Capitulo 25

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Jeff se encontraba acostado en la cama, su cuerpo relajado mientras sus ojos recorrían la figura de Ta, su Omega, profundamente dormido a su lado.

La tenue luz de la mañana comenzaba a colarse a través de las persianas medio abiertas, creando suaves reflejos sobre el rostro de Ta, quien lucía completamente en paz, acurrucado contra las sábanas.

Jeff sonrió enternecido al ver lo cómodo que su Omega se veía, su respiración suave y constante. Había algo en la forma en que Ta se abandonaba al sueño, en su confianza ciega en que el siempre estaría ahí para cuidarlo, que lo hacía sentir una ternura abrumadora.

De repente, Jeff notó cómo Ta comenzaba a moverse ligeramente. El pequeño gesto fue seguido de un suave gemido, y luego, los ojos de Ta se abrieron lentamente, todavía pesados por el sueño.

Parpadeó varias veces antes de fijar su mirada en Jeff, quien lo observaba con una sonrisa.

¿Qué pasa, mi Omega? -murmuró Jeff en voz baja, su tono lleno de cariño.

Ta suspiró y se acurrucó más contra las sábanas antes de hablar, su voz apenas audible y llena de sueño.

Tengo mucho frío... -dijo con un pequeño puchero-. Y la luz... no me deja dormir- agregó mientras se acurrucaba

Jeff soltó una risa suave, casi inaudible, y sin decir nada más, se inclinó hacia Ta, envolviéndolo con sus brazos y atrayéndolo más cerca de su cuerpo.

Sintió cómo Ta se acomodaba de inmediato contra él, buscando su calor y protección. Con un pequeño gesto de su mano, Jeff tomó el control de las persianas automáticas y las cerró por completo, dejando la habitación sumida en una agradable oscuridad.

¿Mejor?-susurró Jeff, su boca rozando la frente de Ta en un gesto de ternura.

Mucho mejor... -respondió Ta, apenas audible, antes de dejar escapar un suspiro de alivio.

Cerró los ojos nuevamente, acurrucándose más en el pecho de su Alfa, su mano subiendo para acariciar el fuerte pecho de Jeff bajo la suave tela de la camiseta que llevaba puesta.

No vayas a trabajar -murmuró Ta, su voz ronca por el sueño, mientras sus dedos trazaban pequeños círculos en el pecho de Jeff.

Jeff sonrió con indulgencia, besando la parte superior de la cabeza de Ta.

Tengo que trabajar, cariño -respondió con suavidad- Ya sabes que necesitamos seguir haciendo dinero para nuestra familia- dijo viendo a su Omega

Ta levantó la cabeza apenas un poco, sus ojos aún entrecerrados mientras lo miraba.

Los cachorros y yo te necesitamos más aquí -dijo en un tono suave, casi suplicante- Tuve un sueño horrible...- añadió, su voz temblando levemente mientras bajaba nuevamente la cabeza al pecho de Jeff.

La preocupación se instaló en los ojos de Jeff al escuchar aquellas palabras. Con un movimiento delicado, levantó la barbilla de Ta para mirarlo a los ojos.

¿Qué soñaste? -preguntó Jeff, su tono ahora más serio, pero lleno de cariño.

Ta cerró los ojos por un momento, como si el solo recuerdo del sueño le causara angustia. Cuando volvió a abrirlos, su voz salió en un susurro.

Soñé que me llevaban lejos de ti, Que me quitaban a nuestros bebés... y me dejaban solo- admitió, sus palabras temblorosas

El corazón de Jeff se apretó ante la confesión de su Omega. Era un temor comprensible, aunque irracional en el mundo que habían construido juntos.

Pero para Ta, que era tan sensible, la idea de ser separado de su familia debía haber sido aterradora. Jeff acarició su mejilla con ternura antes de inclinarse y presionar un beso firme en sus labios, asegurándose de que cada parte de su gesto transmitiera seguridad y protección.

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⏰ Última actualización: Sep 18 ⏰

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