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Y es ahí donde me doy cuenta que por más que trato de evitarlo aun rondas por mi cabeza.

Ahí en donde estas frente a mi y mi sonrisa se vuelve más grande con tan solo verte, ahí donde miramos por la ventana y nos damos cuenta de la presencia de la luna sobre nosotros, ahí con tu cabeza sobre mi hombro.

Es ahí, donde estamos sentados y mis manos buscan las tuyas en un intento desesperado de rozar mi piel con la tuya.

Ahí, donde mis ojos buscan tu rostro o tu hombre en mis notificaciones, donde mi nariz detecta tu aroma y le bombea al corazón la adrenalina que necesita para terminar bien el día.

Ahí, donde a toda costa quiero tu atención y mi lado tu presencia.

Sí, aún rondas por mi cabeza y no solo cuando te tengo cerca, sino también cuando a mi día le hace falta tu escencia.

Poemas de un corazón no correspondidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora