La lujuria de Gryffindor

Capítulo 46: Ruedas dentro de ruedas

Harry estaba incómodo con el ambiente de la escuela, pero se lo guardó para sí mismo. Después de que pasó un poco de tiempo, la mayoría de los estudiantes dejaron de hablar sobre los Mortífagos que escaparon. Era difícil para ellos preocuparse demasiado o tener demasiado miedo cuando estaban a salvo en Hogwarts.

No pudo evitar sentir que algún nuevo desastre estaba en el horizonte. Aunque todos los horcruxes menos uno habían desaparecido, todavía no tenían idea de dónde se escondía Voldemort. Tampoco sabía qué se exigiría de él si encontraran al monstruo. Si las cosas sucedieran como de costumbre, se encontraría en una situación peligrosa y tendría que volar por el asiento de sus pantalones. ¿Cómo se suponía que debía prepararse para una sorpresa?

Dos días antes, un Inefable se había vuelto loco y había sido internado en San Mungo. Murió poco después en un envenenamiento "accidental". Dumbledore creía que el Señor Oscuro estaba tratando de acceder a la Profecía antes de hacer grandes movimientos. Bones reforzó aún más la seguridad en el Departamento de Misterios, a pesar de las objeciones de Fudge.

Harry se enteró a través de Sirius que había habido al menos un ataque de dementor contra los muggles. Dos docenas de personas habían caído en comas misteriosos. Todos procedían del mismo pequeño pueblo del Distrito de los Lagos. Se atribuyó su condición a una fuga de monóxido de carbono, pero esa excusa no resistiría el escrutinio si los ataques continuaran.

El 'espionaje' de Snape parecía inútil. Voldemort todavía lo sostenía con el brazo extendido. Sólo pudo confirmar que la salud de los mortífagos que habían escapado estaba mejorando, lo cual era otra señal siniestra.

Su pequeño ejército de serpientes conjuradas también había resultado inútil hasta el momento. Se les había ordenado que regresaran a los refugios si descubrían rastros de Nagini, momento en el cual serían trasladados directamente a Dumbledore. Ninguno había descubierto el olor de la serpiente gigante. Harry irritaba al director casi a diario con sus preguntas.

Las cosas dentro de Hogwarts, al menos, fueron en su mayoría positivas. Narcissa Malfoy respondió a la carta de Harry sobre Pansy Parkinson, afirmando la evaluación de Hermione sobre la niña. Los Parkinson no tenían conexiones con los Mortífagos aparte de los Malfoy, quienes deliberadamente se habían "hecho amigos" de ellos después de la primera guerra. Eran una familia antigua y respetada cuya neutralidad podría hacer que las afirmaciones de imperio de Lucius parecieran más plausibles.

Narcissa se refirió a Pansy como "una cosita tonta" que sólo anhelaba gloria reflejada. Ella nunca había sido considerada más que un dulce para Draco, lo que hizo que Harry sintiera una extraña lástima por ella. Aún así, era un alivio saber que estaba atormentando a Hermione por sus propias y tontas razones, y no como parte de un complot de los Mortífagos.

Gryffindor ganó su segundo partido de quidditch de la temporada, aniquilando a Ravenclaw en un clima horrendo. Empezó a caer aguanieve poco después de que comenzara el juego, y Angelina le ordenó que atrapara la snitch tan pronto como fuera humanamente posible. Lo hizo en treinta minutos, para alivio tanto de jugadores como de estudiantes. Los Ravenclaw perdieron 310 a 50, pero estaban tan felices de volver al calor del castillo que realmente no les importó.

Cho fingió estar molesta con él por ganarle la soplón, pero eso no le impidió entregarse al Orgullo más tarde. Exigió que todo el equipo de quidditch la follara como forma de penitencia. Todos felizmente la agradecieron.

Harry y Hermione terminaron repitiendo su actuación desde el baño de los prefectos con ella. Mientras el coño de Cho goteaba con el semen de los gemelos Weasley, Harry la inclinó sobre una cama y la tomó suavemente por el culo. Hermione abrió las piernas frente a su cara y Cho descaradamente maniobró su puño dentro de su coño empapado. Otros observaron y vitorearon, encantados de ver a Hermione hacer una mueca de dolor, gemir y perder la cabeza. Cho terminó la noche desmayado en una de las camas. Afortunadamente, Hermione mantuvo la cordura suficiente para despertarla temprano en la mañana.