La imagen de la realeza ha sido, desde tiempos inmemoriales, un símbolo de perfección y belleza. Para aquellos fuera de los muros de los palacios, la vida de príncipes y princesas, reyes y reinas, se percibe como un cuento de hadas eterno, un escena...
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𝟑. 𝐍𝐞𝐰 𝐀𝐫𝐫𝐢𝐯𝐚𝐥𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐎𝐥𝐝 𝐈𝐧𝐣𝐮𝐫𝐢𝐞𝐬.
El castillo Belmont se sumergió en un estado de tensa normalidad después del incidente con las pinturas. Isaac cumplió su castigo con la misma rebeldía desafiante que había demostrado al manchar los retratos, pero una parte de él comenzó a aceptar que debía encontrar una manera de equilibrar su deseo de libertad con sus responsabilidades familiares. Con el paso del tiempo, los ecos de la confrontación con su padre se desvanecieron, pero las marcas invisibles permanecieron, moldeando la relación entre ellos.
Pasaron semanas y, aunque la vida en el castillo recuperó cierta apariencia de rutina, la atmósfera estaba impregnada de un nerviosismo constante. Todos sabían que pronto llegaría alguien importante: el príncipe Harry, prometido de Louis. Los preparativos para su llegada eran meticulosos y exhaustivos, un reflejo de la importancia de su visita.
Isaac observaba el bullicio desde la distancia, sintiendo una mezcla de curiosidad y apatía. Estaba en el jardín, acostado bajo el gran roble donde solía refugiarse para pensar. Jasper, siempre leal y atento, estaba a su lado, sosteniendo un libro que fingía leer mientras en realidad observaba a Isaac con una preocupación disimulada.
—¿En qué piensas, Isaac? —preguntó Jasper suavemente, rompiendo el silencio que se había instalado entre ellos.
Isaac suspiró mientras se sentaba y se recostó contra el tronco del árbol, mirando el cielo azul a través de las hojas verdes.
—En todo y en nada, Jasper. En Louis, en mi padre, en mí mismo. A veces siento que no encajo en ningún lado.
Jasper cerró el libro y se acercó un poco más, su mirada fija en el rostro de Isaac.
—Encajas más de lo que crees, Isaac. Solo tienes que encontrar tu propio lugar en este mundo.
Isaac sonrió con amargura, su voz teñida de duda.
—¿Y qué pasa si no hay un lugar para mí? ¿Qué pasa si nunca soy digno de ser amado o respetado?
Jasper se inclinó hacia él, su expresión seria y llena de afecto.
—Isaac, eres más digno de amor y respeto de lo que puedes imaginar. No dejes que las dudas te consuman. Hay personas que te aman tal y como eres.
Isaac sintió una calidez inesperada en su corazón ante las palabras de Jasper. Se giró para mirarlo a los ojos, encontrando en ellos una sinceridad que lo conmovió profundamente. Antes de que pudiera responder, Emily apareció corriendo por el jardín, su rostro iluminado por la emoción.
—¡Isaac, Jasper! —llamó, su voz llenando el espacio con energía—. El príncipe Harry ha llegado. Padre quiere que estemos presentes para darle la bienvenida.
Isaac se levantó con un suspiro, la perspectiva de conocer al prometido de su hermano llenándolo de una mezcla de interés y apatía.
—Vamos, entonces —dijo, ofreciendo una sonrisa a Emily antes de dirigirse hacia la entrada del castillo.
