Capitulo 4

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Año 2001

Habían pasado una semana después de esa platica de ambas mujeres, Claudia pidió un día libre de trabajo, el cual ocuparía para llegar al jardín, era como una hacienda al norte de la ciudad, la cual estaba cuidada y se veía acogedora para un entorno así, es cuando salió un joven a recibirlas, el cual las condujo a la casa principal, había varias cabañas alrededor pero al ingresar a esa casa el recibidor, una sala de baile y varios lugares llegaron al despacho donde estaba sentado un chico mulato junto con una mujer ya mayor viendo documentos, lo cual Anna se inclina ante la dama y Claudia solo inclina la cabeza en señal de respeto, Anna da unas palabras a la señora la cual le da una sonrisa a la secretaria del DF.

-calma, te harán la entrevista – decía Anna a su acompañante, dándole un leve apretón de la mano- se sincera

-muchas gracias, y no sé cómo pagare este favor – diciendo Claudia con algo de emoción en su voz – espero que todo salga a mi favor

-así será, y animo – Anna junto con la señora de esa sala, dejándola con el mulato a solas dentro de ese despacho

Cuando se cerró la puerta, el chico le dio la señal a Claudia para que tomara asiento en la silla que estaba delante del escritorio, lo cual esta toma el lugar indicado, la notaba algo nerviosa y emocionada

-hola buenas tardes mi nombre es Oz, el sumiso – instructor de este jardín, me comentaron que quieres ser sumisa, pero tu fachada es algo dominante - viendo detenidamente a Claudia con esos ojos verdes que parecían un escáner – cuál es tu punto de ser sumisa

-hace tiempo encontré una dominante, la cual me hizo sentir protegida y guiada por una simple acción, sé que es una tontería pero deseo entrenar para estar lista para ella cuando nuevamente me la llegue a topar – sincerándose esa mujer ante aquel caballero que la estaba escuchando – quiero ser su sumisa, porque necesito algo que me contenga, me proteja de mi misma y servirle de forma plena

El instructor escuchando lo que Claudia dijo, sonrió hace tiempo Caravaggio había mencionado que su deseo de ser la mejor dominante fue por una mujer que hace tiempo había tomado como su sumisa pero nunca la volvió a ver en ese momento, la historia coincidían en puntos centrales, volverse la mejor para otro, en ese momento se levantó y condujo a Claudia a la área de entrenamiento de sumisas, el cual se encontraba en una área abierta pero cubierta con un domo en el cual las sumisas aprendían lo básico, como presentarse, como cuidarse, como servir básicamente a su amo, al ver esto Claudia se sonrojo al ver a esas mujeres ser azotadas y atadas, controlar sus cuerpos a ese placer divino y casi mortal.

-esto es una muestra del entrenamiento de sumisa que tendrías – diciendo Oz a Claudia con una voz firme y tranquila – aun estas dispuesta a realizarlo, señorita Sheinbaum

-estoy dispuesta a realizarlo, si es para estar lista para esa dominante –sonriendo de forma consiente y orgullosa – estoy lista

-los entrenamientos de la nuevas sumisas serán los días sábados en la tarde hasta el domingo a mediodía, generalmente es de esa forma ya quien las entrena es una dominante de nombre Asakura quien te dará la formación básica, después de ese entrenamiento básico se te pondrá en oferta a los dominantes que pertenecen al jardín; no te preocupes el acuerdo de juego y dinámicas ya lo arreglan entre ustedes – sonriendo con esto último Oz, viendo como Claudia se sonrojaba- calma, solo el día de tu presentación necesito algo que te dio ese dominante

Claudia afino los detalles de ingreso, cuotas y demás relativos a su ingreso los cuales cubrió en su totalidad, incluso le dieron una gama de juguetes que le enseñarían a usarlos dentro de su entrenamiento, en ese momento la señora que estaba hablando con Anna le sonríe nuevamente y ella se despide con un gesto con la mano; Anna se encontraba fuera del jardín tomando una coca cola de lata, cuando vio salir a su nueva amiga con una sonrisa

Jardin OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora