La lujuria de Gryffindor

Capítulo 39: El solsticio de invierno

El final del semestre se acercaba y Harry no podía sofocar su temor. No importaba cuánto sexo maravillosamente caliente tuviera, y estaba teniendo mucho. El solsticio de invierno ocurriría el 21 de diciembre. Los estudiantes regresarían a casa para tomar las vacaciones al día siguiente. Sin un milagro, sin saberlo, entrarían en un mundo más oscuro.

La escuela había superado en gran medida la desaparición de Nott y la muerte de Lucius Malfoy. Los acontecimientos no tuvieron relevancia para la gran mayoría y había exámenes para los que estudiar.

Le resultaba difícil preocuparse por las ansiedades habituales de Hogwarts. Ni siquiera la planificación de la fiesta de fin de mandato del Orgullo fue una distracción suficiente. Sin baile de Navidad este año, todo el mundo lo llamaba 'Fiesta del Solsticio', sin saber que el término ahora tenía un significado diferente para él. Era el día más corto y la noche más larga del año, perfecto para rituales oscuros.

Susan se reunió con él dos veces más durante la semana y casi logró distraerlo de su mente. Ahora que sabía que podía confiar en él, la chica era voraz. Había decidido que eran excelentes amantes y era persistente para lograrlo.

Se encontraron una vez más en la sala de prefectos de Hufflepuff después del toque de queda. Dos días después se encontraron en el baño de los prefectos. En ambas ocasiones Harry había salido exhausto pero feliz. Susan podía tener orgasmos múltiples con regularidad, y eso se traducía en largas sesiones en las que cambiaban de posición constantemente. No podía creer lo mucho que deseaba estar saciada, o simplemente lo bien que encajaban sus cuerpos.

A ella le gustaba especialmente que él la golpeara por detrás, golpeando sus caderas contra su trasero hasta que rodó con deliciosas ondas. Ella podía arrojarse sobre su polla como nadie más. Su coño se humedeció tanto y se abrió tan maravillosamente que no había posibilidad de lastimarla. Al igual que Lavender, a ella también le gustaba que él jugara con sus enormes pechos.

Le sorprendió que una chica tan sana pudiera susurrarle palabras tan sucias al oído. Inmediatamente después de sus sesiones, Susan volvió a ser la novia que cuidaba a los primogénitos. Cuanto más tiempo pasaban juntos, más le recordaba a una joven señora Pomfrey. Le hizo preguntarse qué hacía la enfermera a puerta cerrada.

También se reunió nuevamente con Tracey y Daphne, y ambos se sintieron decepcionados de que no apareciera con más multijugos. Ahora se daba cuenta de que podría haber sido un error darles una idea de su potencial. Daphne hablaba muy en serio acerca de convertirlo en una niña y vengarse por la forma en que él la controlaba durante sus sesiones. Tenía una profunda vena sumisa, pero no había forma de disipar su innato sentido de superioridad. No ayudó cuando él se burló de ella acerca de lo mucho que había disfrutado follándose a su mejor amiga. Tampoco ayudó cuando él volvió a enterrar su rostro en la almohada y le ordenó que le rogara por su polla mientras su amigo miraba y reía.

Por mucho que disfrutara su tiempo con Daphne, Tracey, Susan, Hermione y sus compañeros de manada, estaban empezando a agotarlo. De hecho, estaba agradecido de que Padma Patil no estuviera interesada en él.

Cuando no estaba merodeando por los pasillos con su capa de invisibilidad, los caminaba rodeado de gente. Dobby lo observaba subrepticiamente y, a menudo, estaba flanqueado por Hermione, Ron y otros. Sus amigos estaban tomando en serio su seguridad, sin estar seguros de si los Mortífagos harían otro intento de secuestrarlo.

Ron no estaba al tanto de todos los detalles, pero sabía que Voldemort estaba intentando regresar. A Harry le calentó el corazón que quisiera cumplir con su deber. Si pudiera evitar que Ron se jactara de su conquista de Tamsin, las cosas saldrían bien. Sólo habían sido necesarias dos versiones de '¿viste lo que estaba haciendo con ella, amigo?' para que le dijera a Ron que se callara.