capitulo 30

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pov t/n

estaba organizando algunos frascos que me había traído yushiro, ya no entraba a escondidas a la base a robar sangre, si no que me daban cuando lo necesitaba, ahora debo pensar bien en un plan.

siendo sincera, no quisiera volver a ir a matar a un demonio, con daki y gyutaro fue difícil, si no me hubiera aparecido en la base estaría muerta, y eso es lo que más me da miedo, morir ahora que…

miré el dedo en mi mano y sonreí

la vida nos ha dado una tercera oportunidad y no la quiero hechar a perder

tocaron el timbre de mi puerta, mi corazón saltó como loco por que solo había una persona que me pudiera venir a visitar y tocar a la puerta

corrí y cuando la abrí me encontré con el hombre mas lindo del mundo

estaba afirmado en la pared con una caja de regalo en la mano, me dió una sonrisa de lado antes de avanzar y tomarme de la cintura y besarme como lo ha hecho últimamente

desesperado, necesitado, ansioso, enamorado

-¿por qué te fuiste? -susurró encima de mis labios- yo estaba durmiendo tan bien contigo a mi lado

-ah… -sonreí- pues por qué señor novio, tus cortinas no están adaptadas y si me quedaba te ibas a despertar con un cuerpo calcinado

puso cara de estar pensando y yo me reí

-solucionaré ese tema esta misma tarde -miró por sobre mi hombro, se dió cuenta de que yo tenía todas las ventanas cubiertas con la misma tecnología de la base, y todas las luces encendidas- bonito

-gracias -me dió un besito y luego me pasó la cajita que traía en la mano -¿para mí?

-si -dijo mientras se dirigía al sofá para sentarse muy cómodo, como siempre lo hizo- ¿sabes que nuestro antiguo apartamento, en el que vivíamos se incendió? -desvié la mirada de la cajita de mis manos y lo miré colocando mi sonrisa más inocente- me dió mucha pena al saber, ahí estaban todos nuestros… -frunció el ceño al ver mi cara- ¿qué te pasa?

-emmm… es que -fui a sentarme a su lado y dejé el regalo sin abrir en la mesita que tenia al frente- fui yo

-¿tú? -dijo sorprendido

-sip -me encogí de hombros

-ok… creo que necesito mas detalles que ese “sip”

suspiré- fue la noche en la que te ví besar a Minami…

-ella me besó, no fui yo

-eso dicen todos -bromeé, pero para él no era una broma, me tomó de la cara para mirarme fijo-

-ella me besó, yo le había dicho muchas veces que empezaramos como amigos y ella quiso… acelerar las cosas

-ok, no importa sabito, dijimos que no iba a importar

-pero para mi era importante que lo supieras…

no pude hacer mas que sonreir- bueno, pero yo no sabia ese detalle, así que cuando me dí cuenta todo estaba en llamas… -me encogí de hombros- te estaba perdiendo sin poder hacer nada y me arrepiento tanto, era nuestro hogar

-ey, nuestro hogar es en donde estemos los dos… juntos -me besó- abre el regalo

sonreí y fui por la cajita, me volví a sentar a su lado y la abrí

fruncí el ceño y luego solté una carcajada tomando el vibrador rosa en mi mano y el bote de lubricante

-¿es en serio? -le dije aun riendo- ¿Robert rosa volvió?

-si nosotros volvimos ¿porque él no? -se puso de pie y me tomó por la cintura, mi cuerpo cayó por su espalda y me dió una nalgada- ¿dónde está tú… nuestra habitación?

-en la puerta que está detrás de tí -me reí

-ok… -empezó a caminar- ¡vamos a tener un trío!...

me dió un cosquilleo debajo del vientre

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sabito estaba descalzo solo con sus pantalones, yo estaba en bragas y su camiseta mientras lo miraba como se paseaba por mi apartamento mirando todo, estaba sonriendo, bueno ¿quien no después de 3 orgasmos?

pero la sonrisa se me fue cuando se fue a la cocina directo a la nevera

-ey, no, no -corrí- ahí no

-¿por qué? -corrió más rápido y abrió la puerta antes de que yo llegara, se quedó quieto al ver todos los recipientes etiquetados que tenía

-mierda, sabito… -traté de cerrar, pero él me apartó y tomó uno que decía “Tomioka”

-tienes varios -me dijo mirando dentro- ¿necesitas mucha cantidad?

-déjalo, por favor

-amor -dejó el recipiente- quiero saber todo de ti ahora, tengo que tener mis precauciones ahora que eres demonio… no quiero que vuelva a pasar algún imprevisto, como lo de las cortinas

-esto es diferente -tomé el frasco y lo volví a guardar- ¿tendrías sangre de tus amigos en tu nevera al lado de tu comida?

-si es por ti, si… -retrocedí un paso pero él me acercó tomándome de la cintura- sería capaz de cortar mi propia piel para que tomaras directo de mi si fuera necesario… ¿me crees?

se me llenaron los ojos de lágrimas

-te creo

-¿entonces? ¿Cuándo nos vamos a casar?

-no podemos -le dije, el se puso pálido- hay un pequeño detalle

-¿cual? -frunció el ceño

-que estoy muerta -él se quedó en silencio- sabito, legalmente estoy muerta, no nos podemos casar ni hacer una ceremonia como corresponde -el se puso serio de repente- pero no importa, a mi me basta con esto -tomé nuestras manos, en donde teníamos los anillos- saber que de igual manera estamos comprometidos

-pero debe haber una manera de…

-no la hay -lo interrumpí- no nos podemos casar sabito

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siempre fuiste tu - t/n x Sabito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora