Sandbag sabotage

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Jake se despertó en medio de la noche, o ¿era madrugada? No tenía idea, pero si Ashley no se ha levantado aún, no pasaban de las 6.

Inmediatamente su cuerpo le recordó el por qué se despertó, un frío inmenso le inundó por completo.

Estaba temblando y estaba seguro de que de no ser por que forzaba su boca a no hacer algún ruido, estaría rechinando los dientes.

Le gustaba el frío, pero cuando tenía una cómoda manta con la que cubrirse. No cuando estaba en medio de un bosque en una tienda de acampar con una pijama de shorts y una camiseta con logo de sandía.

A su lado estaba James, el cual roncaba sin siquiera tener una señal de tener frío, cosa que causó algo de celos en Jake.

Tenía dos opciones, dormir con un frío que le congelaba los huesos
O ser un hijo de la chingada y despertar a James para que también sufriese.

Jake se consideraba una buena persona, pero cualquiera en la madrugada en el frío y con shorts no son las mejores personas.

Agarró el brazo de James para intentar sacudirlo, pero se dió cuenta de algo.

James mantenía una temperatura corporal cálida, no tan alta como para sudar, pero si muy recomofortante.

En su momento no lo pensó cuando abrazó a James, dormiendo medio encimado de el. No fue hasta que una risita familiar le despertó a ambos, siendo James el primero en observar que básicamente estaban abrazados.

—Hey, sé que las cámaras estaban apagadas, pero recuerden que esto es un progarama familiar— Dijo Ashley entre risas.

James no dijo nada, pero no parecía nada molesto, incluso parecía algo satisfecho y feliz.

—Bueno pajaritos, me alegra que estén en su fase de luna de miel, pero debemos comer ¡arrriba Jake!— Dicho esto, jaló a Jake para llevarlo a pescar.

—Ay, ¿tan temprano?— Ni siquiera negó lo de la luna de miel, solo tenía sueño.

—¿temprano? ¡Si hasta te dejé dormir más! Ándale— y se fueron a pescar.

James solo los vió irse con una sonrisa de oreja a oreja, y también satisfacción por que Ashley no lo haya levantado también y volvió a dormir.

Finalmente llegaron al lago para poder hacer uso del premio que ganaron, seguramente estarían un buen rato ahí.

La rubia notó al peliazul algo ido, tenía una sonrisa vaga en la cara y veía al lago sin decir anda.

—¿Está todo bien, sandía?— Le preguntó con una risita.

—¿Cómo es que mi apodo terminó siendo el de una fruta?— Jake murmuró para si mismo antes de contestar.

—Si, todo bien, De hecho... ¿alguna vez has pensado en cambiar un recuerdo terrible pasado por uno más recomfortante?— Le preguntó algo curioso Jake.

—Mh, ¿como por ejemplo...?—

—Tom y yo solíamos pescar en nuestra temporada todo el tiempo, el pescaba y yo cocinaba... pero ahora el no quiere saber nada de mí.— Admitió con un tono de nostalgia.

—Ay, ¿qué te hace pensar eso?—

—Es obvio Ash... y también creo que es lo mejor para ambos. ¡El chico me ignoró por dos años! Es decir, ¡okay! No quiere nada conmigo, pero al menos podría decirlo, ¿¡No es así?!— Hablaba cada vez más y más enojado.

—¡Wow! Parece que tuvieron unos problemas, pero realmente te felicito por buscar lo mejor para tí, Jake...
Solo recuerda, intenta mejorar en tí mismo, no te dejes llevar por la culpa. Creéme, sé lo que es— Estas palabras despertaron en el peliazul una gran curioaidad.

Tú estás demasiado bueno para estar con el...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora