Capitulo VIII

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Aún cuando sé que no está bien, aún cuando sé que te estoy destrozando poco a poco.

No puedo evitarlo, me has ido enloqueciendo cada día más, hasta el punto de hacer arder al mundo con tal de escuchar mi nombre salir de tus labios... Suplicando por mi.

Porque tan solo con la idea de dejarte tan roto para que te quebrantes ante mi, me enciendo de maneras que nadie nunca lo ha hecho.

Aún cuando sé que el final será devastador para ambos, no puedo detenerme, no quiero.

Pues quiero ser el único que te posea, corromper tu alma con éste deseo impuro y ruin que me consume.

Para así consumirnos los dos.

Porque nunca será suficiente para mí el solo estar contigo.

Aún cuando termine por extinguir la llama de tu vida y me arrepienta después, te juro, por la gran obsesión enfermiza que siento por ti.

Que nunca dejaré de amarte como lo hago ahora.

Quiero que dependas de mi y de nadie más, pues si yo no puedo tenerte... Nadie, ni una sola alma merecerá hacerlo más que yo.

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—Mierda...

—Asi que... ¿Creíste que podrías salir de aquí sin mi permiso?

Tenía que hacer algo, pero no podía, su mente había quedado en blanco en cuanto vió la silueta de su cuerpo en la puerta, ni siquiera estaban encendidas las luces pero eso fue suficiente para reconocerlo más su voz... Su molesta e irritante voz.

Estaba jodido, muy jodido.

—¿No vas a responder? —con un suave movimiento dejó a un lado aquel saco negro que cargaba en su brazo. —creí que iba a ser bienvenido con un mejor carácter de tu parte. —con pasos lentos y suaves fue acercándose hacia el rubio, como un depredador que acecha a su presa.

Mierda, mierda, mierda... Tenía que irse de ahí lo más rápido posible.

No, eso sería inútil.

—Llegué a creer que esperarías un poco más en intentar escapar, —dijo con un tono de voz de burla. —pero conociéndote debí haberlo predicho antes.

Por más que lo pensara sus músculos estaban tensos, su cuerpo paralizado no le respondía. Lo cual le hizo más fácil el trabajo a Deku; para cuando reaccionó, tenía un cuerpo pesado encima, sus extremidades inmovilizadas y por primera vez unos labios secos, ásperos y fríos que le recorrían desde el cuello hasta la clavícula, dándole una incomodidad extraña.

—Tengo muchas cosas planeadas para castigarte, pues te lo advertí y no obedeciste... —podia sentir sus murmullos apenas audibles contra su piel, su aliento era cálido... Y tenía un leve atisbo de cafeína con cigarrillos.

Sin duda alguna no sería algo lindo, pues si cuando está de humor Izuku le parte el culo a la mitad casi sin piedad, no quiere saber cómo es cuando pierde la paciencia.

Fue entonces que supo que no tendría oportunidad para detenerlo algo que lo sorprendió fue que en cuanto Deku se levantó para quitarse la corbata fue que lo estaba viendo... Sin máscara, debido a la oscuridad que cubría por completo la habitación no tenía una vista clara de su rostro, sin embargo lo que pudo distinguir primero fue que tenía una amplia sonrisa, casi tan perversa como el pecoso. Dejando en evidencia que Izuku estaba planeando algo perverso con el.

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