Había pasado días en ese barco, las nauseas se apoderaban de su cuerpo y desechaba todo lo comido en las cristalinas aguas del océano. Se sentía fatal y que Damián se le pegará como chicle al zapato le irritaba.
-¡Deja de seguirme!
-Pero si eres una Zanahoria, si no te vigilo alguien te pueden comer.
-¿Quién querría comerme, patán? Ya ve y consigue a alguien más para hacerle bromas.
-Tú eres perfecta, te enojas con facilidad.
-Callate. No me caes bien.
Se fue ignorando las risas divertidas del chico, comenzaba a estar arta de él, pero recordaba lo fuerte que era y que le servirá tenerlo de aliado en algún momento. Se adentro a la habitación que le asignaron, frustrada miró el desorden de papeles y periódicos dando las noticias de su reino que fue tomado por unos bandidos. En esos días vio como se desarrollo un bloqueo emocional en ella y cuando por fin podía sentir algo se la pasaba enojada y rencorosa.
Reviso el periódico y leyó furiosa el título principal "El nuevo rey del reino de Riboul, Izan Davies se declara emperador" No le basto con atacar al reino si no que se autoproclamó emperador. Maldito.
Suspiró.
La puerta fue abierta dejando ver a una hermosa rubia con ojos verdes tarareando otra canción de marineros.
-Deja de ver esos periódicos, mocosa- se sentó en el borde de la cama- llevas días revisándolos, no te hace bien.
-Adelaida, ¿Alguna vez has pensado como puedes odiar tanto a alguien cuando en un principio lo amaste?
-Un amor no correspondido-suspiro-,que triste que una niña como tú este pensando en eso. No, no he estado en la situación de amor a odio- se rió.
-Olvidalo, es solo una pregunta sin sentido.
-Esta bien - se encogió de hombros-. Venía a invitarte a la fiesta que organizará el capitán antes de llegar mañana. Deberías relajarte un poco, te saldrá arrugas a templana edad. Por cierto, aún no me dices tú nombre, supongo que quieres que te siga diciendo mocosa y Damián zanahoria.
Entre risas Adelaida abandonó la pieza. Ella sabía que en algún momento debía hablarle sobre su pasado o al menos decirle su nombre, pero no quería hacer ninguna de las dos cosas. Y desviando el tema, no quería asistir a la estúpida fiesta, pero si es verdad que le haría bien salir. El problema aquí era ¿Dónde iba a conseguir un atuendo para asistir? Los trapos que llevaba puestos estaban rotos y desgastados, era lo único que su compañera le pudo conseguir en ese barco y estaba agradecida de al menos haberse cambiado y bañado, pero no quería asistir así.
Le dio vueltas al asunto y decidió ir a mirar al rededor de la cubierta por si encontraba algo útil, si el traje no venía a ella, ella iría por el traje. En su camino encontró una tela y un par de cuerdas, con eso sería suficiente. Tardo un par de horas en fabricar el atuendo, usando lo que tenía puesto, se agregó la tela por encima de la falta para tapar los rotos de esta y como cinturón uso las cuerdas. Le parecía un tanto gracioso, pero no estaba mal para usar en una fiesta en un barco, le recordaba a los trajes que usaban las piratas.
Salió de su habitación y se dirigió al centro del barco, donde los marineros alegres cantaban y tomaban cerveza abrazados, Adelaida cantaba junto con ellos, pareciera como si toda su vida hubiera estado allí; Damián solo miraba a su amiga con una sonrisa de estúpido, parecia en las nubes.
-¡Le gusta, Adelaida!- gritó su mente eufórica y emocionada.
Siempre tuvo la debilidad de emocionarse por ver parejas, no pensaba que ellos lo fueran, aunque si los miraba detalladamente se veían muy bien juntos.

YOU ARE READING
HIRED ASSASSIN
FantasyQuién diría que la joven Léa se convertiría en la "llama oscura" una asesina a sueldo increíblemente ágil para su corta edad ¿qué o quién la había convertido en eso? No fue hasta que vio a Owen Davies, un amigo de la infancia que pensó que estaba m...