo soy su juguete sexual. Eso es todo.
– No me estás diciendo algo. Te conozco, Won.
Wonwoo se miró las manos.– Yo no quiero un trío, – susurró.
– ¿Quieres decir… – Jeonghan sonaba sorprendido.
– Sí. Estoy jodidamente celoso. Y lo odio. Me está volviendo loco.
– ¿Celoso de quién? ¿Él o ella?
– Ella, – dijo Wonwoo, su voz plana. –Odio verla a ella tocándolo, y besándolo y follándolo.
Wonwoo se rió. – Lo sé; es ridículo. Ella tiene todo el derecho de tocarlo, ha sido su novia durante dos años. No soy nada.
– ¿Estás enamorado de él?
Wonwoo se pasó la lengua por los labios. – Yo… yo no lo sé. – Él sonrió sin humor. – Si esto es amor, jodidamente apesta. Siempre pensé que el amor supuestamente hacía feliz a la gente. Nunca me he sentido tan como la mierda antes. Ni siquiera es sólo el sexo. Odio cuando los veo juntos, cuando los veo siendo tan una pareja… y una adorable. Ella puede tocarlo cuando quiera. Ella sostiene su mano. Ella pasa las noches con él… ella vive con él.
Se encontró con los ojos de Jeonghan. – Estoy empezando a odiarla, ya sabes. Ella no se lo merece. Es una chica buena y divertida. Solía gustarme. Y ahora un poco como que quiero arrancarle los ojos, aplastarlos con un pie como un niño y gritar ¡Mío! cada vez que lo toca. Y estoy seguro de que ella ya sabe que quiero más de él. Ella quiere que me vaya. Yo sé eso. – Won resopló. – Y no puedo decir que la culpe. – Suspiró profundamente, Pasándose una mano por la cara. – Me está volviendo loco. Y es... es jodidamente estúpido. Apenas lo conozco. Yo no lo comprendo. Pero es como si... yo no puedo separar el sexo de los sentimientos, ¿sabes? Siempre pude antes, pero con él, sólo no puedo hacerlo. Quiero complacerlo. Quiero gustarle. Es jodidamente ridículo.
Jeonghan se quedó en silencio por un rato antes de preguntar en voz baja, – ¿Qué hay con él? ¿Crees que es de un solo lado?
Cayendo hacia atrás en el sillón, Wonwoo volvió a suspirar. – No lo sé. Él es muy difícil de leer. A veces pienso que hay algo ahí, pero... pero yo no creo que él trate a su novia en nada diferente de lo que solía. Él es siempre tan... atento con ella. Aun el novio perfecto.
La boca de Jeonghan fija en una línea sombría. – Dime loco, pero... si él siente del mismo modo que tú, ¿no debería estar celoso de ella, también? Su relación se habría deteriorado. Si todavía están bien, eso... en realidad no se ve bien para ti.
El estómago de el Wonwoo se revolvió. Sabía que Jeonghan tenía razón. La misma idea se le había ocurrido también. – Lo sé.
Ambos se quedaron en silencio.
– ¿Qué vas a hacer?, – dijo Jeonhan al fin.
Wonwoo se mordió el interior de la mejilla.
– Lo más inteligente, – dijo, mirando a los ojos de Jeonghan. – Salirme mientras todavía pueda.