Awita era una brillante estrella de una banda de música y Jardred, un apasionado escritor. Se conocieron en una noche mágica, y su amor floreció entre las notas de la música y las palabras escritas con ternura. Sin embargo, la vida tenía otros planes para ellos.
Una enfermera terminal se apoderó de Awita robándole su voz y su esperanza. Aunque Jardred lo amaba con todo su corazón pero tuvo que verlo desvanecerse lentamente. La tristeza de perderlo fue inmensa pero siempre recordaría su voz en cada línea que escribía.
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꧁༺ Historia ༻꧂ Awita acababa de terminar un concierto con su banda conformada por sus amigos, en la multitud se encontraba un chico de cabellos naranjas y su mejor amigo aquel chico se llama 𝓙𝓪𝓻𝓭𝓻𝓮𝓭 Y el otro chico se llama And. Jardred le estaba reclamando a And por haberlo llevado a ese lugar.
—ahg, te dije que tenía mucho trabajo que hacer.
—te traje aquí para que te relajes, pasas todos los días escribiendo, debes relajarte.
—Estaría relajado si no me hubieras traído aquí.
Jardred sin decir nada se fué de ese lugar, en el camino a casa vio un muy bonito parque decidió sentarse en una de las bancas sacó su cuaderno y empezó a escribir pues ese lugar le transmite un sentimiento indescriptible, del otro lado de la banca que se encontraba awita este al ver al contrario tan solo se paró y se sentó a su lado, planeaba iniciar una conversación pero al ver que este estaba concentrado escribir no dijo nada. La curiosidad le ganó a awita y asomó su mirada al cuaderno del escritor, a awita le encantó lo que estaba leyendo era una historia con personajes los cuáles el se identificaba.
Después de un rato jardred noto la presencia de aquel chico, serró su cuadro rápidamente y se quedó en silencio. Nunca antes avía dejado que alguien leyera sus historias, le daba vergüenza. Con voz fría dijo lagunas palabras.
—acaso no te enseñaron a no usmiar en asuntos que no te incumben.
—¿¡eh!?, b-bueno, no era mi intención yo solo...cómo te ví solo decidí iniciar una conversación contigo pero al ver que estabas escribiendo, me gano la curiosidad y vi...un poco—sus palabras eran tímidas, se sentía avergonzado por tal acto.
Jardred no pronuncio ninguna palabra solo se paró con la intención de retirarse de ese lugar. Una mano lo detuvo siendo está mano la de awita. La luz de las farolas de aquel parque los iluminaban, sus ojos brillaban más que la propia luna, un sentimiento extraño los recorrió, sus corazones latian más rápido cada segundo.
Awita soltó la mano del contrario, sus miradas estaban fijas en el otro. Jardred pudo reaccionar y separar la mirada del contrario, un sonrojo apareció en sus caras y la tímida voz de awita se hizo presente una vez más.
