La lujuria de Gryffindor

Capítulo 45: Demasiados Slytherins

Durante la semana siguiente el ambiente en el castillo estuvo tenso. El Profeta informó rumores de avistamientos de mortífagos escapados, avivando tanto la circulación del periódico como los temores de la población. Harry prestó mucha atención a cualquier cosa que pareciera un ataque, pero Dumbledore le aseguró que las historias eran el resultado de imaginaciones aterrorizadas. Snape informó que los fugitivos estaban en pésimas condiciones físicas y que lo estarían durante algún tiempo. Se vio obligado a abandonar el castillo todas las noches para atenderlos.

Harry hizo lo mejor que pudo para relajarse y concentrarse en las cosas que podía controlar. Angelina lo trabajó duro en la práctica, ya que el partido contra Ravenclaw se acercaba rápidamente. Hermione trabajó duro con él en la biblioteca preparándose para los TIMOs, lo cual era una distracción extrañamente bienvenida. Tonks trabajó duro con él en su entrenamiento dominical, concentrándose en lanzar hechizos mientras estaba desilusionado.

Susan aún no había decidido cuándo visitar el Orgullo, pero estaba seguro de que lo haría pronto. Ella estaba lanzando miradas a todos los que ahora sabía que eran miembros. Era sólo cuestión de tiempo antes de que la curiosidad se apoderara de ella. Harry quería que ella se sintiera cómoda con la idea a su debido tiempo.

Ginny le agradeció por contarle sobre su encuentro con Luna Lovegood. Al parecer, Luna no estaba contenta en Ravenclaw. No la acosaron físicamente, pero no tenía amigos allí y, a menudo, la aislaron deliberadamente. Ginny le pidió a Cho que investigara el asunto y Cho descubrió que sus compañeras de cuarto escondían regularmente sus cosas, incluida la ropa y la tarea. Ella tomó un montón de puntos de sus torturadores y los amenazó con cosas mucho peores.

Harry tuvo la impresión de que Ginny pasaría más tiempo con Luna en el futuro.

El punto culminante del Orgullo fue el Día de San Valentín. Dentro de la escuela, las vacaciones eran una molestia rosada con volantes. Decoraciones de cupidos y corazones llenaron los pasillos, y hubo muchas risas e intercambio de notas, especialmente entre los estudiantes más jóvenes.

Dentro de su santuario, el día fue mucho menos sentimental. Los clientes habituales del Orgullo eran técnicamente solteros, aunque muchos eran cercanos a una o dos personas en particular. La celebración no se centró en gestos románticos. La sala quedó sin adornos y los miembros eligieron ellos mismos cómo celebrarlo.

Por acuerdo tácito, Harry y Hermione se retiraron a su alcoba. Al menos durante la primera hora. No había términos cariñosos, y no era necesario que los hubiera. Al principio la folló suavemente, hasta que ella gimió y rogaba por su semen. Las cosas se pusieron más difíciles después de eso. Harry era cada vez más consciente de lo mucho que ella disfrutaba estar bajo su control cuando estaban solos. Su creciente descaro, especialmente frente a Tonks, era en realidad una extraña forma de sumisión. Ella estaba interpretando a la estudiante descarriada que necesitaba ser puesta en su lugar, y quería que él lo hiciera. Aunque interpretó papeles con otros, sus ojos dejaban claro que era sólo a él a quien realmente se sometía. La dejó sudorosa y feliz, especialmente cuando se llevó puntos reales de la casa por no obedecer rápidamente a un prefecto.

Luego, bajaron las escaleras y se dieron el gusto con los demás. Pippa decidió que quería que la ataran y la follaran en grupo para el Día de San Valentín. Lavender quería chupar todas las pollas de la habitación. Jo Hampson eligió cubrir su cuerpo con chocolate derretido. Todos la lamieron alegremente hasta dejarla limpia, pero luego descubrió que había sido un error mezclar chocolate y sexo. Fue divertido cuando la gente lamió su clítoris y sus pezones. Fue menos divertido cuando una polla dura se la metió profundamente en el coño. Estaba demasiado avergonzada para acudir a Madame Pomfrey, por lo que su noche terminó con unos cuantos azotes muy cuidadosos por parte de Alicia.