**Capítulo 9**

13 4 0
                                    

Justo en ese momento, apareció Evan, la figura familiar de Lily. Sus ojos, que normalmente brillaban con calidez y amabilidad, se oscurecieron al ver a Lily en peligro. Con una rapidez impresionante, se enfrentó a Amelia, lanzándola hacia un árbol cercano con un rugido de furia.

Lily cayó al suelo, sintiendo la adrenalina correr por sus venas mientras luchaba por recuperar el aliento. Los ojos de Evan, que habían estado llenos de furia un momento antes, se suavizaron al posarse en Lily, preocupados por su bienestar.

Evan se acercó a Lily con cautela, extendiendo una mano grande y protectora hacia ella. Lily temblaba, tanto por el shock del encuentro como por el frío que se había apoderado de su cuerpo, pero se aferró a la mano de Evan con gratitud y confianza.

—Estás a salvo ahora. Te llevaremos a casa de Asher —declaró Evan con una autoridad que no admitía réplica, mientras más personas se congregaban a su alrededor, cada una emanando una energía única y misteriosa.

Amelia se mantuvo en silencio, observando la escena con una expresión indecisa. Evan se acercó a Lily con pasos cuidadosos, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y alivio mientras se arrodillaba a su lado.

Asher, otro hombre lobo, ayudó a Lily a ponerse de pie con gentileza, sus manos fuertes y seguras brindando apoyo en un momento de vulnerabilidad. Aunque Lily seguía temblando, sintió un destello de seguridad en la firmeza de su agarre y se permitió confiar en aquellos que parecían conocerla mejor de lo que ella misma se conocía.

Mientras se dirigían hacia la casa, Lily luchaba por procesar lo que acababa de presenciar. Sus preguntas ardían en su mente, exigiendo respuestas que parecían estar más allá de su comprensión, pero una cosa era segura: su vida nunca volvería a ser la misma después de este encuentro inesperado en el bosque.

—¿Qué son ustedes? —preguntó Lily con voz temblorosa, su mirada buscando respuestas en los ojos de los que la rodeaban. Evan intercambió una mirada significativa con Asher antes de hablar, su voz resonando con una promesa de revelaciones futuras.

—Lily, todo estará bien. Te explicaremos todo una vez que te hayamos curado —prometió Evan, su tono lleno de determinación y una pizca de misterio mientras señalaba el cuello de Lily con su mano, donde aún se veía la marca del agarre de Amelia.

Lily asintió con determinación, aunque su corazón latía desbocado en su pecho. Cada mirada que recibía era como una interrogante silenciosa, pero una figura en particular la hacía sentirse más inquieta: la chica rubia, cuyos ojos aún brillaban con una intensidad sobrenatural.

El dolor punzante en su cuello era un recordatorio constante de la brutalidad del encuentro. Cuando sus dedos exploraron la herida, la visión de su propia sangre le provocó un estremecimiento. Lily apretó los dientes, luchando contra la oleada de pánico que amenazaba con abrumarla.

La reacción instantánea de Evan al ver la sangre la hizo sentir más vulnerable que nunca. Sus ojos, normalmente tranquilos y protectores, se llenaron de un fuego carmesí que parecía consumirlo todo a su paso. Lily se estremeció ante la intensidad de su mirada, preguntándose qué oscuros secretos ocultaban aquellos ojos que tantas veces la habían protegido.

Antes de que pudiera pronunciar una palabra, la chica rubia se abalanzó sobre Evan con una ferocidad sobrenatural, como si fuera una criatura salida de una pesadilla. En un instante, desaparecieron en la oscuridad del bosque, dejando a Lily con la sensación de que el mundo se había vuelto aún más peligroso de lo que jamás hubiera imaginado.

Mientras tanto, Asher, cuyos ojos destellaban con una mezcla intrigante de precaución y comprensión, ofreció a Lily un pañuelo para limpiar la sangre de su cuello. Ella aceptó el gesto con manos temblorosas, sintiendo cómo la tensión en el aire se volvía palpable. ¿Quién era realmente aquel enigmático joven? ¿Y por qué estaba tan dispuesto a ayudarla?

Oscuridad InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora