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Toph empacó su bolso lentamente, seleccionando y colocando cuidadosamente los artículos en el saco marrón. Estaba parada al lado de la cama en la habitación de Zuko y de ella. Aang y Zuko habían ido al palacio para hacer cosas de Avatar y futuro Señor del Fuego. Ninguno de los dos había estado muy entusiasmado cuando se fueron esta mañana y Aang había dicho que se irían tan pronto como resolvieran sus cosas, antes de que lo ataran más.

En realidad, no estaba bien. Todos ellos eran todavía muy jóvenes, pero debido a sus posiciones y roles durante la guerra, gente de todos lados intentaba imponerles responsabilidad. Toph frunció el ceño profundamente; ¿No podrían los adultos cuidar el mundo por ahora y dejarlos en paz?

Aunque ahora tenía que sonreír, al menos en parte era culpa del propio Zuko. Él no tenía idea, necesitaba gente que lo cuidara, no física o mentalmente pero aun así, o moriría en este aburrido lugar. La mano de Toph se posó suavemente sobre las sábanas de la cama y continuó sonriendo suavemente para sí misma. Las sábanas ahora eran suaves y cálidas; Hana o uno de los otros sirvientes habían hecho la cama.

De repente, el puño de Toph se había cerrado. Esto fue estúpido . Casi actuaba como si no quisiera irse. Es cierto que todo salió mejor de lo esperado. Y sí, había disfrutado estas últimas semanas con Zuko, estando aquí con él. Pero ella no podía quedarse. Todo el asunto de la Nación del Fuego y el resto... no era para ell, se iría, desaparecería y en un par de años Zuko se casaría de nuevo, con una chica que llenaría mucho mejor su lado de la cama.

Pero ella se resistía a ir, reconoció. Ella realmente había sido feliz con Zuko. Pero no podía durar, la responsabilidad, la maldita responsabilidad, siempre encontraba una manera de volver a sus vidas. Era mucho mejor irse ahora, antes de que las cosas se complicaran, mientras todavía tenía una oportunidad.

"No puedes huir de la responsabilidad para siempre", susurró una vocecita en Toph "¿Crees que estarás a salvo de ella con Aang? Míralo, siempre atrapado en los deberes de Avatar". Por un momento Toph vaciló, "Quédate aquí", imploró la voz, "quédate con Zuko. Disfruta lo que tienes ahora, vive el momento. Y nunca se sabe, tal vez incluso aprendas a amarlo".

Toph resopló y agarró su bolso de la cama colocándolo sobre su hombro. Eso casi suena como mi madre, pensó mientras salía pisando fuerte de la habitación. Y eso fue realmente estúpido.

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Aang y Zuko regresaron por la tarde. Realmente no había sucedido nada, nada que la gente no pudiera haber solucionado por sí misma, pero la oportunidad de que el Avatar viniera y los ayudara, bueno, era demasiado grande para resistirse.

En ese momento Aang estaba ansioso por seguir su camino nuevamente; antes de que pudiera quedar atrapado en actividades más mundanas (siempre era amable al decir que no).

"Fue genial verte de nuevo", los tres estaban parados en el jardín con Appa.

"Lo mismo digo", Zuko inclinó la cabeza y casi extendió la mano, pero entonces Aang dio un paso adelante y le dio un rápido abrazo. Dio un paso atrás, le sonrió y con un movimiento fluido se posó sobre la cabeza de Appa.

"Entonces," Zuko se volvió hacia Toph.

"Sí", cambió su peso, frotando un lado de su pie descalzo contra la tierra, "Te visitaré en algún momento, ¿esta bien? De incógnito".

Symbolism | TokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora