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Le gustaban las rutas donde el estaba completamente solo y sin contacto con el mundo exterior, más sin embargo, está ves quería ir al monte nevado de Alaska, y si, no podía ir solo, está ves tuvo que inscribirse en una ruta de turismo

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Le gustaban las rutas donde el estaba completamente solo y sin contacto con el mundo exterior, más sin embargo, está ves quería ir al monte nevado de Alaska, y si, no podía ir solo, está ves tuvo que inscribirse en una ruta de turismo... Con más gente.

¿Acaso tenía el dinero para hacerlo?

Vamos, había trabajado como burro para lograrlo, no fue facil ahorrar tanto dinero y le costó casi un ojo de la cara, aunque tenía otros planes más, y uno de ellos era quedarse en Alaska y viajar al norte a pie, o quizas tomando aventones, pero eso le quitaba el chiste al asunto de alejarse de todos.

Sus pensamientos fueron ideando varias formas de pasar tiempo, debía de desaparecer por seis meses y no pensaba en volver, no quería hacerlo, tenia lo necesario para desaparecer por ese tiempo pero aun no se decidía ha que lugar exactamente debería de llegar.

Suspiro mirando por la ventanilla, estaba de camino al aeropuerto donde ya lo esperaban los guías. Más les valía que su estadía fuera perfecta, y si resultaba ser una estafa, estaba más de dispuesto a ir a ver rodar algunas cabezas.

Lo malo de las personas que no hablan mucho sin lugar a dudas es su imaginación, pues Jungkook tenía una imaginación demasiado amplia. Tanto que hasta se imagino ahorcandole el cuello a los encargados de la guía.

Al llegar al aeropuerto camino con calma a la puerta tres dónde estaban esperando. Siguió de recto y pudo divisar a varias personas, le dió un poco de nervios, no era tan bueno socializando, Pero está ves lo haría un poco, solo para que no pensaran que era un grosero.

— Buenas... — se inclino un poco al llegar— Soy Jeon Jungkook, un gusto — todos los presentes lo voltearon a ver, muchos de ellos eran betas y algunos eran parejas ya mayores, varios lo saludaron de vuelta y solo asintió a cada uno y después se fue hasta la parte de atrás.

Resulta que aún faltaban personas, pero que irresponsables.

Pasaron solo diez minutos más para que dieran las 12 y así los guías empezaron a hablar.

— Es un gusto para nosotros que nos elijan como sus guías, muchísimas gracias por la confianza — el par dió una gran reverencia. — el día de hoy estaremos encaminando nos en un viaje único y nuevo para todos ustedes, y nos alegra acompañarlos en estas nuevas aventuras.

— Por favor tengan confianza que estan en buenas manos.

Ambos sonrieron alegremente, a Jungkook solo le dió desesperación, el ya quería irse.

Luego de tres tediosos minutos de introducción por fin fueron a abordar el avión.

El Omega se empezó a sentir sumamente extraño, como su su cuerpo estuviera pesado y sumamente cansado, Jungkook respiro profundo para darse ánimos, seguro era el exceso de socialización que tuvo, la gente lo ponía débil, se alimentaban de su energía, de su chacra, o eso quería creer.

Al momento de abordar su vuelo, ya en la pista de vuelo sintió un extraño cosquilleo en su pecho, su corazón parecía explotar de calor, respiro profundo agarrándose el pecho.

Algo estaba mal, trago fuerte antes de levantar la vista, sus ojos chocaron con otros color caramelo, la vista se le nublo por segundos antes de verlo bien.

Un alfa de cabellos rubios lo observaba de igual manera, el tenía la mano en el pecho y su respiración parecía inestable. El Omega vio como los ojos contrarios se tornaban rojos, un miedo tan extraño lo invadió, la mente se le nublo y no fue que se dió cuenta hasta que la mujer beta detrás de el lo empujó suavemente para que siguiera caminando.

Ignoro el dolor en su corazón y respiro para tratar de ponerse cuerdo de nuevo, no. No podía ser eso, no por favor.

Subió una a una las escaleras al avión y de reojo vio al alfa aun observándolo, su piel se erizó cuando lo vio bajarse el avión y tratar de acercarse a donde el estaba, camino aun mas rápido y entro freneticamente al avión, dejo su mochila en su asiento y entro a los baños.

Su cuerpo estaba entrando en calor, debía de controlarse.

— Mierda, las pastillas— renegó, había dejado sus pastillas en su mochila.

A cada segundo sentía morir de calor, su cuerpo ardía y su mente estaba en caos, el baño era tan pequeño que solo podía acurrucarse en la esquina, respiro profundo varias veces rogando que aquel alfa no tratara de encontrarlo pues sabía lo que significaba.

El calor, las ganas intensas de salir corriendo del baño y lanzarse a los brazos del desconocido, aquel agudo sentimiento en el pecho, ese dolor que invadía su garganta y corazón. Era sin duda su destino, el alfa que estaba ligado a el en alma y corazón.

Cuando la comezón empezó a bajar y su corazón poco a poco se estabilizó, el agudo dolor de su alma lo hizo quedarse ahí sin siquiera pensar en nada más que llorar, por primera ves en años sus ojos parecían tener un torrencial que soltar, las lágrimas no parabam de caer, el dolor agudo en su corazon lo hacia sentirse aterrado.

¿Porque tuvo que verlo? ¿Porque no podía simplemente no conocerlo jamás en su vida?

Habían tantas preguntas en su mente que no noto el sudor frío que caía por todo su rostro, estaba cayendo en una agonía que lo obligaba a quedarse dormido, Jungkook se había desmayado.












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Kiss and kiss °En pausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora