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A medida que pasaban los días, James Potter encontraba cada vez más difícil ignorar los sentimientos que comenzaban a florecer en su corazón. Lo que había comenzado como una simple relación de compañerismo y colaboración en el Quidditch con Regulus Black, se estaba transformando en algo mucho más profundo.

James no podía negar la atracción que sentía hacia Regulus. Había algo en su seriedad y en la forma en que se preocupaba por las cosas que le importaban que lo intrigaba profundamente. Y aunque inicialmente había sido cauteloso debido a las advertencias de Sirius y Remus, cada interacción con Regulus sólo servía para fortalecer su conexión.

Una tarde soleada, después de una práctica intensa de Quidditch, James y Regulus se encontraron solos en el borde del campo. Regulus estaba revisando unas notas sobre estrategias de juego, mientras James se secaba el sudor con una toalla.

—Oye, Regulus —comenzó James, mirando hacia el horizonte—. Creo que deberíamos probar esa nueva táctica que mencionaste la otra vez. Creo que podría funcionar bien contra el equipo de Ravenclaw.

Regulus levantó la vista de sus notas, sorprendido por la propuesta directa de James.

—¿De verdad piensas eso? —preguntó Regulus, su ceño fruncido ligeramente mientras consideraba la sugerencia de James.

James asintió, su expresión seria.

—Sí, creo que podríamos sorprenderlos. Y además, confío en tu juicio.

Regulus se sintió halagado por el voto de confianza de James. Durante las últimas semanas, había aprendido a apreciar la honestidad y la determinación de James, cualidades que contrastaban con su personalidad extrovertida pero igualmente comprometida.

—Está bien, Potter. Hagámoslo —dijo Regulus finalmente, una pequeña sonrisa curvando sus labios.

James devolvió la sonrisa, sintiendo una oleada de calidez en su pecho.

A medida que trabajaban juntos en los preparativos para el próximo partido, James se dio cuenta de lo mucho que disfrutaba de la compañía de Regulus. Se encontraban con más frecuencia en la biblioteca para discutir estrategias, o simplemente compartían momentos de silencio cómodo en los terrenos del castillo.

Regulus, por su parte, también estaba empezando a sentir algo más que admiración por James. Había comenzado su plan con el objetivo de ganarse su confianza por razones prácticas, pero ahora se encontraba anhelando cada encuentro, deseando conocer más sobre la persona detrás del popular capitán de Quidditch y el bromista incorregible.

Una noche, después de una sesión de estudio compartida en la biblioteca, James y Regulus caminaban juntos de regreso a sus respectivas salas comunes. Habían estado debatiendo acaloradamente sobre las técnicas de vuelo cuando Regulus se detuvo de repente, mirando a James con seriedad.

—Potter, hay algo que quiero decirte —comenzó Regulus, su voz un poco nerviosa.

James se detuvo también, mirándolo expectante.

—¿Qué pasa, Regulus?

Regulus inhaló profundamente antes de continuar.

—Es solo que... he estado pensando mucho en nosotros últimamente. En cómo hemos estado trabajando juntos y en cómo... me gusta pasar tiempo contigo.

James sintió un vuelco en el estómago mientras miraba a Regulus, sus ojos verdes brillando con una emoción recién descubierta.

—Yo también, Regulus. Me gusta pasar tiempo contigo más de lo que había imaginado.

Hubo un momento de silencio entre ellos, el aire cargado de anticipación y vulnerabilidad. Regulus miró a James, buscando señales de rechazo o incomodidad, pero sólo encontró sinceridad y algo más en esos ojos verdes que lo miraban con ternura.

—¿Entonces... podríamos intentarlo? —preguntó Regulus finalmente, sus palabras apenas un susurro.

James sonrió suavemente, extendiendo su mano y colocándola con cuidado sobre el brazo de Regulus.

—Sí, Regulus. Me encantaría intentarlo.

La sonrisa que iluminó el rostro de Regulus fue la confirmación que James necesitaba. Había encontrado algo especial en Regulus Black, algo que iba más allá de las diferencias de casa o de las advertencias de amigos preocupados.

Y mientras caminaban juntos por los pasillos del castillo de Hogwarts, el peso de las expectativas y los secretos se desvaneció, dejando espacio para un nuevo comienzo lleno de posibilidades y, quizás, de un amor que ninguno de los dos había anticipado encontrar en el otro.






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Se que este capitulo es corto pero eh decidió pausar la historia por 2 semanas o más

regulus I like money black (jegulus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora