Hajin Stories! (Father Side Story)

XIII

Tobio adoraba a sus hijos. Eso no se podía poner en duda.
Pero también amaba a su esposo, y haría lo que fuera por él.

Y sobre todo, quería consentirlo por una vez en su aniversario.

Desde que se habían casado, solo su noche de bodas la habían pasado solos... Y qué noche.

Pero desde entonces, cada vez que era su aniversario o quería hacer algo con su marido, alguno de sus tres hijos los necesitaba.

¡Incluso su Luna de Miel fueron unas vacaciones familiares! Y definitivamente, su única hija no dejó que tocara a su esposo ni una sola vez.

-¿Y esto?- Dijo el azabache en cuanto Tobio le entregó diez mil yenes.
-Sal con tus hermanos hoy. Llévate a tu gato y no regresen hasta la noche.- Le pidió el Alfa de ojos azulados.

-Uhm... No.- Dijo con una sonrisa.
-Te puedes quedar con el cambio.-
-¿Sabes que con esto no alcanza para nada?-
-¿Cuánto quieres?-
-Veinte.- Le dijo con una amplia sonrisa.

-Eso es demasiado.- Se negó.
-Tus hijos son caros. Veinte o nada.- El mayor miró mal a su hijo, quien mantenía una sonrisa enaltecida.

Sacó su cartera y le dió los otros diez mil yenes a regañadientes.
-¿Puedo llevar a mi Mako con nosotros?-
-Solo no vengan antes de las diez.- Le dijo en un suspiro.

-Bien por mí. ¡Ai, Ryota, vámonos!- Gritó el Alfa menor mientras levantaba a Pan del suelo y le ponía su arnés.
-¡¿A donde vamos?!- Preguntaron al unisono.
-Uhm... ¡Burger King!-
-¡Ay! ¡Ya vamos!- Y pronto los mellizos bajaron rápidamente y con amplias sonrisas se dispusieron a salir por la puerta principal.

Tobio solo vió su cartera y suspiró.

Shoyo dormía profundamente. Como jamás había dormido.

Cuando sintióun suave toque en sus piernas. Luego su cadera. Su cintura y pronto sus costillas. Se removió en la cama y abrió un ojo. Encontrando a su esposo con una sonrisa enaltecida y un gran ramo de rosas rojas.

-Feliz onceavo aniversario, mi amor.- Le dijo antes de inclinarse y besar al pelirrojo, quien sonrió a medio beso sin levantarse.
-Feliz onceavo aniversario, Tobi.- Se levantó y aún sentado en la cama recibió el ramo.

-¿Y los niños?-
-Hajin los llevó a pasear. No te preocupes por eso, ya me encargué... Hoy, solo quiero pasar nuestro día juntos.- Lo sujetó de la cintura, acercándolo a él. Shoyo no pudo evitar sonrojarse, siendo consciente de lo que Tobio realmente quería hacerle ese día.

Y él no se iba a negar.

Hajin caminaba con Makoto de la mano, mientras veía a los mellizos pelirrojos correr por todos lados. En su mano libre sostenía la correa de su gato, que paseaba cuidadosamente por el lugar.

-Gracias por venir con nosotros hoy...- Le dijo con una sonrisa, el peliplata sonrió antes de depositarle un pico en los labios.
-Claro... Nos sirve de práctica para cuando tengamos nuestros hijos juntos.- Le miró coquetamente. Hajin sintió como su cara se ponía toda roja de pensarlo.

-O-ojalá sean más tranquilos que mis hermanos...- Le dijo evitando los ojos de Sawamura, quien soltó una fuerte carcajada.