Matsuno Chifuyu. 1/2

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Contiene lenguaje explícito. Leer bajo su cuidado y responsabilidad.

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Muy rudo y todo lo que finja ser, pero en la cama... Pobre cosita tierna.

Sus sonidos guturales son tan bajos, que con facilidad se disuelve en la penumbrante habitación, junto al volumen alto de la tele

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Sus sonidos guturales son tan bajos, que con facilidad se disuelve en la penumbrante habitación, junto al volumen alto de la tele.

Ella muerde más fuerte la nuez de Adán en su garganta, esta vez dejando una oscura mancha alrededor. Esa era la penúltima vez en la tarde que a Chifuyu se le pone la piel de gallina.

___ Se menos brusca... ___pide casi rugiendo.

___ Lo haré si miras aquí. ___agudiza la chica, con los labios curvados, haciendo una pequeña rabieta.

Chifuyu hace caso omiso, fingiendo estar absorto en la película que reflejaba el televisor.

La chica sonrió, suspirando por su indiferencia.

Estiró sus hombros decaídos, llegando a la altura de su rostro. Tomando fijo su mentón, observando por breves segundos sus ojos verdes llenos de sorpresa y el carmín sonrojo que se esparcía por sus mejillas, haciendo juego con los mechones de cabello amarillo que caen desprevenidos por sus orejas, también rojas. Acarició su lóbulo hasta la punta alta de su hélix, en círculo. Admirando la sensibilidad de su cuerpo para reaccionar al estímulo.

Sin más, abalanzó su boca hacia la suya, atacandolo despiadadamente.

Chifuyu tuvo que sostenerse fuerte del acolchado. Ahogándose en jadeos cuando ella cayó sobre él, y su feminidad chocó duro contra su pelvis.

Soportando esos kilos de peso medio, encima.

Tratando de zafarse, estando lejos de alcanzarlo porque su lengua embosco la suya, probándolo de arriba abajo; pasando la lengua por sus comisuras y poniéndola adentro nuevamente. Haciendo chorrear sus propios fluidos por la barbilla de Chifuyu.

No está puesto el sol, y el aire acondicionado del cuarto mantiene el ambiente frío.

Pero Chifuyu se derretía como paleta en verano, lentamente, al son de sus movimientos. Besarlo a él era tan adictivo como degustar de una Lollipop de frambuesa. Podía hacerlo todo el día, podía escuchar sus sofocados gemidos todo el día. Sin cansarse.

Las largas pestañas picoteaban sobre los párpados de la chica, flaqueando y no por el frío.

Ríe sobre su boca, dejándolo desconcertado.

Alejándose unos pocos centímetros, solo para observar su fatídico estado y guardar consigo su sabor; junto con el ardiente aliento que destila, en la cajuela más profunda de su alma.

Cuando se encendía, sus ojos se tornaban brillantes, era lo que más iluminaba en la escasa vista de la chica, y se volverían más pequeños si ella decidía alargar su excitación.

Su boca semiabierta, era igual a un arco plasmado en un lienzo, coloreado por la pintura labial roja que se corrieron de sus labios a los suyos.

Una vista no muy fácil de tener.

Él frunció el ceño con intención de protestar.

Pero fue privado con un beso profundo. Seguido de otro; acompañado de uno más después de ese y otro más luego de ese.

Ella se removió en su lugar, cegada de la intensa situación, apoyando sus rodillas del sofa, subiendo la cadera y clavando sus uñas largas en sus hombros.

___ Fuyu... ¿Puedo llamarte Fuyu, te gusta?. ___susurro en su oído.

Las pulsaciones de Chifuyu eran un desastre acelerado, y su corazon tan jodidamente delatador, que se vio tan patético cuando pronunció;

___ Paremos aquí... ___era un lío carmín___. N-no es que este mal, es que viniste a ver una película.

Ella le sonrio pícaramente, limpiando los bordes babeantes de sus labios con el pulgar.

___ Fuyu, esa película ya la ví. El chico muere al final. Es bastante triste ver como la protagonista no lo puede tocar, porque se desintegraría al instante.

___ Antes habías dicho que no tenías idea. ___menciona, agarrándola con las manos en la masa.

Jeje>> Ríe nerviosa.

__ La vi hace mucho... ___aclara, peinando los mechones de cabello alborotados en su frente.

Matsuno bufa y empieza a buscar con una mano el control de la TV.

Con una ligera expresión de molestía.

Se sintió regañada por su silencio, perdiéndose en la luminosidad del reflector algo incómoda.

Pero todavía caliente, sintiendo asfixiante la humedad pastosa entre sus bragas.

Tch.

¿Se habrá molestado por ser tan atrevida?.

No había aceptado la invitación con este propósito, pero un presentimiento divino hizo que combinara el color de la bluma con el sostén.

Esperando que el rubio hiciera más que colocar una película, o hablar de sus mangas favoritos.

No es que le disgustara, al contrario, le fascinaba.

Cuando estaban solos, Fuyu la relajaba entre sus brazos, deshaciendo los nudos de su revoltoso cabello con los dedos. Mientras le contaba con exactitud todo referente a lo que leía o le gustaba.

Ella hacía lo mismo, y aunque lo suyo fueran más los libros de cuna como los de Andersen y las series de Netflix, congeniaban genial sus intereses.

Así era como se acercaban más el uno al otro. Chifuyu tenía gustos extraños ante su percepción y para él, ella tenía gustos de una pequeña princesita que salió de una bonita fábula ancestral.

Pero tal vez ese era el problema, por que esta princesa ya se había imaginado lo fuerte que le haría apretar las sábanas, aquella vez que lo vio con el nuevo uniforme de la Tokyo Manji. Calculando a detalle el enorme paquete que se escondía adentro del buzón.

Y hoy había amanecido más inquieta de lo normal.

Más hormonal de lo normal.

Rogándole al cielo que Chifuyu por fin se comporte como un adolescente con hormonas, y metiera sin cuidado sus manos por la camisa holgada que se había puesto para él.

Porque ella lo imaginaba tocándose a sí mismo, pensando en ello.

Porque le costaba aceptar la idea de que era la única en la relación, que fantaseaba con aquello, mientras lo hacía.

¿Debía solo decírselo?, la comunicación es un punto clave en cualquier relación. Totalmente innecesario si te mandan al demonio después de confesarte.

Al carajo.

Si se mueve tan solo un poco sobre su muslo regordete... Tal vez pase imperceptible ante Chifuyu.

Matsuno halla el control por debajo del cojin, tomándolo de inmediato.

___ Así no.... __aprieta fuerte su cintura, deteniendo sus movimientos.

___ Tienes que... ___con el control, apaga el televisor.

Sus rostros quedando inapreciables a la vista.

Jala su cadera y el ruido lascivo que hace al chocar, le tienta de nuevo. Dejando su pronunciado trasero en donde empieza el cierre de su pantalón.

___ Si vas a frotarte, hazlo ahí.

Dice finalmente, gimiendo alto al sentir esa zona fría y empapada, dar la primera estocada en contra del pantalón.

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Espero les guste lo que escribo mientras óvulo... 😞😞

 Boys Tokyo Revengers One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora