HIRED ASSASSIN

capítulo 7

Se despertó en una habitación parecida a la suya, recordaba que lloró al lado de Damián hasta quedarse dormida. Se sonrojó de vergüenza deseando que él no apareciera, pero a ella no le sonríe la suerte.

-Ya estás despierta, zanahoria- saludó Damián- ¿Cómo te sientes?

-No te importa- respondió seca. Aún sentía pena de verlo, la vio tan vulnerable y ella odiaba que la comparecieran. Prefería que la viera como una gruñona.

-Y ahí está la Eleonor que conozco- se alegró.- Aunque, temo decirte que tienes que irte de mi cuarto, zanahoria.

-¿Por?- le tomó el pelo, claro que se iría- Quiero descansar aquí, tú salte.

-Eleonor, no estoy jugando.

-yo tampoco.

-¡Excelente! Ya que te vas a quedar, ayúdame trayendo esas toallas de ahí- apunto con su dedo índice la mesa al frente de la cama- y hecha el agua de ese balde a la tina- señalo el objeto que dejo en la puerta-. Me servirá tu ayuda, no hay nadie despierto a esta hora.

-¿Que vas a ser?- preguntó curiosa haciendo lo que le decía.

-Dijiste que no te gustaba el olor a sangre.

-¿Y eso que tiene que...?- selló sus labios, entendió a que se refería- yo...

-Que lenta eres zanahoria- se burlo él a causa de su sonrojo-, pero no te vas a retractar ahora.

-En realidad tengo muchas cosas que hacer, así que me voy a mi cuarto.

Él se rió hasta más no poder desinflándose por ratos, se enojo por burlarse de ella y le tiro las toallas en la cara.

-¡Ahh!

-Te lo mereces, eres un pervertido.

-¿Pervertido? Tú eres la que quería quedarse aunque le pedí que se fuera- renegó él.

-¡No pensé que te fueras a bañar, idiota!

-Eres muy inocente entonces, zanahoria.

-No me llames así.

-Pero quiero hacerlo.

-Pero yo no.

-¿Y? ¿Me golpearas si no lo hago?

-No, contigo eso no funciona.

-Que bueno que lo sepas... za-na-ho-ri-a.

-Ya basta- lo empujó haciendo que callera en la bañera. Oyó un quejido y miró la escena alarmada- Damián ¿Te encuentras bien? ¿Damián?

Lo movió nerviosa, no quería reaccionar, lo sacudió fuerte, pero nada. ¡Por Dios, había matado a Damián! Comenzó a lloriquear y a volverlo a sacudir con mayor fuerza.

-Por... fa...vor despierta.

-¡Boo!

-¡Ahh!

Eleonor se alejó de golpe y miró perpleja a Damián que reía sin parar otra vez, cuando reaccionó le dió un buen golpe en la cabeza.

-Au.

-¡Eres un imbécil!

-Sí, lo sé, uno muy guapo.

-¡Ahg!- salió enojada de la habitación.

No sabia porque le encantaba molestarla, ella no le hacia bromas pesadas como esas. Era de verdad un niño muy inmaduro, lo único en común era su edad, oyó en algún lado que las personas en realidad nunca maduramos sino que aprendemos a fingir hacerlo, al menos ella aprendió a actuar un poco, ese chico no tiene remedio. Eso era un defecto algo tierno quería pensar, sus actitud le hacia olvidarse de sus problemas por un momento, eso era bueno, ya que ni ella misma lo había podido hacer. Sin embargo, no la hacia cambiar de opinión sobre que era un imbécil en ocasiones.