Louis
Él era hermoso, sí, podía definirlo como tal, pero me había follado a mejores.
Sin embargo, esta noche no importaba si lo era o no, mi objetivo se trataba
sobre abrirle las piernas encima de mi escritorio y follarlo, un paso de lo
más fácil. Él, igual que los otros omegas, caían a mis pies tan solo con una mirada, no necesitaba hacer mucho para que solo se bajara las bragas y se me ofreciera.
Mientras lo veía caminar hacia mí, no disimulaba su deseo, me follaba con
la mirada, su fama de omega decente se iba a la mierda conmigo. Contoneaba más sus caderas, sus pechos sobresalían bajo esa camisa escotada, los pezones se dibujaban a través de la tela y por un instante quise prenderme de ellos y mamarlos hasta hacerlo venir; más no buscaba su placer, únicamente el mío, si terminaba o no, me daba igual. Mi lado egoísta se mostraba incapaz y totalmente renuente a buscar complacer a alguien más.—Es peligroso meterse conmigo –dijo en voz mortecina; se sentó sobre el escritorio, justo entre mis piernas–. Él te matará si se entera lo que estamos a punto de hacer.
—¿Crees que me importa que tu novio se enoje por la mamada que me darás?
—Deberías preocuparte
—Y tú deberías cerrar esa boca, a menos que la mantengas abierta para algo
más interesante que hablar mierda que a nadie le interesa.Se mordió el labio de forma sensual y atrevida, la adrenalina corría por sus venas, aprecié el latir errático de su corazón gracias a esa vena que se movía frenética en su cuello. Él estaba consciente de que el terreno que se hallaba pisando era peligroso y podría hacerlo caer en cualquier instante, pero la lujuria y el placer que detona lo prohibido, podían más que su instinto de supervivencia y el amor que le pregonaba a su novio.
Todos eran iguales, todos caían ante el placer, y no solo se trataba de ellos, nosotros éramos iguales. ¿Fidelidad? Eso no existía o al menos no conocía a alguien que lo haya seguido en todo el sentido de la palabra.
Tonterías de los enamorados estúpidos.
Regresé mi atención al pelirrojo que me miraba ansioso. Me desabotoné el
pantalón y saqué ante él mi pene bien erecto, invitándolo a lamerlo y probarlo de arriba abajo; masajeé despacio, mis dedos advirtieron las venas palpitantes que se marcaban con dureza hasta debajo de mi hinchado glande.No tuve que decirle lo que tenía que hacer, se puso de rodillas y sin que sus dedos temblaran sostuvo mi erección. Me incliné hacia atrás sobre el respaldo, entonces sentí su calor cubrir parte de mi carne, lo metió a su boca y probó con la lengua, chupó y succionó la punta, logró que un siseo escapara de mi garganta. Repitió el proceso, llevándolo más adentro conforme avanzaba. Su mano libre hurgó bajo mi bóxer, cogió mis testículos y los acarició con sutileza, enviando cientos de sensaciones calientes a través de mi vientre bajo.
—Vamos, precioso, sé que quieres que te folle, debes ganártelo –susurré entre dientes.
—Eres tan grande...
—Por supuesto que lo soy –metí dos de mis dedos a su boca–, abre más, quiero llegar al fondo de tu garganta.
Con la otra mano agarré su cabello entre los dedos, tomé impulso de él y empujé mi pelvis contra su boca. Su cara se contrajo, apenas lograba respirar, mi tamaño acaparaba todo; el labial rojo que usaba se dispersó por la comisura de su boca, la saliva resbaló. Mi pecho se agitó, mis testículos subieron y descargaron el semen dentro.
—Eso es, chúpalo todo –siseé, obligándolo a tragar hasta la última gota.
Lo aparté de mí y sonreí al verlo usado y de rodillas. Una imagen digna que no olvidaría. Carajo. Ojalá lo hubiera grabado.
Me incorporé de la silla justo cuando Harry abrió la puerta y dejó entrar a dos personas: tío y sobrino. Acomodé mi saco y mi sonrisa se ensanchó.
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I WANNA BE YOURS
FanfictionA Louis Tomlinson nadie le dice que no. Un mafioso en el bajo mundo y un empresario exitoso ante el ojo público, considerado un demonio destructivo y ambicioso, determinado siempre a conseguir lo que quiere y obtenerlo a cualquier costo, hasta que l...