iskola - (Joseph Descamps)

fajankó

La muchacha abrió sus ojos lentamente, veía muy borroso, solo distinguia que al frente de ella había siluetas, se oian murmullos.

De repente se incorporo rápido, una mano la sujeto.

- Cariño, no tan rápido. - hablo la enfermera. - Te desmayaste. - termino de hablar.

- ¿Enserio? - pregunto atonica Mikaela.

La mayor asintió, y mostró un semblante triste.

- El Sr. Bellanger, te permitio retirarte a tu casa, debes estar muy abrumada por tu hermano ¿no? - hablo pausadamente.

- Si claro - respondió Mikaela con una sonrisa algo forzada. - Entonces, le agradezco mucho. - hablo mientras se bajaba de la camilla.

- Si necesitas algo, llamame - hablo esta mientras anotaba algo en un papel, se lo entregó a la peli castaña.

La chica miro curiosa el papel, y le sonrio a la mayor, luego se fue caminando, tomó su mochila la cual estaba en el escritorio de la Sra. Bellanger.

Caminaba con una emoción de vacío, no estaba ni su hermano, ni Joseph esperando que despertara, esta solo suspiro.

Salió del recinto escolar, caminaba con normalidad a su hogar.

En otro lado estaba József, este escribía la leccion con sumo fastidio, no queria estar en la escuela, sin querer refunfuño, cosa que disgusto al maestro.

- Si no le interesa el latin, retirese Sr. Tischer, comprendo que solo sea bueno en matemática. - hablo el docente.

El joven lo miró con sumo cuidado, se estaba conteniendo de decir algo, pero su malgenio gano.

- ¿Por que enseña latin? Sabe que en unos años poca gente lo hablara, pues simplemente no es necesario, lo que si lo es, es la matemáticas, es fundamental para conseguir una carrera universitaria. - hablo tranquilo, el docente fruncio el ceño.

- Vaya y le pide a profesora de décimo que le de un pase para ir a la oficina de Bellanger. - dijo con un tono de odio el docente, el joven sólo se río, se incorporo y tras guardar sus cosas, se fue.

Camino con pesadez al salón de décimo, este solo entró al aula como si se tratase de su casa.

- Profesora, el docente de Latin, me dijo que le pidiera un pase para la oficina de Bellanger. - hablo neutral, la docente lo analizo unos segundos.

- Ni el buenos dias, como buen Tischer, grosero. - hablo entre dientes la docente, esta empezó a rellenar una hoja.

A causa del aburrimiento, József empezó a observar el aula, vio detenidamente que el asiento de su hermana estaba vacío.

- ¿Cual es la causa de su visita con el director? - pregunto la docente sin despegar la vista del papel.

- Perdi los estribos con el docente de latin, no fue nada grave, lo que pasa es que el es de porcelana. - hablo pausadamente, este sonreia ligeramente, pero no despegaba la vista del asiento vacío.

La docente hizo una mueca de disgusto mientras escribía en el papel.

- József - se escuchó la voz de Michele.

- ¿Que paso? - respondió con un tono tan indiferente que podía ser tomato facilmente por una forma grosera de responder, a la vez que alzaba ligeramente la cabeza para saber de donde provenía la voz.

- ¿Por que tu hermana esta faltando? - pregunto curiosa.

El joven se tomo unos segundos en responder.

- Dios sabra. - soltó con secamente, a la vez que recibió el papel que autorizaba su visita al despacho de Bellanger.

Luego se largo sin más.

- Que patan. - soltó la docente.