El sol del atardecer comenzaba a ocultarse detrás del Gran Lago de Hogwarts, bañando el castillo en tonos dorados y anaranjados. El día había sido largo, lleno de clases y prácticas de Quidditch, y la mayoría de los estudiantes disfrutaban del final de la jornada en los terrenos del castillo. Sin embargo, no todos los estudiantes estaban en paz.
James Potter y Lily Evans discutían acaloradamente cerca de los invernaderos, su usual rincón para conversaciones privadas. Sus voces, aunque intentaban ser contenidas, eran claramente audibles para los pocos que se encontraban cerca.
—¡No puedes seguir actuando como si todo girara a tu alrededor, James! —exclamó Lily, sus ojos verdes llameando de indignación.
James, despeinado como siempre, trataba de mantenerse tranquilo, pero su frustración era evidente.
—¡Y tú no puedes seguir diciéndome cómo debo vivir mi vida, Lily! —respondió, su voz subiendo de tono sin querer—. ¡No soy perfecto, pero siempre intento hacer lo mejor para nosotros!
Lily sacudió la cabeza, decepcionada y herida.
—Quizás "nosotros" ya no es lo mejor para ninguno de los dos, James.
Con esas palabras, se dio la vuelta y se alejó rápidamente, dejando a James solo y abatido.
No muy lejos de allí, tres figuras observaban la escena con interés. Regulus Black, con su elegancia y porte característicos, estaba acompañado por sus amigos Evan Rosier y Barty Crouch Jr. Desde su posición, podían ver claramente la expresión de dolor en el rostro de James Potter.
—Vaya, parece que el perfecto James Potter finalmente ha tenido un mal día —comentó Barty con una sonrisa maliciosa.
Evan asintió, sus ojos brillando con curiosidad.
—Sí, y parece que Lily Evans ha decidido que ha tenido suficiente de él. Interesante giro de los acontecimientos.
Regulus, que había estado observando en silencio, sonrió para sí mismo. Un pensamiento audaz y ambicioso comenzaba a formarse en su mente.
—En mis sueños, tengo un plan —dijo en voz baja, lo suficiente para que sus amigos lo escucharan—. Si logro enamorar a Potter, un hombre rico, sería genial... tendría demasiado.
Barty y Evan intercambiaron miradas de sorpresa antes de que sus rostros se iluminaran con entendimiento.
—Dinero —respondieron al unísono, completando el pensamiento de Regulus.
Regulus se encogió de hombros, su sonrisa convirtiéndose en una expresión de determinación.
—Dinero, poder, influencia... todo lo que podría desear. Y si, en el proceso, puedo quitarle algo a mi hermano y a su grupo de amigos, tanto mejor.
Evan rió, dando una palmada en la espalda de Regulus.
—Eso suena como el tipo de plan que esperaríamos de un Black. ¿Pero realmente crees que puedes hacerlo? ¿Enamorar a Potter?
Regulus miró nuevamente hacia donde James se encontraba, todavía inmóvil y perdido en sus pensamientos.
—Lo sabremos pronto. Todo lo que necesito es una oportunidad. Y ahora que está vulnerable, ese momento podría llegar antes de lo que imaginamos.
Mientras el sol finalmente se ocultaba detrás del horizonte, el destino de James Potter y Regulus Black comenzaba a entrelazarse de una manera que ninguno de ellos podría haber previsto. Y en ese crepúsculo, un plan ambicioso tomaba forma, prometiendo cambiar sus vidas para siempre
Los días siguientes al altercado entre James y Lily fueron un torbellino de rumores y especulaciones en los pasillos de Hogwarts. La ruptura de la pareja más prominente de la escuela era tema de conversación en cada rincón del castillo. Mientras tanto, Regulus Black, junto con Evan Rosier y Barty Crouch Jr., comenzaban a diseñar su plan con precisión calculada.
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regulus I like money black (jegulus)
Hayran Kurguregulus tenía 3 cosas en claro sobre James Potter 1- era Rico 2- era guapo 3- tenía una vergota esas tres cosas le servirían de mucho