Chase
No dudé ni un segundo en irla a socorrer.
Desde el primer instante que Montserrat entró a la pista de patinaje, noté que ella no se encontraba bien. A pesar de que sus movimientos eran perfectos, sus caídas luego de un giro eran maravillosas, pude notar que en cada paso que daba, siempre cerraba sus ojos, fuera o no de forma consciente.
Siempre estuve pendiente de cada paso que daba; esperando que todo saliera bien y no diera un paso en falso.
Por eso, no dudé en ir hacia ella cuando su cuerpo no la dio más.
Varias personas se acercaron hacia Montserrat a mirar que fue lo que le había pasado, algunos susurraban y otros estaban tomando fotos. El ceño de ella se frunce al ver a su entrenadora gritar, y soy consciente del momento en que su cuerpo no dará más.
Por lo que la sostengo con más fuerza y aminoro el golpe de ambos.
Caigo de rodillas con su cuerpo en mis brazos, su respiración es poco perceptible y no dudo en pedir que llamen a una ambulancia.
— ¡No se queden ahí parados, por Dios! Montserrat necesita una ambulancia pero ya.
Miro a todos los espectadores y suspiro cuando veo que ya están buscando el número.
— Si, por favor. Necesitamos una ambulancia con urgencia. Tenemos a una compañera que se ha desmayado de repente y luce muy pálida.
La chica morena se queda hablando un rato más con quién sea que está al otro lado de la línea, mientras me quedo monitorizando la respiración de Montse.
— Bueno, muchas gracias. — Me volteo a verla cuando cuelga la llamada.
— ¿Demoran? — Es lo único que pregunto.
— No, dicen que en diez minutos están acá.
— Gracias...
— No hay de qué.
No sé cuánto tiempo me quedo ahí con ella hablándole bajito, pero sé que ya ha llegado la ayuda cuando siento que me ayudan a parar.
— No se preocupe, joven. Le daremos la ayuda necesaria a la chica.
— Por favor... — es lo único que digo mientras veo que se la llevan.
Mis pies toman vida propia y voy detrás de ellos.
Al verme parado angustiado y esperando, me dejan entrar a la ambulancia lo cual agradezco de manera silenciosa.
Le colocan la cánula de oxígeno a la rubia y arrancan hacia el hospital.
En todo lo que he pasado, no tuve presente que la mamá de la rubia necesitaba saber lo que le pasó a su hija.
Busco mi celular y una vez encuentro el número de doña Louisa y le marco sin pensarlo.
Primer timbre.
Segundo timbre.
Muevo mi pie de manera ansiosa esperando que conteste.
Séptimo timbre.
Octavo...
Llega a buzón de voz pero no me rindo.
Es la tercera vez que marco y puedo respirar cuando la escucho al otro lado.
— Chase, cariño. ¿Y ese milagro que llamas? Rara vez lo haces.
— Lo sé, señora. Pero...
— Nada de señora, ya hemos quedado que puedes llamarme Lou.
— Lo siento, Lou. Pero la llamo para hablarle de Montse.
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STEP BY STEP [PRIMER LIBRO DE LA SERIE "US"]
RomanceSi me dieran una palabra para describir a Chase O'Ryan diría que es simplemente insoportable, mis papás y los de él son mejores amigos desde la universidad, llevo toda mi vida conociéndolo y ha sido un completo fastidio para mi existencia, Chase no...