°04°•. 💗

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Con su mochila en la espalda y llave en mano camino mirando al suelo, esa alfombra sin duda era muy roja.

Levanto los ojos para buscar el número de su habitación. 260 retumbaba en su cabeza una y otra ves al ver tantas puertas de color negro, al encontrar el número abrió la puerta y la cerro tras de el, camino con cansancio se saco los zapatos  y tiro su mochila a un costado, lo único que buscaba era tirarse en su esponjosa cama para poder dormir.

Con los ojos apunto de cerrarse arrastró sus pies y finalmente llego a las orillas de la cama para echarse boca abajo y dejar de pensar.

Estuvo en esa posición por no más de tres minutos antes de quedar noqueado por el sueño.

Por su mente viajaban solo sueños y sueño de el y cierto pelirubio enfrascado en un ardiente beso que termino en ambos desnudos sobre un colchón de marfil, el calor subio poco a poco hasta darle una imagen entera del el siendo poseido de la maneras mas ardientes posibles, un calor subio lentamente por todo su cuerpo terminando en zona intima, sus sueños parecían ser tan reales que casi podia sentir aquella respiracion en su oido y escuchar claramente el pequeño gruñir del alfa sobre su cuello con claras intenciones de marcarlo.

Los ojos se le nublaron hasta que cayó en la realidad.

Su cuerpo se levantó de golpe, respiro tan freneticamente que necesito unos minutos para recuperarse y quitarse la ensoñación, tenía el cuerpo mojado por el sudor.

¡Esto era el colmo! Se dió unas palmadas algo fuertes en su caliente rostro, estaba perdido.

Casi lloriqueo al ver su habitación, las sábanas estaban por los suelos y al parecer se había quitado la camiseta que traía, solo podía ver su pesones erizados por la exitacion y admitía que tenía buen cuerpo, sus venas se marcaban un poco por la anterior situacion.

No era momento de ser banidosos, suspiro recogiendo sus cabellos con su mano y tratando de sacudirlos para quitarles el sudor, pero era claro que necesitaba una ducha más que fría.

Se puso de pie y camino a su mochila que está en el suelo, saco de ella una toalla y estuvo dispuesto a usarla, claro que si no hubiera mirado de reojo el gran ventanal que daba a la gran vista al nevado y de paso al estacionamiento.

Y quizás se abría duchado de no ver al alfa de cabellos rubios. Si, quizás lo habría echo.

Sus cabellos se erizaron y nuevamente el miedo se apoderó de el.

¿Porque estaba ese alfa aquí? ¡Pero que mierda, debía de huir!

Rápidamente metió la toalla de nuevo a su mochila y levantó las sábanas para buscar su polera, se la puso para después casi salir disparado del cuarto, no pensoa siquiera en ponerse los zapatos, solo los tomo, se cargó su mochila y salio corriendo, una ves en cerca del ascensor lo vio ocupado y con los nuemeros cada ves acercandose a su piso, prefirio ser atletuco y tomo las escaleras.

A cada paso se sentía morir, ya cuando stuvo cerca del primer piso y con la respiración faltandole, se puso sus zapatos y nuevamente salió corriendo.

En el lobo parecía estar todo normal, claro, a excepción de los guardias de seguridad parados en las puertas, el solo se escondió y prefirió salir por atrás, camino casi corriendo hacia el estacionamiento, una ves afuera tomo un taxi y le pidio ir al aeropuerto.

Pudo respirar cuando ya estuvo de camino. ¿Acaso estaba dispuesto a perder todo el dinero que invirtió en ese recorrido solo por un alfa?

Claro que sí, ¡Vamos! Es el futuro rey, era casi imposible huir de el... Aunque si lo ponía en perspectiva, el alfa lo encontraría de todas maneras, quizás hasta tenía toda su información en las manos y hasta ya sabia en dónde vivía.

Mordió su labio inferior, esto era una porquería y lo diría cuántas veces fueran necesarias, no estaba dispuesto a aceptarlo, no lo haría nunca. Sus manos tomaron sus cabellos desesperado, tenía que huir Pero era difícil de lograr. ¿A donde podría ir? ¿Salir del país? Eso no podía hacerlo, debía de quedarse con Yoongi, su Hyung lo necesitaba... O quizás fuera el quien lo necesitaba.

Pasaron minutos tras minutos dónde el solo pensó en varias formas o maneras de huir Pero no hallo solución, al cabo de una hora llegó al aeropuerto y bajo dispuesto a abordar el siguiente vuelo a Seul y marcharse.

Pero no pudo hacerlo. Las puertas del aeropuerto estaban cerradas y resguardadas por varios guardaespaldas, el solo reaccionó unos segundos después y se tapo un poco el rostro para tratar de huir, lastima que fuera demadiado tarde para hacerlo.

Apenas y se dió la vuelta chico con un par de ojos brillantes y una sonrisa de angel, su cuerpo tembló ante la repentina sorpresa, casi se cae al piso.

— Mi Omega.

Jungkook trago grueso tratando de mantener la postura, este alfa era todo lo que algún día soño.

Pero sus sueños fueron rotos, se cayeron a pedazos y eso aún le dolía.

— No soy de nadie. — pronunció suave pero directo, sus ojos a diferencia de su cuerpo parecían reacios y desinteresados, todo lo contrario a su corazón y cuerpo que parecían temblar ante la imponente presencia.

Jeon Jungkook, esto no será fácil.

Kiss and kiss °En pausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora