Capítulo 2

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El día siguiente llegó con naturalidad, el inicio de una nueva mañana llena de expectación dónde, Zero Neón salió por la puerta de su casa, con una expresión confiada y un rostro sonriente qué denotaba emoción. El cielo lentamente cobraba vida y claridad, el ardiente sol se posaba en el cielo con arrogancia desde uno de sus extremos, encima de las copas de los árboles y mucho más allá en el horizonte. El frío de la mañana aun persistía, haciéndole refrescar los huesos mientras la naranja luz solar mantenía su cuerpo cálidamente. Una sincronía perfecta, una mañana placentera.

Un cinturón de cuero con numerosos bolsillos de diferentes tamaños estaba en su cintura, preparado de antemano para mantener sus cosas. Caminó, bajando los escalones de madera y posicionándose al frente de su casa entretanto qué respiraba el gélido aire de la mañana, volteó su cuerpo y observó su hogar. La vista de su casa desde en frente lo hizo asentir. En la misma, Elaine y Selena dormían plácidamente, abrazadas entre sí en una misma cama, la última al tanto de qué el joven padre, iniciaba su misión a primera hora de la mañana.

«Bien, Selena prometió pasar un tiempo aquí. Encargándose de que todo esté en orden en las horas que yo no estoy. »

Él sonrió, recordando su anterior conversación el día de ayer.

«Bien, de lo primero que tengo que encargarme al llegar a la ciudad es sobre la carta al Castillo Real que Selena escribió, seguramente informando su estancia aquí. »

En la noche, Selena escribió una carta con sus intenciones de evitar y quedarse un tiempo fuera de los deberes de la realeza, exceptuando ocasiones que necesitarán urgentemente su consejo, o por una ocasión especial en la cual necesiten su presencia. Al mismo tiempo, pasó la noche junto a él sin preocupaciones algunas, dispuesta a quedarse desde ese momento.

«Le dije que podía esperar un poco para instalarse, pero parece estar más interesada en cuidar de Elaine desde el primer momento. » 

Zero suspiró, mientras tomaba pasó hacia la ciudad cercana, adentrándose en la espesura del bosque del cuál ya llevaba más de dos años conociendo. Él no entendía ni sabía en qué momento de su anterior visita lo había hecho, pero era curioso qué un espacio escondido estuviese en el cuarto de Elaine sin su consentimiento.

«¿Cuándo hizo eso? No, ¡¿cómo es posible qué incluso tenía ropa escondida allí?!»

Zero no pudo evitar replicar el sentido de astucia que Selena poseía para aquellas cosas, por alguna razón le hizo pensar qué ella ya tenía esté tipo de escenario en su mente en algún momento tiempo atrás. Aunque sentía un sentimiento de engaño y traición en dicho momento, la situación le beneficiaba.

Él avanzó, sintiendo un entusiasta sentimiento, enfocando en su mente imaginarios escenarios al momento de convertirse en aventurero. Apasionado estaba mientras avanzaba, imaginando incontables aventuras y grandes cantidades de dinero. A pesar de su tendencia a la ignorancia de problemas, incluso él tenía expectativas en ser un formidable y legendario aventurero qué iba hacía los confines más oscuros del mundo a luchar con bestias terroríficas.

«El aventurero Zero, Cazador de Dragones. »

El cielo en aquella mañana era despejado y agradable para ver, con suaves y fríos vientos envolviendo el desolado bosque, los pájaros de aspectos coloridos y animales salvajes de aspecto ordinario paseaban sin problemas en aquel frondoso bosque lleno de vida y belleza. Lentamente adentrándose en el bosque por unos minutos, hasta encontrarse con un camino de tierra en el cuál siguió su caminata.

«Enserio que esté bosque es un paraíso. »Él concluyó, mientras veía sus alrededores llenos de vida y con un energético color verde. Respiró profundamente, absorbiendo el aire puro del lugar. «Un bosque tranquilo... la verdad es que no hay mucho peligro y lo mejor es que los animales no se acercan a asentamientos humanos sin algún motivo especial. »

Paternales Aventuras En Otro Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora