Capítulo 6

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El silencio habitual qué poseían aquéllas abandonadas ruinas había sido sustituido por el constante sonido de los gritos eufóricos de dos grupos diferentes. Miserables exclamaciones surgían de las bocas de Harley y Zero, resonando al mismo tiempo mientras corrían de forma desenfrenada, superpuestos a los rugidos del grupo verdoso de seres atacantes qué les pisaban los talones.

Con un vistazo de reojo de por medio, Zero vislumbró a sus enemigos. Cinco Goblins de diferentes tamaños y complexión física, todos ellos con arapos viejos, algo descoloridos, cubriendo desde sus delgadas cinturas hasta casi un poco más por encima de sus rodillas. Diferentes protecciones de madera y hierro posaban en sus hombros, torso e incluso cabeza, elevando su ferocidad y peligro para el dúo.

Tres de ellos poseían humildes arcos de madera brusca con cuerdas degastadas, con las cuales disparan a los inexpertos aventureros que corrían desesperados metros enfrente de ellos, la cantidad de flechas era casi escasa así qué lanzaban cada cierto tiempo. Los otro dos en cambio, poseían una larga lanza con punta de piedra, totalmente afilada y hecha a mano, mientras el último tenía una espada levemente oxidada junto con un escudo de madera que no estaba por completo intacto, faltando un pedazo en el mismo como sí hubiera sido mordido por un gran animal.

—¡Joder, joder, joder! — Zero trago saliva, expresando con pánico su malestar. —¡Nos relajamos demasiado!

— ¡Tienes razón, mi experiencia cazando jabalíes no funcionó tan bien como esperaba! —Colaboró Harley, llena de pánico en su mirada. —¡Se supone que debían esperar a su muerta y no venir!

—¡¿Cazando jabalíes?! ¡¿Esa es tu experiencia de un mes cómo aventurera?! —Zero lloró internamente mientras corría, arrepentido. —¿Quien esperaría su muerte de forma obediente? ¡No, ¿quién rayos compara jabalíes con Goblins?! ¡Tú experiencia no sirve de nada!

Las flechas de madera con punta de hierro volaban sin compasión, produciendo un chillante y agudo sonido ante la interferencia del viento en su trayectoria, indagadas de una profunda intención asesina, anhelantes de chocar en el dúo de aventureros.

El silbante sonido causó escalofríos en ambos jóvenes aventureros, mientras las mortales flechas sobrevolaron cerca de sus cuerpos sudorosos. Ambos apresuraron el movimiento ante la situación qué tenían en ese momento. No, apresuraron el paso ante la notable visión de flechas clavandose cerca de sus pies. Cinco Goblins eran mucho problema para su actual poderío. No sabían de donde sacaban las fuerzas, pero corrieron con más ferocidad qué antes.

—¡Harley! —La ansiosa voz de Zero resonó, al momento que en su entrepierna sintió un escalofrío, ante una fugaz flecha que voló por debajo de sus piernas. El escalofrío más grande que sintió en su vida lo recorrió de piés a cabeza, lo hizo temblar momentáneamente mientras corría. —¡Debes hacer algo Harley! ¡Eres una aventurera de Dos Estrellas! ¡Defiende tú posición ante éstos poderosos enemigos... o podría quedar eunuco a este paso!

—¡Bien, bien! ¡Haré algo! —La pequeña chica afirmó con sudor en su frente. Asintió continuamente para mentalizarse antes de exclamar motivada. —¡Usaré todo mi poder! ¡Novato, te enseñaré lo que es la magia! ¡Verás el poder de quién se convertirá en la más famosa aventurera!

Con un movimiento de sus pies, giró en su posición deteniéndose para confrontar a sus enemigos, arrastrando brevemente los pies entretanto que un poco de polvo se alzaba. Zero se detuvo y giró de la misma forma, a su lado, sacando su fina espada con un agudo sonido, destellante ante el sol y temblorosa en su mano. Los Goblins se detuvieron a unos metros de ellos. Cautelosos, mientras alzaban sus humildes armas a ambos humanos con fervientas y feroces miradas.

Rugieron brevemente mostrando agresividad.

—¡Observa Zero! —Rugió Harley, con sus brazos alzados y una expresión determinada. Tensando a los agresivos Goblins y llenando de expectativas al joven padre. —¡Te mostraré mi máximo ataque!

Paternales Aventuras En Otro Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora