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❝ El olor de tu piel es la sensación que acompaña mis deseos más perversos ❝❞
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¿ 𝒞ual es tu nombre?
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Tanabata, el festival de las estrellas, está basado en una leyenda china y celebra el encuentro anual de dos amantes, Orihime y Hikoboshi, representados por las estrellas Vega y Altair. Durante esta festividad, las personas escriben deseos en tiras de papel llamadas tanzaku y las cuelgan en ramas de bambú.
El festival se celebraba en Tokio, Japón, y la ciudad se llenaba de alegría y entusiasmo. La noche se vivía como si fuera de día, más extravagante que en cualquier otra ocasión. Hombres y mujeres, vestidos con atuendos majestuosos, bailaban, bebían y admiraban la decoración. Era un día de felicidad para toda la comunidad.
Qué fastidio.— o bueno casi toda la comunidad,Muzan Kibutsuji, el rey de los demonios, una amenaza para la humanidad y la reencarnación de la maldad del hombre. Vagaba entre las calles en forma de un civil. ¿Por qué estaba aquí en una noche de fiesta, sabiendo cómo era él? Simple tenía un objetivo: volverse inmune al sol. Era impresionante, considerando que él se autoproclama como la perfección hecha persona,pero siempre escondiéndose en la oscuridad. Esa era una de sus debilidades y la principal que necesitaba eliminar. Por eso estaba en Tokio, saliendo de librería en librería para obtener información sobre una cura para su enfermedad, soportando una alegría ajena a él.
¿Por qué celebran? ¿Qué tiene de importante un papel que se desintegrará en cuanto llegue la lluvia? ¿Por qué es especial para ellos?.—reflexionaba Muzan mientras observaba a una pareja colgando sus deseos en las ramas de bambú. Solo sentía indiferencia, ya que él solo se interesaba por sí mismo. En su mundo ideal, no había nadie más que él,bueno eso fue hasta que una presencia lo interrumpiera.
¿Disculpe?.—Un susurro dulce que lo sacó de sus pensamientos. Volteó a ver a la persona que lo llamó.Sabe dónde queda la librería Kizuna Shoten?.—Muzan miró a la persona, que parecía frágil por su postura, y evasiva por sus ropas, alegremente está noche sus deseos no eran ser el verdugo de alguien así que decidió contestar.
A dos calles de aquí.— indicó Muzan señalando con su dedo. La persona le agradeció y Muzan solo alzó una ceja. No esperaba encontrar a alguien vestido tan modestamente en comparación con el resto de la gente que se encontraba allí, que lucían de todo menos sencillos. Dejó de lado su sorpresa y continuó su camino, aunque el olor a lavanda de la persona persistía en su nariz, como un perfume muy dulce y agradable.
Después de seguir con su camino,Muzan visitó varias bibliotecas más a lo largo de la noche, buscando desesperadamente alguna pista sobre cómo curar su enfermedad de piel. El tiempo pasaba rápidamente mientras visitaba Los estantes y hablaba con los vendedores, pero sus esfuerzos parecían infructuosos.
Ya debería irme, el día va a amanecer en cualquier momento.—pensó Muzan, hasta que por accidente llegó al lugar equivocado: la plaza principal donde la gente se congregaba para finalizar el festival. Muzan intentó escabullirse de allí, pero inmediatamente fue acorralado por la multitud que empezaba a buscar pareja, obligándolo a unirse al baile. Tal vez hubiera sido más fácil simplemente asesinar a toda la gente que estaba alrededor de esa plaza, pero sabía que no se lo podía permitir, ya que eso provocaría un escándalo en todo Japón y, en el peor de los casos, podría ser descubierto por la organización de exterminadores de demonios que estaban al tanto de su paradero.
Lo que me faltaba.— pensó Muzan.
En el baile más eterno que hubiera vivido el demonio, Muzan se encontró nuevamente con el humano que olía a lavanda. ¿Por qué sigues aquí?. —gruñó, pero la música y la alegría del momento lo atraparon, y pronto se vio bailando junto al humano, aunque su mente seguía maquinando planes malévolos.
Con el amanecer aproximándose, Muzan se apartó bruscamente del humano, su rostro es una mezcla de frustración y anhelo. Debo encontrar la manera de volverme inmune al sol.— pensó, mientras se retiraba a la oscuridad de la noche dejando a un humano con un “¿ Cuál es tu nombre? ”, en su Boca.
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