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20 de enero de 2024
Buenos Aires

-Vamos chicas con el bloqueo, dale dale dale- dijo mientras aplaudía mi entrenador Mauro.

Estaba jugando un partido amistoso de verano contra Velez.

La cosa se picaba cada vez más, estábamos empatadas 0 a 0 y ninguno de los dos equipos quería perder o dar brazo a torcer, por eso hacer goles era algo bastante complicado.

El último cuarto estaba recién empezando, faltaban unos 12 minutos todavía, es decir íbamos por el minuto 3 más o menos.

Me posicione lo más rápido que pude un poco más atrás que el 9 formando una "V" Cuando la bocha salió del central al marcador de mi lado, fui directamente a presionar quitandole exitosamente la bocha y corriendo hacia el área rival

-Pega o busca el corto- grito Javi, el preparador físico

No lo pensé mucho y apenas puse un pie en el área levante el palo y pegue al arco lo más fuerte que tuve, para mi suerte la pelota entró y todas nos abrazamos y festejamos el gol para luego volver a nuestras posiciones y que el equipo rival pueda sacar.

-Vamos dale, a no bajar la intensidad ahora- dijo Mauro

Uno de los árbitros tocó el silbato y la bocha volvió a correr.

Sabía que mis amigos vendrían un rato después de se entrenamiento y que Noe con su hija Bianca, Kia y Agus estaban desde el principio.

Lo que no sabía es que cierta persona los acompañaría.

Cierto ojiclaro para ser más concreta.

Faltaban solamente 5 minutos y habían cobrado largo para Velez, así que todas nos pusimos con las marcas, pero al ver que la jugadora entraba e iba a pegar sola de revés, solté mi marca y le baje el palo para que no pegue, pero al hacerlo me pego con el palo en la rodilla haciendo que un dolor invadirá toda mi pierna.

Caí seco al piso un poco aturdida, el dolor que sentía no se comparaba con ningún dolor que hubiera sentido antes, mire mi pierna y me percate de que tenia un corte bastante notable lleno de sangre que por cierto hizo que casi me desmaye.

La médica ingreso a la cancha junto con el dt y el preparador físico, me limpiaron un poco la herida y llamaron a mis amigos que estaban afuera para que alguno me llevara a la enfermería a que me hagan los puntos para cerrar la herida

Pero mayor fue mi sorpresa cuando vi a Kevin con cara de preocupado, sin decir nada me levantó y yo me abrace a su cuello para no caerme y me llevó corriendo a la enfermería,

No pude evitar llorar, porque claramente me dolía un montón, mientras Kevin me decía que todo iba a estar bien que intentará calmarme.

Llegamos a la sala, la enfermera de turno nos recibió y le pidió al chico que me acostara en la camilla mientras ella preparaba las cosas

-Tengo miedo, me duele mucho- le dije

Desde chiquita siempre me dio mucho miedo que en algún momento me tuvieran que cocer ya que las agujas me dan muchísima impresión.

-Tranquila Cami, yo voy a estar al lado tuyo, agarrame la mano y apretamela fuerte si te duele- me dijo

Le enfermera volvió con la anestesia, me pincho y empezó empezó cocer haciendo que inevitablemente suelte algún que otro gélido de dolor porque obviamente se sentía raro.

-Bueno, te voy a poner una venda, es importante que te la cambies mínimo 3 veces al día, en 2 semanas volve así te saco los puntos y después tenes que hacer una semana más de reposo para asegurase de que la herida cicatrice totalmente y no haya riesgo de que se infecte o vuelva a abrir, por el momento no te lo podes lavar, tenes que esperar mínimo 48 horas y cuando pase te lo podes lavar con agua y jabón pero sin frotar- dijo la doctora- si te duele toma paracetamol y cualquier molestia que tengas o notes que esta mal no dudes en venir por favor

Anatomy || Kevin ZenónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora