Capitulo 5: Se comienza a distinguir la imagen

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Aunque hubieran similitudes, estaba segura de que no eran la misma persona. Aun así, el desaparecimiento de la princesa seguía rondando en mi cabeza, como había pasado tanto tiempo y nadie tenía rastro alguno de ella ¿Cómo es posible hacer desaparecer a una niña? Ella no había muerto, sino la llama que unía a Iri, estaba pensando no puede haber desaparecido por arte de magia, pero si era posible aunque seguramente la inspección de los detectives de la Armada Real deben haberlo pensado ya, pero yo jamás descartaría la posibilidad de ello, vaya a saber que tipo de magia sabia los que se la habían llevado, esos hechizos deben ser muy poderosos.

Estaba decidida a tomar la investigación en mis manos, sabía que no debía involucrarme pero esto era más grande que yo... La princesa era el futuro de Iri, sin la llama del fénix, Iri podría morir, la magia moriría, alejándome de los cuadros, continúe vigilando los pasillos detenidamente, atenta a cualquier ruido, saludé a algunas sirvientas, las cuales me devolvían el saludo, luego de haber estado dentro del castillo salí a los jardines, vislumbrando a el grupo de compañeras de Rena y a ella en el centro, cuando me vieron, la trajeron hacia a mi sonriéndome y soltaban risillas, prácticamente la lanzaron a mis brazos y la tome de la cintura para que ella no cayera

- Hola preciosa – le sonrió con dulzura mirándola a los ojos, ella se sonrojo bastante mirándome – ¿Estás bien o te comió la lengua el gato? – al escucharme decir eso se sonrojo aún más de lo que ya estaba y luego se rió y para provocarme ella acercó su rostro al mío sorprendiéndome – Me parece que a ti si te comió la lengua el gato bonita – trague en seco y me sonroje mientras sus compañeras nos silbaban y nuestros ojos se conectaron, solo existíamos nosotras ahora y murmuré – Definitivamente no fue un gato... -roce nuestras narices – Tengo que volver al trabajo, preciosa – ella rodeo sus brazos sobre mis hombros - ¿De verdad? – asentí aunque no deseaba soltarla – Si – me miró con ternura y luego me besó la mejilla – Ve no te retendré mas... -sonreí sin soltarla y bese el borde de sus labios para luego soltarla – Te quiero – dije para alejarme y seguir vigilando.

Al terminar el día todos nos fuimos a las duchas y al salir estaba con un pantalón y un top cuello de tortuga, sin mangas, me puse mis botas cortas y un saco y salí de la Academia dirigiéndome hacia la casa de mis abuelos, cuando sentí unos brazos rodear mi cintura, sorprendida intenté girarme para ver quién era pensando que habían sido una de mis compañeras queriendo hacerme una broma pero al ver los destellos de cabellos rojos me reí un poco y solo acaricie sus manos – Hola de nuevo – ella murmuró algo pero no logré escucharlo – Perdón, ¿Dijiste algo? – Por fin quito su rostro de mi espalda y susurro en mi cuello – Te-Te veías muy bien en uniforme... -me sonroje pero reí – Lo sé no podías quitarme los ojos de encima linda, ni tú, ni tus amigas – tome una de sus manos y la bese y mis ojos la miraban con un cierto brillo - ¿Cuándo debes volver a la universidad? – Ella me miró y luego suspiro - ¿Está mal si digo que quiero quedarme? – se separó de mi con un semblante triste – No quiero volver en dos días, quiero quedarme aquí co-contigo – lo último lo susurro pero lo escuché y lo entendí por lo que el sonrojo se hizo muy notable en mi rostro intenté taparlo con una mano y desvíe la mirada – Aww, que tierna Serena ¿Acaso quieres matarme de un infarto cielo? – ella se rió y seguía poniendo una cara tierna, provocándome y yo roja como tomate me tapaba el rostro y decía – Ay no, mi amiga es bonita y tierna – decia haciendo que ahora ella fuera la que se sonrojaba – O-Oye no es justo tu solita, te haz avergonzado de las caras que hago -me reía y bese su mejilla, y la abrace con fuerza – Si encerio quieres quedarte tal vez pueda transferirte aquí, yo creo que te lo permitirían, y si lo necesitas hablare bien de ti... - todo esto lo decia cerca de su oido y sentia su calor y sus latidos aumentaron – Solo quiero que seas feliz – ella asintió y luego me miró – Te dare Una respuesta en Año Nuevo ¿Te parece? – creía que era justo le daba suficiente tiempo para pensar bien que haría con su futuro, que es lo quería ser y cuáles serían sus metas para completar su camino, la acompañe a su cabaña, sus compañeros espiaban por las cortinas, cuando las ví, me reí y las saludé, estás al ver que las saludé se sonrojaron y salieron de alli, me despedí de Rena para volver a mi casa, llegué agotada, feliz pero por sobre todo con miles de preguntas sobre las conjeturas que había hecho sobre la princesa y su similitud con Serena aunque era imposible que ella fuera nuestra futura gobernante sobre todo por algo en específico... Serena no tenía aura mágica, es una habilidad, los que tenemos magia podemos sentir si alguien mas tiene ese tipo de aura y reconocernos entre nosotros.

La llama perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora