Capítulo 56

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El cuerpo rígido de Jeonghan fue bastante obvio, y creo que fue porque no esperaba que yo lo besara por propia cuenta.

En realidad, ni yo mismo sabía por qué lo hice. No estaba mentalmente preparado, fue como si otra persona de repente poseyera mi cuerpo. No, no solo mi cuerpo, sino también mi mente. Fue
realmente una acción subconsciente. Sabía que había una cámara de vigilancia grabando, pero aun así no pude impedir ese maldito pálpito en mi corazón. De verdad me sentía extremadamente consternado, y definitivamente no era porque me compadecía de esta poderosa criatura que había caído en una situación tan degenerada, ni por algún tipo de virtud y moral que un biólogo hubiera tenido... Más bien, era otro tipo de emoción intensa.


Sentí desconcierto, vacilación y conflicto al besarlo, pero Jeonghan no correspondió, tal vez porque no le quedaba nada de fuerza, o quizás porque me había escapado y provocado su ira, o probablemente pensaba que Sowon y yo éramos un equipo. Por supuesto, tenía todas las razones
para pensar esto. Tal vez, ahora creía que yo también era un ser humano cruel y egoísta, traicionándolo por el bien de mis propios intereses y beneficios.

Al pensar esto, mi corazón se sintió pesado e incómodo, y retiré mis labios de los suyos debido a la vacilación e indecisión. Sin embargo, de repente bajó la cabeza y estrelló sus labios contra los míos, sus colmillos perforando suavemente mi labio inferior y haciéndome gemir de dolor, pero
aun así persistió, mordiendo con más fuerza; luego continuó con su lengua aterciopelada, lamiendo y chupando donde sangraba.


Sentí su cuerpo estremecerse junto con el mío. El poder del beso era imperioso, pero firme como si quisiera matar mis pensamientos anteriores, deshaciéndolos a mordidas y tragándolos firmemente. O era como aferrarse a una locura moribunda, queriendo confirmar mis sentimientos
y aprecio. Mis labios se hincharon rápidamente, y el dolor provocó que encogiera la cabeza a unos centímetros de distancia. Mis manos descansaron sobre el costado de su prominente mejilla mientras murmuraba con un poco de incoherencia, —No me malinterpretes... Jeonghan. De ser
posible, realmente me gustaría salvarte ahora... Lo siento... ¡Maldita sea! Todo es por mi culpa, es completamente mi culpa que terminaras sufriendo así...


Mi mirada recorrió las cicatrices quemadas en su cuerpo. Cuanto más hablaba, más se contraía mi corazón. No pude evitar bajar la cabeza, descansar la frente contra su pecho y respirar profundamente.


De repente, me di cuenta de que había solo una cosa que debería y podía hacer: tratar sus heridas. Por lo tanto, suavemente y con precaución, estiré la lengua y comencé a lamer las cicatrices negras y chamuscadas en el pecho de Jeonghan. Los contornos de sus músculos se tensaron repentinamente, como al jalar una cuerda de arco, y se pudieron ver claramente pequeñas venas azul verdosas sobresaliendo de su piel intacta. Era obvio que Jeonghan sentía un dolor inmenso. Pero como un verdadero doctor, usé mi mano para presionar su fuerte y ancho omóplato, y como si estuviera tratando de consolar a un gran delfín herido, le acaricié dulcemente la nuca, moviendo mi cabeza hacia abajo para lamer la herida con lentitud.

La piel ya se había endurecido, pareciendo cuero quemado y hasta el punto en que incluso se podía oler el horrible hedor a quemado, lo que provocó que soltara una respiración temblorosa que había estado conteniendo. Como resultado, su habilidad de curación claramente se dañó y no tenía forma de activar la función de las células específicas que viajan por su sangre para que interpretaran su papel.


Hacerlo sangrar sería la forma más rápida de curarlo, pero no podía usar este método. ¡No podía arriesgarme a dejar que los nazis tuvieran la oportunidad de conseguir el ADN de Jeonghan, quién sabe qué clase de investigación aterradora llevarían a cabo si lo obtuvieran!


Me detuve por un segundo antes de morderme con fuerza el labio donde Jeonghan me había mordido anteriormente, pero mi vigor fue demasiado intenso, y mis labios comenzaron a doler como si se estuvieran destrozando en pedazos.

𝐄𝐥 𝐓𝐑𝐈𝐓𝐎𝐍 𝐃𝐄 𝐒𝐇𝐔𝐀㆐JIHAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora