Ser distraída es algo normal en mi. No me preguntes que si vi esto o aquello porque honestamente no sabré que responderte y en su mayoría no sabre de lo que me hablas, pero...
Recuerdo aquel día... No sé que me paso, de que manera te puse atención o como si quiera me di cuenta que estabas ahí. Solo recuerdo levantar la mirada y darme cuenta de que ahí estabas tu, no te conocía, pero en ese momento deseaba saber tu nombre.
Me quede callada, mirando tu rostro perdido a través de la ventana. Mirada debió ser intensa porque me miraste y tus ojos se cruzaron con los míos y... En mi debilidad, por supuesto que desvié mi mirada rápidamente. No sé si en ese instante me pusiste atención, pero mi corazón se aceleró y podía evitar seguir dedicándote miradas furtivas un par de veces más antes de que te fueras del lugar y la duda comenzará a brotar.
¿Cuál es tu nombre? ¿Quién eres? Y lo más importante ¿Notaste alguna de mis miradas?
Las respuestas realmente no importaban, porque en un segundo lo único que deseaba era volver a encontrarme con tu mirada.
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Poemas de un corazón no correspondido
PoesíaCuando una persona nos gusta tanto a veces no encontramos las palabras desahogarnos y preferimos callar por miedo a ser rechazados, a no ser correspondidos, pero, por supuesto lo que más hacemos en esos casos es observar... Observamos a las personas...
