Capitulo 23

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En la amplia oficina con grandes ventanales que dejan entrar la luz del sol.

Ta se encontraba sentado cómodamente en un sillón cercano al escritorio principal disfrutando de un tazón de nieve, sus ojos brillaban con una mezcla de satisfacción y expectación maternal.

Veía como su alfa estaba concentrado en su trabajo, con su expresión más seria mientras revisa unos documentos importantes.

La oficina la habían cambiado  aún un estilo más moderno y acogedor, con estanterías llenas de sus libros favoritos y plantas que le daban un toque de vida al espacio.

Ta observaba a Jeff en silencio por unos momentos, apreciando la forma en que sus cejas se fruncen ligeramente cuando está concentrado dándole un aire sexy y misterioso que siempre le alborotaban las hormonas.

Que sexy es mi alfa- penso Ta orgulloso antes de volver a comer su nieve

El suave sonido de la cucharilla contra el tazón es el único ruido en la habitación.

Ta sonríe, encontrando tranquilidad en su rutina diaria y en la presencia de su alfa desde que había cumplido los 7 meses y se encontraba un poco más sensible respecto a estar solo.

De repente, Jeff levanta la vista y sus ojos se suavizan al encontrarse con los de Ta. Deja los documentos a un lado y se levanta, caminando hacia Ta con una expresión de ternura.

¿Cómo te sientes hoy? -pregunta Jeff, agachándose a su lado y colocando una mano protectora sobre el vientre de Ta, ahora notablemente más grande por los gemelos.

Mejor ahora que estás me estás poniendo atención- responde Ta divertido antes de alzar la cuchara llena de nieve de nieve a su boca-  ¿Quieres un poco? Está deliciosa- dijo mientras veía a su alfa

Jeff se ríe suavemente y niega con la cabeza.

Prefiero disfrutar de la vista de ti disfrutando- dice, acariciando suavemente el vientre de Ta- Nuestros pequeños parecen estar bastante activos hoy- dijo mientras sentía como se movían

Aun podía recordar el día que por primera vez sintió sus leves pataditas cuando les hablo, ese día había llorado como nunca mientras les murmuraba que los amaba demasiado.

Salió de su pequeño pero hermoso recuerdo cuando escucho la risa de su Omega.

Sabes que les gusta moverse cuando escuchan tu voz o tal vez les gusta el helado tanto como a su papá- dijo Ta mientras colocaba su mano en la mejilla de su alfa.

Creo que tienes razón- dijo Jeff antes de darle un suave beso rápido

Ta observo como Jeff se inclinaba y besaba suavemente su vientre haciéndolo reír antes de verlo levantarse de nuevo.

Volveré al trabajo, pero no dudes en llamarme si necesitas algo—dice, con una mirada que refleja amor y protección.

Ta asintió y lo observa volver a su escritorio, sintiendo una oleada de felicidad y paz.

A pesar de los desafíos del embarazo de gemelos, la presencia de Jeff y su apoyo incondicional lo hacen sentir que todo está bien.

Con una última sonrisa, vuelve a concentrarse en su tazón de nieve, disfrutando de cada bocado y del momento compartido.

Una hora más tarde, la oficina está tranquila salvo por el suave sonido del tecleo de Jeff y el ocasional crujir de la nieve que Ta sigue disfrutando.

Ta termina su tazón y lo deja a un lado, recostándose en el sillón con una mano sobre su vientre, sintiendo a los gemelos moverse levemente.

De repente, Jeff suelta un profundo suspiro de cansancio, dejando caer su bolígrafo sobre el escritorio.

Amargó & Dulce Donde viven las historias. Descúbrelo ahora