Mientras la gran estrella roja comenzaba por ocultarse para dar paso a la noche, Orión Pax, policía autobot, se preparaba para recorrer las calles de la ciudad con propósito de proteger a sus ciudadanos y poner orden ante cualquier caos.
Tomó una nueva dirección, recorrió varias calles abajo, adentrandose en los suburbios de Cybertron, conocido como "las peores calles" por los bots, si, asi denominaban sitios como Kaon o Slaughter City, habitadas por decepticons en su mayoría, barrios sin reglas, sucios, humedos y oscuros donde el negocio era el contrabando de energon adulterado, sustancias ilícitas, apuestas ilegales, trata de bots...era el infierno mismo de Unicron.Unos golpes metálicos resonaron a lo lejos, captaron por completo su atención y cuando llegó a la escena le generó tal impotencia que no se lo pensó dos veces y actuó de inmediato;
Dos decepticons se disponían a "divertirse" golpeando a uno de los suyos, quien yacía sentado sin defenderse en absoluto, cuando Pax estuvo suficientemente cerca entendió el porqué, aquel con estaba bajo los efectos de cortocircuitos que atacaban directamentamente a su CPU, controlando por completo el procesador del consumidor. Nunca comprendió el porqué lo hacían, ¿Que sensación o felicidad se adquiría de esa poderosa droga? ...si se es incapaz de tener control alguno. La escena daba demasiada lástima, decidió frenar la situación cuanto antes.
Los cons atacantes se burlaron de él pero Orión sabía moverse y rápidamente los inmovilizó a ambos.
Su prioridad, poner a salvo a aquel desdichado bot, regresó con él, lo miró a los ópticos, estos se encontraban abiertos pero el decepticon estaba ido por sus efectos, no le oía, no le respondía ... no se movía, seguía en su posición, sentado con la mirada perdida hacia arriba...- ¿Ratchet? - hablo por el intercomunicador de su receptor de audio, Orión no podia hacer más por el desdichado, asi que acudió a un viejo amigo, quien si podría mejorar su condición física, al menos.
Una voz cansada gruñía del otro lado, Ratchet era un médico ya de avanzada edad, famoso por sus buenas calificaciones en un pasado al ingresar a la carrera como médico y ahora por salvar la vida de tantos bots. Tenía eones de experiencia y aunque gruñón y algo borde, era muy amable con los demás, siempre dispuesto a ayudar. No había mejor opción, a sí que después de avisarle, se presentó con el decepticon en brazos en la bahía médica.
- ¡Tiene el procesador frito! - Exclamó el viejo bot al ver la cara del con.
Ratchet no tenía problemas con atender a indivíduos de otros bandos o diferentes razas, lo que le molestó era que venía drogado, no valoraba la vida, eso lo molestaba.
- Lo voy a desintoxicar, cuando vuelva en sí y se estabilice lo dejaré ir - respondió secamente.
- Te dejo trabajar entonces, seguiré mi patrulla, suerte Ratchet - se despidió el policía.
Ratchet no perdió el tiempo, desactivó los cortocircuitos que rodeaban su casco, llevaba una buena dosis pues no llevaba uno, dos ni tres...eran muchos, realmente estaba jugando con su vida. Los retiró y examinó mas detenidamente al decepticon que seguía en un estado de shock.
Tenía el cuerpo malherido, no solo por los golpes que acaba de recibir, también se distinguían pasadas cicatrices, rasguños, abolladuras...estaba reventado.
Decidió que acabaría más rápido si le cambiaba varias piezas y con ello comenzó un arduo trabajo para darle un cuerpo funcional y sano de nuevo, trabajo que le llevó toda la noche.Al comienzo del amanecer, el con dió sus primeros indicios de estar volviendo del trance, fue tomando poco a poco el control de su cuerpo mientras su mente le situaba poco a poco que no estaba en la calle, si no en un edificio que no conocía, los movimientos alertaron al médico, quien esperó a que se situase y lograse articular alguna palabra.
- Donde...¿donde estoy? - habló con una voz cansada mientras parpadeaba.
- ¿Recuerdas algo? ¿donde estuviste esta noche? ¿Que andabas haciendo? ¿Acaso recuerdas tu nombre? - Ratchet no estaba para tonterias e intentaría alertar al bot de la mala vida que llevaba.
Lo miró, esperando una respuesta, este quedó pensativo hasta que se fijó en la insignia del médico;
- ¡Quiero ser uno de los tuyos! - respondió al fin.
A Ratchet casi le estalló la spark al oir aquello, pensó que seguiría en trance pero el decepticon decía la verdad.
- Mira joven, seguramente no recuerdes nada de lo que te sucedió anoche pero en pocas palabras, te encontraron drogado hasta "los tánques de energón", sin poderte mover de la dosis que llevabas y dos de tus amiguitos te estanban golpeando a lo loco, suerte que alguien lo vio y fue en tu ayuda - intentó no alzar la voz pero la situación le estaba superando.
- Si...eso me pasa a menudo... - realmente seguía perdido, no entendía nada.
- ¿Cuál es tu designación? - le preguntó.
- ...¡Drift! - respondió inseguro.
- ¿Seguro? No pareces muy convencido...- Lo observaba de brazos cruzados, estas situaciones le agotaban.
- ¡Quiero ser un autobot! - le volvió a implorar.
- ¡Calmate!, ahora no razonas, no has vuelto a la realidad del todo, te tendremos un tiempo más en observación y podrás marcharte.
- ¡No quiero irme! Quiero quedarme aqui, con los autobots - habló deprisa, con una mueca de miedo en sus ópticos.
Ratchet comenzó a notar que el extraño decépticon estaba muy seguro de lo que decía, había algún pasado traumático que quería evitar a toda costa. Decidió dejarlo descansar y interrogarlo más a fondo cuando estuviese más consciente y calmado.
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BUENAS !!!
Llevaba como 1 año con esta historia en mente...no queria subirlo hasta terminar la portada, (si, está sin acabar aún) pero no aguanté más.
Sé que debo acabar el libro de Magnus y Predaking y la segunda parte de Todo es interfaz...lo se!!
Denme tiempo, acabo unos exámenes y estaré o intentaré estar más activa...
Graciass y disfruten de este primer capítulo.
OriPax :)
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¡Quiero ser un Autobot! ~| DRATCHET |
FanfictionDeadlock, un decepticon arrepentido por su oscuro pasado y mala vida, despierta en una bahía médica situada en territorio enemigo, dandose cuenta de que los autobots se ayudan en vez de hacerse daño, tomará la decisión de su vida, convertirse al ban...