CHAPTER 04

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❝Sufrir por ti es el precio que pago con gusto por el privilegio de amarte

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Sufrir por ti es el precio que pago con gusto por el privilegio de amarte.❞

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𝕷𝖺 𝗅𝗅𝖾𝗀𝖺𝖽𝖺 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝗉𝗋𝗂𝗆𝖾𝗋𝖺 𝖼𝖺𝗋𝗍𝖺 📜

Una mañana tranquila, unos días después de la fiesta en la mansión Himorogi, Kagaya estaba en su jardín de lavanda, disfrutando de la serenidad del entorno

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Una mañana tranquila, unos días después de la fiesta en la mansión Himorogi, Kagaya estaba en su jardín de lavanda, disfrutando de la serenidad del entorno. La brisa suave acariciaba las flores y el sol brillaba con una calidez reconfortante. Sin embargo, su paz se vio interrumpida por la llegada de una de las sirvientas de la familia, quien corría hacia él con una expresión de preocupación.

—Señor Kagaya, ha llegado una carta para usted. Es urgente.—dijo la sirvienta, entregándole el sobre lacrado.

Kagaya tomó el sobre, notando el sello desconocido que lo cerraba. Rompió el lacre y sacó la carta, encontrando una elegante hoja de papel con letras finamente escritas.

"Estimado Kagaya Ubuyashiki,

Espero que esta carta le encuentre bien. He disfrutado de nuestra breve interacción en la reciente fiesta de la familia Himorogi. Escribo para proponerle una reunión, en la que podamos discutir ciertos asuntos de gran interés para ambos. Creo que tenemos más en común de lo que inicialmente parece, y me gustaría explorar las posibilidades de una colaboración beneficiosa.

Le ruego considere mi invitación. Detalles sobre el lugar y la hora serán enviados próximamente.

Atentamente,

Akira"

Kagaya frunció el ceño al leer la carta. La formalidad y el tono educado de Akira no lograban ocultar la inquietante sensación que le había dejado durante la fiesta. ¿Qué asuntos podrían interesar a ambos? ¿Y por qué esa repentina propuesta de colaboración?

Decidió que debía compartir la carta con su padre y los miembros más cercanos de su familia. Tal vez, juntos podrían discernir las verdaderas intenciones detrás de la invitación.

Al llegar al despacho de su padre, Kagaya encontró a su progenitor revisando documentos importantes. Al ver a su hijo entrar, levantó la mirada con curiosidad.

—Padre, he recibido esta carta de Akira, el hombre que conocimos en la fiesta Himorogi. Necesito tu consejo.—dijo Kagaya, entregándole la carta.

Su padre la leyó detenidamente, su expresión se endureció a medida que avanzaba por las líneas.

—Esta carta es intrigante, Kagaya. Akira parece tener un propósito oculto. Debemos proceder con cautela.—respondió su padre, devolviéndole la carta.

—¿Crees que debemos aceptar la reunión?—preguntó Kagaya, con la esperanza de una guía clara.

—Sí, pero con precaución. Lleva contigo a un par de nuestros hombres de confianza. No sabemos qué intenciones tiene este Akira.—respondió su padre, su voz grave reflejando la seriedad de la situación.

Kagaya asintió, sabiendo que la prudencia era crucial en momentos como este. Se prepararía para la reunión, pero no bajaría la guardia. La presencia de Akira seguía siendo un misterio, y Kagaya estaba decidido a desentrañarlo, sin importar los riesgos.

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Días después, Kagaya recibió otra carta. Esta vez, la carta contenía detalles sobre el lugar y la hora de la reunión: un antiguo templo abandonado en las afueras de Tokyo, a la medianoche. Era una elección inusual, pero Kagaya estaba preparado para enfrentarse a lo desconocido.

El día de la reunión, Kagaya se vistió con un kimono oscuro y sobrio, apropiado para la ocasión. Dos de sus hombres de confianza,Masachika  y Sanemi, lo acompañaron. Llegaron al templo antes de la medianoche, asegurándose de que el lugar estuviera despejado.

La luna llena iluminaba el templo abandonado, sus paredes cubiertas de musgo y enredaderas. El lugar tenía un aire de misterio y desolación. Kagaya y sus acompañantes entraron con cautela, sus pasos resonaban en el silencio.

—Señor Kagaya, este lugar no me da buena espina.—murmuró Sanemi, con la mano en la empuñadura de su katana.

—Lo sé, Sanemi. Mantengamos alerta.—respondió Kagaya, avanzando hacia el centro del templo.

De repente, una figura emergió de las sombras. Akira, el hombre de ojos rojos, apareció ante ellos con una sonrisa enigmática.

—Kagaya Ubuyashiki, gracias por aceptar mi invitación.—dijo Akira, su voz está resonando en el templo vacío.

Kagaya lo miró con determinación, sin dejarse intimidar.

—Akira, aquí estoy. ¿Qué es lo que deseas discutir?—preguntó Kagaya, manteniendo su postura firme.

Akira sonrió, sus ojos rojos brillando con un destello peligroso.

—Hay mucho de qué hablar, Kagaya. Mucho que podríamos lograr juntos...—dijo, dejando sus palabras suspendidas en el aire, llenas de promesas y amenazas no dichas.

—dijo, dejando sus palabras suspendidas en el aire, llenas de promesas y amenazas no dichas

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𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝖊𝖑
𝐏𝐑𝐎́𝐗𝐈𝐌𝐎
𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔

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¿𝚀𝚞𝚎 𝚎𝚜 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚛𝚊́ 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚞𝚎́𝚜?

¡𝙲𝚘𝚖𝚎𝚗𝚝𝚊!

Ihuitl9

❝ 𝐄𝐋 𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐔𝐒 𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀𝐒 ❞   ﹙Kagaya x Kibutsuji ﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora