Capítulo 11

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Mi aturdido cerebro explotó con un estruendo. Sabiendo que la situación era completamente irremediable, sacudí la cabeza para tratar de obligarme a estar más lúcido, pero todo fue en vano cuando volví a ser sumergido en el caos del deseo carnal.

La piel resbaladiza y escamosa debajo de mí entró en contacto con mis pantalones y comenzó a frotarse contra mis genitales, y como los tentáculos de un calamar acariciando suavemente las partes más sensibles de mi cuerpo, una explosión de indescriptible lujuria llegó después de cada caricia de la cola de pez.

Además, mis pezones estaban siendo chupados y lamidos por la lengua de Jeonghan, duplicando la estimulación y obligándome a abrir la boca repetidamente. Ni siquiera pude tener en cuenta el fluido que chorreaba desde las comisuras de mi boca, aparte de dejar salir una serie de jadeos roncos.

Sentí que mi ropa interior se ponía húmeda, e instintivamente me di cuenta de que no era agua.

Fueron estas fricciones lascivas que hicieron que mi preseminal saliera. Esto era básicamente un signo natural que indicaba el descontento de un hombre por sus deseos insatisfechos. Esa fuerte sensación de vergüenza de repente volvió a mí. Me tragué el rebosante fluido en mi boca antes de apretar los dientes.

Sentí que todavía me quedaba algo de racionalidad, pero mi cuerpo ya había sucumbido a la lujuria hace mucho tiempo, sin siquiera saber cuándo mis piernas habían comenzado a aferrarse desesperadamente a la cola de pez.


Cuando me di cuenta de cuán coordinados estaban mis movimientos junto con los de él, también
sentí que el órgano sexual de Jeonghan se agrandaba aún más, la punta hinchada e hirviente golpeándose furiosamente entre mi ingle. Jeonghan usó una mano para apretar una de mis nalgas cubiertas, y con solo un movimiento de su mano, mis pantalones fueron completamente rotos en pedazos, mis nalgas ahora desnudas pegadas a la superficie fría, resbaladiza y húmeda de la cola de pez.


Mi cuerpo se estremeció inmediatamente debido a la frialdad mientras los cinco dedos del tritón se apretaban alrededor de mi cintura.

La cola de pez entonces levantó mi torso hacia arriba antes de empujar todo mi cuerpo hacia el abrazo del tritón, guiando a mi entrepierna a ensillarse cuidadosamente sobre la suya. El escurridizo y grueso órgano sexual debajo de mí ahora palpitaba contra la estrecha hendidura de mis nalgas, e incluso mi propio genital expuesto y endurecido se hincaba en el vientre bajo de Jeonghan.


Apretando mis dientes otra vez, cerré los ojos, sin atreverme a mirar hacia abajo para ver la escena que sucedía debajo de mí. Los vasos sanguíneos en mis mejillas parecían haber explotado en un
tono rojo, llamas calientes envolviendo mi cuerpo y quemándome por todas partes. Me hacía sentir tan avergonzado que estaba dispuesto a morir en ese mismo momento.

La cara de Jeonghan se apegó a la mía, dejando muy poco espacio entre nosotros. Su respiración dificultosa se derramó sobre mi frente. Abrí los ojos y mi mirada quedó instantáneamente
atrapada en las oscuras e insondables pupilas que me observaban profundamente.


Fue en esa fracción de segundo que sentí que mi conciencia era arrancada de mi cuerpo. Un sonido silencioso estaba resonando sin cesar en mi mente y haciendo que mi cabeza girara con
mareos, lo que provocó que mi cuerpo se sintiera anormalmente pesado y como si estuviera sumergido en el fondo del océano profundo.

Entré en pánico instantáneamente y trepé para envolverme alrededor del cuello de Jeonghan, quien luego se aprovechó de la altura para abrazarme
en sus brazos.

La cola del tritón debajo de mi cuerpo de repente me sostuvo, mis caderas instantáneamente levantadas antes de ser presionadas hacia abajo por la mano de Jeonghan.

De la nada, sentí un creciente calor en la hendidura entre mis nalgas. Un gigante resbaladizo abrió la entrada a mi cuerpo, el primer pionero en entrar en una zona tan recóndita, secretando una clase de moco lubricante en el camino, y se precipitó contra las paredes internas de mi ano.

𝐄𝐥 𝐓𝐑𝐈𝐓𝐎𝐍 𝐃𝐄 𝐒𝐇𝐔𝐀㆐JIHAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora