**Capítulo 6**

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Cerca de tres semanas habían transcurrido desde el incidente en el bosque, y en la universidad, la rutina persistía aparentemente inalterada. Sin embargo, para Lily, cada día era una batalla por mantener las apariencias. Aunque sus notas mostraban una notable mejoría, su vida seguía siendo un torbellino emocional. La ausencia persistente de sus padres se volvía más palpable con cada jornada que pasaba, y solo el apoyo inquebrantable de su mejor amigo James impedía que se desmoronara por completo.

En medio de este torbellino emocional, emergió Neesha en las aulas de Lily. Desde el primer instante, Lily quedó cautivada por su aura única y su singular belleza. Neesha, con su piel oscura que irradiaba confianza, sus trenzas de colores vibrantes y su cabello recogido en una coleta alta, desafiaba las normas establecidas con su estilo dinámico y moderno. La conexión entre Lily y Neesha fue instantánea, como si el destino hubiera conspirado para unirlas. Rápidamente, Neesha se integró al círculo de amigos de Lily, compartiendo no solo intereses similares, sino también una complicidad especial que solo ellas podían entender.

Además, Neesha, estudiante de historia como Lily, también incursionaba en el mundo de la moda. Esta combinación de intereses se reflejaba en su estilo de vestir, siempre deslumbrante y a la vanguardia, que destacaba entre la multitud universitaria.

Sin embargo, detrás de su aparente apertura hacia el grupo, Neesha guardaba celosamente su privacidad. Lily intuía que había un misterio detrás de esa sonrisa deslumbrante y esos ojos centelleantes. ¿Qué secretos ocultaba Neesha? Lily estaba decidida a descubrirlo, consciente de que la llegada de Neesha podría traer tanto nuevas amistades como nuevos desafíos a su vida universitaria.

Mientras tanto, en lo alto de las montañas, Amelia se esforzaba por auxiliar a su hermano mayor, Evan, consciente de que el hambre que lo atormentaba no cedería tan fácilmente. Observaba a Evan con una mezcla de frustración y preocupación. No era fácil para ella verlo en ese estado, pero sabía que debía mantener las apariencias, por encima de todo.

La tensión entre los hermanos Evan y Amelia se palpaba en el aire del bosque, cargado de una energía densa y desafiante. Amelia, con determinación, confrontaba a su hermano mayor, Evan, buscando sacudirlo de su letargo. Tres semanas habían pasado desde el incidente en el bosque, y Amelia no veía señales de mejoría en Evan.

—Evan, llevamos tres semanas y no has mostrado mejoría alguna —dijo Amelia con firmeza, empujando a su hermano hacia un árbol cercano.

El rostro de Evan reflejaba una mezcla de enojo y dolor ante el gesto de su hermana.

—¿Crees que este es el camino para recuperar a Lily? —la voz de Amelia sonaba más dura de lo que pretendía, pero sabía que debía ser firme.

—Deja de actuar como si te preocuparas por mí —respondió Evan, resignado.

Las palabras de su hermano le causaron un nudo en el estómago a Amelia. No era que no le importara, pero tenía que mantenerse firme para protegerlos a ambos.

—Lo hago porque necesitas liberar tu ira, no porque me preocupe por ti —dijo Amelia con voz más suave, aunque su mirada seguía siendo firme.

—Desata al monstruo que yace dentro, deja que el hambre te devore por completo, Evan—, retumbó la voz de su hermana en el aire crispado por la tensión de su enfrentamiento.

Evan, con determinación, sujetó a su hermana por el pecho, intentando derribarla con todas sus fuerzas. Sin embargo, la fuerza de Amelia era abrumadora, y sus ojos carmesíes chispeaban con una intensidad desafiante mientras se enfrentaban en un combate silencioso pero cargado de tensión. Cada golpe de Amelia encontraba su objetivo en el rostro de Evan, obligándolo a retroceder.

Oscuridad InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora