Rivales enamoradas || (Jemma)

Capítulo siete

Bueno, las vacaciones habían pasado muy
rápido para el gusto de Jenna sentía que los dos meses se le fueron volando.
Hace varias semanas desde su cumpleaños y se encontraba otra vez desayunando, ahora con diesisiete años, dispuesta a ira su cuarto año en la preparatoria.
Lo había pasado fenomenal, sus amigas y amigos la habían mantenido distraída todos los días, conversaba hasta tarde con las tres chicas vía Skype.
De alguna manera la llegada de Asher la hizo muy felíz, la verdad es que lo extraño bastante era una de sus amigos más cercanos aunque muchos de sus conocidos los molestaban diciendo que eran novios, hasta su hermanita Gala lo llamó cuñado mientras almorzaban juntos, y lo mejor de todo es que iban es estudiar juntos.

Lo único desgraciado en todos esos días fue
una persona que no salía de sus pensamientos: Emma Myers,la chica, que por cierto, Jenna odiaba y le estaba haciendo la vida imposible.
Todos los días recordaba sus ojos. Había
logrado dejar de escucharla o pensar en su risa pero lo único que su mente no podía olvidar, eran sus malditos ojos.

Ahora, pensar que hoy la volvería a ver, le
revolvía el estómago de una forma impensable, se sentía nerviosa y a la vez ridícula por sentir nervios.
Aunque vivieran en la misma ciudad, nunca se la encontró y todo eso debido a que se enteró de que se fue a un viaje fuera del país, pero ya volverían al instituto y sea cómo sea, alli desgraciadamente estarían cara a cara.
-¡Ahg, enserio, que horror!-dijo hundiendo
el rostro entre las manos y su madre, Natalie, la miró divertida.
-¿Sigues atormentada por esa chica,
cariño?-claro, durante todo el año Jenna le había hablado sobre las chicas que la fastidiaban,diciendo que no era tan grave como para acusarlas y restándole importancia.

-Por qué se preocupa tanto por una chica?-
preguntó Edward, cómo siempre él no entendía la situación.

-Porque esa chica lleva haciéndome imposible la vida-dijo dándole un mordisco a su emparedado, sentía la mantequilla de maní en el paladar- Por eso no quiero verla.

-Parece todo lo contrario, cariño. Has estado
muy ansiosa estos días-le guiñó un ojo, Jenna se ruborizó.

-¡Mamá!-la regañó, escuchando su risa.

Después de un rato salió directo a la preparatoria, está vez prefirio vestir algo diferente, optó por maquillarse un poco, llevaba puesto un pantalón jean ancho color crema rasgado por parte de las rodillas,polo color negro que dejaba ver su cintura, un chaleco con pequeños cuadros color marrón y unas zapatillas converse, iba con el cabello suelto ondulado.

Al llegar, a las primeras personas que encontró en el aparcamiento fueron Maddie y Melissa, la pelinegra se echó a los brazos de Jenna.

-Melissa, déjame respirar! Si nos vimos ayer-
reclamó, divertida, cuando la pelinegra se
separó y le guiñó un ojo.

- Estás preciosísima, ¿quien eres?,¿que hiciste con mi amiga? - comento Melissa.

-No exageres, no es para tanto si.

-Oye Jenna te has visto al espero, si no fueras mi mejor amiga, yo si te daba, ¿hiciste ejercicio o algo así?, mira el cuerpazo que te cargas eh !!!.

- Jenna y Melissa se echaron a reír, definitivamente Maddie no había cambiado nada.

Después de un rato escucharon el chirrido de unos neumáticos y apareció un convertible azul cerca de ellos, todo el mundo observaba la escena. Como si fuese una película, de el comenzaron a bajar los
que conformaban al grupito.

Joy y una chica llamada Naomi, conversaban
animosamente entre ellas y no lucían igual que el año anterior. Ya al cumplir los diesisiete años era cuando las chicas comenzaban a madurar, claramente lo habían hecho ya que vestían con unos jeans de mezclilla y unas blusas vaporosas
que dejaba al descubierto el abdomen. Incuso se podría decir que tenían maquillaje.
Oliver y Georgie eran otra historia, vestían
con unas camisas holgadas de ultima marca y chaquetas de cuero. Georgie fue hasta la puerta y le abrió a una rubia. Esa era claramente Emma Myers, la que Jenna conocía del año pasado era pequeña frente a esta. Estaba radiante y el sol de la playa le había dejado un hermoso bronceado. Vestía una falda negra junto con una camisa roja de tiras que dejaba ver un poco de su estómago y una chaqueta muy grande para que fuera de ella.

-Dios, ya llegaron esas zorras-se lamentaron
Melissa y Maddie, la ojicafe estaba muy distraída para hablar.

-¿Ellas?-preguntó Asher muy sorprendido,
recordaba a las chicas de aquel día en el cine
pero ahora estaban mucho más guapas.

-Si, aquellas ¿Jenna?-preguntó Melissa,
observando a su amiga en trance. No podía ser de nuevo-Ay, para ya. Se te sale la baba.
-¿Qué?-preguntó, parpadeando y observando a su amiga. -Tú ya sabes-la miró con desaprobación.
Maddie y Melissa se habían dado cuenta durante todas las vacaciones que la ojicafe no paraba de mencionar a Emma , siempre insultándola, pero era obvio que la volvía loca.

-No tengo idea que de hablas-se defendió y
observó cómo su amiga rodaba los ojos.

Desgraciadamente en el pasillo mientras
hablaban entre ellos, se encontraron con el
grupito de las plásticos. Ahora el cuarteto
estaba completo ya que no estaban los chicos
con ellas. Increiblemente se parecían a las
chicas engreídas esas de la película Mean Girls, solo que esto era en 3D.
Las cuatro caminaban con paso seguro y riendo entre ellas, los chicos se quedaban embobados mirándolas e incluso algunas chicas. Jasmin pasó junto a Melissa le propinó un leve empujón con el hombro en la espalda. La pelinegra recuperó el equilibrio y enojada estaba dispuesta a
enfrentarla, pero cuando se encontró con esos ojos miel comenzó a balbucear.

-Yo... tu.. no... déjanos... déjame en paz-dijo
apretando los puños y con la cabeza gacha, Jenna no podía creer que siempre que Jasmim le hablase actuase así.

-Aww, no has cambiado nada-dijo la latina en tono burlón, pero había un peculiar brillo en sus ojos al observar a la pelinegra-. Sigues siendo la misma perdedora de siempre.

-Ya. Detente, pedazo de plástico-salió a la
defensa Jenna, adelantándose frente a su
amiga y clavándose delante de Jasmin quien
entrecerró los ojos.

-¿Tu eras... ? Ah, Ortega-dijo restándole
importancia, cómo si ella fuera un cero a la
izquierda -. Pero mira que sorpresa, tú si que has cambiado y mucho, las vacaciones hicieron efecto en ti, dime, ¿Me dijiste pedazo de plástico? -preguntó ahora
captando las palabras, sus labios llevaban un
lindo color por el labial.

-Escuchaste.

-Sigues siendo igual de salida, fenómeno-dijo
Emma, adelantándose, y observando a Jenna
con una sonrisa burlona-. Metiéndote donde
nadie te manda.

- Me meto porqué quiero, o acaso te tengo que pedir permiso princesita hueca.

- Que me dijiste? - hablo Emma en un tono molesto, habían muchos estudiantes observando esa pequeña discusión.

- Acaso eres sorda? - dijo con una risa burlona, Jenna se acercó hasta estar unos centímetros cerca de Emma, la rubia no pudo evitar ruborizarse.

- Cállate - respondió Emma.
- Callame entonces, contradijo Jenna, está vez no se iba a quedar atrás.

Emma quería insulatarla y gritarle pero no podía,ni una sola palabra pudo salir de su boca, Jenna la puso en un estado de nervios que no le quedó más que empujarla y caminar por los demás pasillos, sus amigas fueron detrás de ella.

Emma hubiera hablado, pero estaba muy tonta, ver de cerca los hermosos ojos de Jenna la distraía por completo y le producían mariposas en el estómago. ¿Mariposas?,tendría que ser una broma. Debía de haber permanecido unos segundos sin hablar, estaba embobada observando a la castaña de pies a cabeza,ella había cambiado notablemente, lucía un cuerpo perfecto, no era la misma de antes.

- Eso, fue... - Melissa estaba anotita.
- Increíble - completo Maddie abrazando a Jenna - vaya pequitas, estuviste estupenda.

-No se la iba a dejar fácil - contestó Jenna.

- No sé ustedes pero yo llegué a sentir la tensión - dijo Asher mirando a Jenna, sabía a lo que se refería.

- Saben cambiemos de tema si y es mejor que nos dirijamos a clases, antes de que nos reprueben justo el primer día de clases.