capitulo 27

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pov t/n

desperté totalmente desorientada en una habitación que no reconocía, me dolía todo el cuerpo, como si me estuvieran cortando en pedacitos pero desde dentro, giré la cabeza y ví la puerta cerrarse, luego ví al niño a mi lado que hablaba sin parar

-y también me están enseñando a pelear… -dijo dando una patada y casi perdiendo el equilibrio

-ey -le dije débilmente- cuidado, es peligroso saltar en una silla

el me miró con una gran sonrisa y me puso ambas manos en la cara, sonreí

pero luego se bajó de la silla y corrió a la puerta, por mientras que él decía algo yo me senté en la cama, con mucho pero mucho dolor, y cuando alcé la vista ví a sabito

dos segundos después me estaba besando

sus labios estaban encima de los míos mientras sus lágrimas mojaban mis mejillas, me volvió a doler el cuerpo pero más me dolía el corazón que empezó a golpear tan fuerte en mi pecho que se me iba a salir

-pensé que te perdía -dijo sabito sobre mis labios dándome otro pequeño beso- pensé…

-estoy aquí -le dije sonriendo y colocando una mano en su mejilla- no me voy a ir a ningún lado

-eso lo veremos -dijo Shinobu preocupada- su corazón está demasiado acelerado, tranquilizate -miramos la máquina, Sabito tomó mis manos fuerte- t/n… esto no es normal, yo… 

-relájate shinobu -le dije sonriendo- me siento bien… bueno, me duele todo el cuerpo como si me hubieran dado una paliza pero estoy bien

-¡bah! -dijo Uzui- tanto alboroto y esta solo queria un beso, me lo hubieras dicho… te lo hubiera dado yo -levantó las cejas repetidamente

le levanté el dedo medio, todos se rieron

-que bueno verte despierta -dijo Rengoku- estábamos todos preocupados

-no fue para tanto -le dije sonriendo- estoy bien

entrelacé mis dedos con los de sabito y puse mi cabeza en la almohada, me sentía verdaderamente débil, pero en mi cabeza no me dejaba de dar vuelta la figura que ví uno de estos días, al hombre que corrió las cortinas para matarme, no lo pude reconocer y menos moverme, por que me volví a desmayar, ahora era un recuerdo borroso…

pero lo voy a encontrar sin decirle a nadie por que debe ser el mismo que casi consigue matarme… quiero venganza. 

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-espero no vuelvas a desaparecer -me dijo Kiriya, estaba sentado a mi lado tomando mis manos- tienes que recuperarte

-aunque quisiera -chasqueé los dedos- no me queda fuerza para nada, ni siquiera puedo volver a mi aspecto humano, me veo… 

-preciosa -dijo Sabito cuando entró, me dió un beso en la frente, desde que desperté hace un dia no me ha vuelto a besar en los labios, pero no es algo que me moleste, sé que tenemos una conversación pendiente, pero por lo menos me ha vuelto a mirar como antes- siempre estas preciosa

-soy un demonio -le dije sonriendo

-uno muy hermoso -me dijo nuevamente- y te traigo tu… comida -miró la bandeja que había dejado a un lado con un vaso de sangre, tenía el ceño fruncido- ¿de verdad no puedes comer nada más? 

-si puedo -me reí- pero no me sirve de nada

-ah… ok 

ambos se quedaron en silencio, yo los miré

-¿qué pasa? -pregunté

-qué debes comer -dijo sabito

-ah… prefiero tomarme eso cuando se vayan

-¿por qué? -dijo kiriya 

-por que… ¿es incómodo?

-para mi lo no es -dijo sabito- 

-para mi tampoco -dijo kiriya

-para mí sí -les dije con una ceja alzada- igual como esto -apunté mi rostro- no me gustan que me vean así… 

-amor -me interrumpió sabito- todos ya nos hicimos la idea de que ahora eres un demonio pero al parecer la única que no lo ha aceptado eres tú -se acercó tanto que pensé que me iba a besar -estás preciosa -susurró casi sobre mis labios- ¿te lo tengo que repetir? ¿o te lo demuestro?- la maquina de monitoreo otra vez sonó por mi corazón desbocado, sabito sonrió pero no se acercó más, me miró por unos breves segundos, miró mis labios, yo pensé que me iba a morir de un infarto al verlo nuevamente así, mirándome así y el celular le sonó, contestó- ¿si?

-¡Deja de provocar a t/n imbécil! -escuché el grito de shinobu al otro lado- que cada vez que su corazón vuelve a latir me suena la alarma en el celular

-ok jefa -dijo sabito riendo y cortó- lo siento, pero me tengo que alejar -se rió- eres la mujer más hermosa que pisa la tierra, para mi siempre lo serás

y se fue de la sala, mi corazón se empezó a tranquilizar y me tapé la cara con una almohada

-te mueres por él -dijo kiriya riendo

sin sacar la almohada de mi cara apunté la máquina que ahora sonaba un poco más lento- no, yo vuelvo a vivir por él kiriya

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siempre fuiste tu - t/n x Sabito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora