I WANNA BE YOURS

Capítulo 8

Harry

Solo lo escuchaba hablar deprisa a través de su celular, como siempre, ladraba ordenes a quien sea que estuviera del otro lado; mi vista estaba fija en el exterior sobre el aeropuerto mientras avanzábamos hacia la pista donde el Jet privado esperaba.
La semana pasó muy rápido, tuve muchísimo trabajo, tanto en la universidad como en la oficina, a Louis no se le veía mucho por allá, estaba concentrado en encontrar a los responsables de la muerte de Zayn. Aunque debo mencionar que noté cierta distancia impuesta por su parte, las bromas conmigo acabaron y su actitud "extraña" también. Solo me dirigía la palabra para lo necesario y lo confieso, me sentí aliviado de que volviéramos a tomar los roles que teníamos.

No era un estúpido para no notar el cambio entre nosotros, la forma en que me miraba no pasaba desapercibida para mí, como si estuviera dándose cuenta de quien era debajo de las ropas holgadas que usaba, y me aterraba que lo descubriera.
No quería a un alfa como Louis Tomlinson en mi vida.
Al menos no de manera sentimental o sexual. Poseía muy buen autocontrol, que ni siquiera solté una pizca de olor o de lubricante al verlo desnudo, pese a que, por dentro haya gritado como un loco al descubrir la magnitud de sus proporciones y ahí fue entendible por qué tenía a todos los omegas rendidas a sus pies. Si yo fuera débil, habría estado en la misma posición que ellos, pero no, Louis no me impresionaba, había convivido tanto con él que ya ni siquiera lograba ponerme nervioso.

Sí, me gustaba, pero solo eso. Si llegaba a suceder algo, lo cual dudo, yo no sería uno más en su lista, él sería uno más en la mía.
Reí por dentro. Uno más... claro, ni siquiera había tenido un primero.
Suspiré. La confianza sobre mi cuerpo no se la daría a cualquiera.

El auto se detuvo, el chofer abrió la puerta de Louis y otro hombre abrió la mía, me dedicó una sonrisa amable que le regresé y seguí a mi jefe que se precipitó hacia el interior del Jet sin soltar su móvil.
Definitivamente sería un fin de semana largo, al menos me quedaba tranquilo de que Theo se quedó en las buenas manos de Francis, quien, siendo obligado por Louis, estaría a cargo de mi gato. Había sido un pretexto más mío para no viajar con Louis el no tener quien cuidara de él, pero se las ingenio, como siempre y aquí estábamos.
Al entrar al lujoso Jet con olor a piel, avancé por el pasillo hacia el asiento posterior que el de mi jefe.

—Lo quiero sentado frente a mí, Styles –dijo, deteniendo mis intensiones de mantenerme alejado de él. Maldije por lo bajo y caminé hacia el lugar.

Me senté frente a él sin queja alguna, coloqué mi cinturón sin mirarlo a la cara.
La llamada había terminado y ahora me daba su atención y no me gustaba.
Me miraba minuciosamente y yo detestaba tener los ojos de cualquier persona sobre mí por mucho tiempo, me incomodaba.

—¿Reservó en el hotel? –Preguntó, mi vista en sus rodillas– No quiero quedarme cerca de Shawn.

—Sí, señor, la mejor suite para usted.

—¿Y la suya?

—Justo un piso debajo del suyo.

—Cambie la habitación, lo quiero cerca de mí –detalló. Alcé la cara.

—¿Qué caso tendría? Podría estar con usted en minutos.

—No me cuestione y haga lo que le digo –dijo serio. Respiré profundo.

—Bien.

Despegamos en silencio. Él seguía mirándome y estaba desesperándome, me observaba como quien intenta descifrar algún mapa. Sin embargo, cuando estuvimos en el aire, un sobrecargo se acercó, ofreciéndole un vaso con whisky o ron, lo ignoraba; fue imposible no notar como él casi le ponía su enorme trasero en la cara a mi jefe, mientras que él parecía divertido con que lo hiciera.
Se lanzaron una mirada y supe lo que sucedería a continuación.
Él se retiró hacia su lugar, cerró una cortina azul y se perdió de mi vista. Louis dio un trago a su bebida y relamió sus labios al finalizar; se quitó el cinturón y se levantó sin decir nada, dirigiéndose hacia donde el sobrecargo se había ido.