°INTRODUCCION•

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— Jung Hoseok, explícame  ¿Porque estoy viendo esto? — cuestionó con una ceja alzada y los brazos cruzados, casi atónito por la escena frente a sus ojos

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— Jung Hoseok, explícame  ¿Porque estoy viendo esto? — cuestionó con una ceja alzada y los brazos cruzados, casi atónito por la escena frente a sus ojos.

— Porque es tu hermanito Yoongi — el alfa de cabellos naranjas se acerco al mayor y lo rodeo en brazos — el amor es tan cursi. — dijo con una sonrisa.

La escena era simple, un alfa tratando de darle de comer a su pequeño Omega gruñon, lo más extraño sin duda era que no era cualquier alfa, sino que el futuro rey de Corea.

Park Jimin llevaba ya más de medio año tratando de conquistar el frío y caprichoso corazón de Jeon Jungkook, un Omega que sin hacer nada robo toda la atención del pelirubio. Su amor era sin duda extraño, empalagoso y sumamente cursi.

— Jungkook-ah, vamos, solo un bocado — sonrió extendiendo la mano tratando de que el Omega comiera.

Jungkook lo miro con una ceja alzada.

— No me gusta lo dulce — replicó bajando la vista al pedazo de tarta en la cucharita.

— Nunca lo has probado, no sabrás si te gustará— intento de nuevo.

— No lo quiero — bufo para rodar los ojos — Solo quiero unas papas fritas.

El alfa vio esa acción tan adorable.

Sin duda, era el alfa más estúpidamente enamorado del mundo.

Ambos eran predestinados, el único problema para que ellos entablaran una relación era que Jungkook no lo quería, el castaños estaba tan encontrá que diariamente lo rechazaba y trataba de alejarlo, no porque no le pareciera atractivo o porque su corazón lo rechazará como alfa, sino que esas no eran sus metas.

El no quería estar encerrado en su hogar cuidando de más y más cachorros, para nada.

El quería ser libre y viajar por el mundo como lo había estado haciendo en los años anteriores, antes de conocer al príncipe.

Su vida sin el rubio fue la soñada para el, sin problemas ni obligaciones, solo el y su maleta.

Extrañaba esos días. Con una sonrisa algo triste decidió empezar de nuevo.

— Vamos Señorito príncipe — levanto la mirada y vio directamente los ojos camelo del futuro rey — ¿Acaso espera que yo lo ame? Por favor, deje de ilusionarse con algo que no va a pasar. — un dolor fuerte se clavo en su pecho al ver aquellos ojos perder el brillo que le gustaba, ese brillo que tintineaba — Deje de buscarme y tratar de encontrar amor donde no hay nada, por favor, ya déjeme en paz de una maldita ves. — replicó antes de ponerse de pie y salir caminando a paso firme.

Sus piernas no querían moverse Pero el era fuerte, era aún más fuerte que esas ganas locas de voltear y regresar.

El amor predestinado no muchas veces era la salvación, a veces eran las cadenas que a uno lo atan a una vida de infelicidad.








  

Nueva historia

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Nueva historia.
Los capitulos serán cortos.
Les mando muchos besos 💋🤭

Kiss and kiss °En pausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora